Cuarto creciente: 5 de abril, 4.15 h
Luna llena: 13 de abril, 2.22 h
Cuarto menguante: 20 de abril, 3.35 h
Luna nueva: 27 de abril, 21.31 h
GinebraLlega la primavera y con esta estación, noches más agradables y propicias para la observación del cielo nocturno. Este abril nos permite seguir divisando algunos de los planetas que han ido desfilando durante los últimos meses, aunque los encontraremos en distintos momentos de la noche.
Venus podrá observarse en el cielo como un punto brillante durante la madrugada, justo antes de la salida del sol. Alcanzará su brillo máximo en la noche del día 22, y no volverá a mostrarse tan brillante hasta dentro de año y medio. Marte, por su parte, será visible en la primera parte de la noche durante todo el mes. Localizado en la constelación de los Gemelos, formará un triángulo con las estrellas Càstor y Pòl·lux, con las que se alineará la noche del día 10. Júpiter aún brillará con fuerza también durante la primera mitad de la noche. El gigante gaseoso se podrá observar entre los cuernos de la constelación de Tauro. Urano se podrá ver con telescopio o prismáticos cerca del magnífico cúmulo de las Pléyades, también en la constelación de Tauro. Este planeta se pondrá por el horizonte durante las primeras horas de la noche, y hacia finales de mes desaparecerá en el brillo de la noche. Mercurio, el planeta más interior del sistema solar, alcanzará su máxima elongación en la última semana del mes. Será pues un momento propicio para observarlo justo por encima del horizonte momentos antes de la salida del sol en dirección este. En cuanto a Saturno, deberemos esperar hasta el mes de mayo para poder volver a observar a este gigante de los anillos.
Cuarto creciente: 5 de abril, 4.15 h
Luna llena: 13 de abril, 2.22 h
Cuarto menguante: 20 de abril, 3.35 h
Luna nueva: 27 de abril, 21.31 h
Entre el 17 y el 27 de abril se podrá disfrutar de la lluvia de estrellas de los Líridos. Durante el máximo, que tendrá lugar durante la noche del 22 al 24, será posible observar entre 15 y 20 meteoros cada hora, aunque algunos años se han llegado a registrar hasta un centenar de estrellas fugaces. Aunque no son muy abundantes, los Líridos se caracterizan por ser meteoritos muy rápidos y brillantes. A menudo, pueden crear grandes estallidos de luz producidos por bólidos que atraviesan la atmósfera. El punto radiante de los meteoros, desde donde parecen proceder, se encuentra entre las constelaciones de la Lira y Hércules, cerca de la estrella Vega, una de las más brillantes del cielo de invierno y primavera.
Los meteoros que pueden observarse son el resultado de la incineración en las capas altas de la atmósfera de los restos materiales que la estela del cometa Thatcher deja a su paso en su órbita alrededor del Sol una vez cada 415 años. Cuando la Tierra pasa a través de esta estela, las partículas del cometa, que pueden tener tamaños tan pequeños como los de un grano de arena, viajan a una velocidad de unos 46 kilómetros por segundo. Estas partículas se desintegran en la atmósfera y generan las características trazas de colores brillantes en el cielo nocturno.
Aunque no es tan popular como los Perseidos, también conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo y que tienen lugar durante el verano, la de los Líridos es la lluvia de estrellas de la que se tiene una constancia más antigua, catalogada desde hace más de 2.700 años. Éste será un año especialmente interesante para observarlas, en particular durante la madrugada, ya que la Luna se encuentra avanzando hacia su fase de menor brillo. Para una buena observación, como es habitual, es necesario un cielo oscuro y nítido, así que es conveniente alejarse de las grandes ciudades y áreas metropolitanas.
Marte y la Luna se encontrarán en conjunción muy cerca el uno del otro.
Marte se alineará con las estrellas Càstor y Pollux en la constelación de los Gemelos.
La Luna en el punto de su órbita más lejano de la Tierra. El tamaño aparente del satélite en el cielo alcanza su mínimo.
Lluvia de estrellas de los Líridos. Máximo de 18 meteoros por hora. Para verla, será necesario alejarse de las zonas con alta contaminación lumínica.
Venus alcanza el brillo más alto de los próximos 18 meses.
La Luna se posicionará en el cielo nocturno entre los planetas Venus y Saturno en la madrugada.