El candidato a las europeas de la AfD dimite a raíz de la rotura con Le Pen y Salvini

Unas declaraciones de Maximilian Krah sobre las SS provocan la separación del partido ultraderechista alemán con el lepenismo y la Liga Norte

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El eurodiputado y cabeza de lista de Alternativa por Alemania en las elecciones europeas, Maximilian Krah.

BruselasEl cabeza de lista en las europeas del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Maximilian Krah, ha dimitido del comité ejecutivo de la formación en plena precampaña de las elecciones europeas tras realizar unas polémicas declaraciones sobre las SS del régimen nazi. "Nunca diría que todo el que llevaba un uniforme de las SS era automáticamente un criminal", respondió este fin de semana en una entrevista en el diario italiano La Repubblica.

De hecho, a raíz de estas palabras, el partido de Marine Le Pen, Reagrupament Nacional, y el de Matteo Salvini, la Liga Norte, anunciaron el martes que dejarían de compartir grupo europarlamentario con la formación de extrema derecha alemana. Hasta ahora, las tres fuerzas formaban parte de Identidad y Democracia (ID), junto al partido del ganador de las últimas elecciones de los Países Bajos, Geert Wilders, o, entre otros, el partido Interés Flamenco.

Aunque Krah ya no será la cara visible de la campaña electoral en las europeas de la AfD, es el cabeza de lista de la formación y aún no se sabe si renunciará o no al acta de eurodiputado. Tampoco queda claro si Le Pen y Salvini se quedarán dentro de ID, harán un nuevo grupo europarlamentario o se adscribirán al de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que lleva tiempo intentando seducir a Reagrupament Nacional y liderar un gran partido europeo de extrema derecha. En este sentido, fuentes de Vox destacan que esta ruptura entre la extrema derecha francesa y la alemana puede ser un paso importante hacia el acercamiento entre Meloni y Le Pen que hace tiempo que se cuece.

Meloni y Vox forman parte del otro grupo europarlamentario de extrema derecha del Parlamento Europeo, Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), al que también está adscrito, por ejemplo, el anterior partido de gobierno de Polonia, Libertad y Justicia. Las encuestas estiman que ECR superaría a los 70 de los eurodiputados e ID a los 80. Estos resultados serían los mejores de su historia y al menos una parte de la extrema derecha podría ser clave en la suma de mayorías del Parlamento Europeo.

La misma candidata del Partido Popular Europeo (PPE) y actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha abierto la puerta a pactar con partidos de ultraderecha que sean favorables a la OTAN y de mantener el apoyo en Ucrania, y contrarios al régimen de Vladimir Putin. Es decir, entre otros, a la formación de Meloni, que se prevé que gane los comicios europeos de forma holgada en Italia.

En este sentido, Le Pen quiere distanciarse de la ultraderecha más radical, como la AfD, y acercarse a formaciones que ya han tocado poder y que se ven más moderadas por Bruselas. De hecho, aunque el motivo de la ruptura, según Reagrupament Nacional y la Liga Norte, son las declaraciones del cabeza de lista a las elecciones de la Eurocámara de la AfD, hace tiempo que las tensiones entre estos tres partidos van en aumento . El propio jefe de campaña del partido lepenista, Alexandre Loubet, ha explicado que ya habían advertido a la AfD por anteriores escándalos. "Tuvimos conversaciones honestas y no aprendieron la lección", dijo.

Aparte de las declaraciones sobre las SS, Krah es investigado por haber cobrado dinero de los servicios secretos de China, país que la UE califica de "rival sistémico", y de haber colaborado con el medio de propaganda prorrusa Voice of Europe. Además, uno de sus ex asistentes europarlamentarios está acusado de haber espiado para el régimen asiático y de filtrar información confidencial sobre las negociaciones y debates de leyes que se hacían en la Eurocámara.

Estas acusaciones, que ya han hecho bajar ligeramente la AfD en las encuestas, llegan en un momento en que la UE teme las injerencias de Rusia y China en las elecciones europeas, sobre todo en lo que se refiere a la difusión de información falsa. En la misma línea, la Comisión Europea lleva tiempo expresando preocupación por el elevado número de espías chinos que hay en Bruselas, donde se encuentra la sede principal de gran parte de las instituciones europeas y de la OTAN.

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