"Era marihuana podrida": se defienden los mossos acusados de robar plantas decomisadas
Los agentes procesados aseguran que se llevaban las bolsas con las plantas para destruirlas en el punto limpio
BarcelonaRecta final en el juicio en la Audiencia de Girona de un cabo y dos agentes de los Mossos d'Esquadra de Santa Coloma de Farners (Selva) acusados de sustraer marihuana decomisada en operaciones policiales y luego venderla a través de un matrimonio , también acusados en la causa y que no son policías. Este jueves fue el turno de los interrogatorios a los acusados, que sólo aceptaron preguntas de sus defensas para exculparse. Se han centrado sobre todo en dos casos concretos y que están documentados en la investigación que en 2019 realizó la División de Asuntos Internos: una caja con 3,5 kilos de cogollos y cinco bolsas que se llevaron de la comisaría. El cabo, al que la Fiscalía acusa de liderar la trama, afirmó que las cinco bolsas que se llevaron contenían marihuana podrida.
Según aseguró el cabo, después de hablar con el jefe de investigación, él y uno de los agentes acusados las llevaron a destruir al punto limpio. De hecho, aseguró que la marihuana decomisada solía causar problemas en la comisaría de Santa Coloma de Farners por el fuerte hedor que desprendía y porque se solía guardar en la caja del camión, donde "se podría fácilmente". "Aquel día el camión estaba lleno hasta lo más alto de sustancia verde podrida", ha dicho al recordar las bolsas que se llevaron de la comisaría. En cambio, ha negado que llevaran a la marihuana a casa del tercer mozo procesado, tal y como dice la acusación, que cree que este tercer policía era quien hacía de intermediario con el matrimonio que después la vendía. Según la versión del cabo, cogieron las bolsas con plantas podridas y las llevaron directamente al punto limpio.
El agente que acompañaba al cabo en el coche policial no logotipado que transportó la marihuana ha declarado en el mismo sentido que su superior. Aseguró que fue él mismo quien arrojó las bolsas con plantas podridas. "Fuimos directos al punto limpio", insistió, y también negó que antes fueran a casa del otro policía acusado.
Una mochila o una caja con marihuana
Respecto al otro capítulo que ha centrado la investigación, en el que se acusa a este agente de llevar una caja con 3,5 kilos de marihuana decomisada en casa del tercer mozo, ha dicho que en realidad lo que le trajo fue una mochila que se había dejado en el trabajo y, como el otro hacía el turno de mañana, había plegado antes que él.
El tercer policía acusado aparece en diferentes grabaciones que hizo Asuntos Internos cuando le seguían durante la investigación. Las imágenes le exponen transportando varias bolsas y una caja hasta casa del matrimonio acusado de vender la marihuana decomisada. El agente ha defendido que lo que había en las bolsas y en la caja no era marihuana, sino "material para ir en moto". Según ha dicho, les conocía desde hacía años y la pareja le dejaba guardar la moto en su garaje porque en casa no tenía sitio. Incluso le habían dado una clave, añadió. Cuando Asuntos Internos registraron la casa de este agente tras su detención encontraron marihuana, y en el juicio defendió que era "para uso personal", porque sufría de dolor de espalda y fumar la droga le relajaba.
También se encontró marihuana en el registro de casa del matrimonio acusado de venderla. En su caso, tenían toda una plantación. La pareja admitió que tenía una relación de amistad con el tercer mozo, pero no con los otros dos y, de hecho, los cinco acusados negaron haber tenido una relación entre ellos. En cuanto a las conversaciones telefónicas en las que hablaban de intercambios de marihuana y de dinero, la mujer ha asegurado que "en ningún momento" ha recibido dinero "producto de la droga".