"Tener la mejor idea de negocio no significa poder construir la mejor empresa"

Casandra Vicente, cofundadora de Oshun (la Seu d'Urgell, 1993)

Irene Riart

2 min

Entre la Seu d'Urgell y Barcelona

Casandra Vicente nació en la Seu d'Urgell en 1993, ciudad donde vivió toda su infancia con su familia desde muy pequeña. “Mi raíz es la montaña y quiero mucho al Pirineo”, admite. Vicente explica que, a pesar de nacer en un lugar en el que está tan arraigada, tuvo claro que quería acabar en una gran ciudad como Barcelona: “Siempre pensé que necesitaba poder ir a una ciudad más grande para vivir más experiencias y, sobre todo, para estudiar”. Vicente optó por cursar los estudios de publicidad y relaciones públicas en un centro adscrito a la UB entre los años 2011 y 2015. Después realizó un máster en marketing digital y redes sociales en IM Digital Business School. Aunque Vicente escogió sus estudios sin una vocación clara, reconoce que nada más terminar la carrera “tuvo muy claro que debía centrarse en el marketing digital porque era el futuro” y entró en el mundo de internet y las redes.

Marchar al extranjero con Google

Mientras estudiaba, Vicente empezó a trabajar en el departamento de promoción económica del Ayuntamiento de la Seu d'Urgell como prácticas de la universidad. Sin embargo, luego entró en el mundo de las agencias de comunicación y marketing. “Estuve tres años, entre 2014 y 2017, en varios proyectos y empresas, una de ellas el Grupo Sant Eloi de Andorra”, explica Vicente. Pero al terminar el máster entró a trabajar en Google y se marchó a Dublín, Irlanda: “Al principio trabajaba para Google ayudando a las start-ups a iniciarse en estrategias de marketing en la plataforma, pero después acabé gestionando clientes mayores en el propio Reino Unido e Irlanda como Ikea”. Sin embargo, Vicente reconoce que fue una experiencia complicada, sobre todo en sus inicios, ya que “era un reto muy exigente, tanto por el trabajo como por el idioma”. Vicente vivió en Dublín cinco años hasta que, en el 2022, se marchó de la compañía.

Volver a casa y emprender

Con la irrupción de la pandemia, Vicente optó por volver a Barcelona. “Conseguí tomar el último vuelo que salió de Dublín hacia Catalunya, y pasar la pandemia aquí me hizo replantear muchas cosas”, declara. A pesar de vivir aquí de nuevo, seguía teletrabajando para Google a distancia y decidió acabar dejando su trabajo. En 2022 cofundó Oshun, una plataforma similar a Booking o Airbnb pero en el mundo del body art: “Me hice mi primer tatuaje con 14 años y este mundo siempre ha sido una forma de expresión personal. No había ningún servicio así al sector en todo el Estado, así que nos lanzamos de cabeza”. Ahora, según apunta Vicente, los retos son incorporar la tecnología en este mundo, por ejemplo con NFTs, y seguir creciendo porque “se trata de un mercado con mucho potencial donde apenas se ha invertido con proyectos así”.

Lecciones de vida

“Emprender como tal suena a una experiencia bucólica, bonita y de superación personal, pero la realidad es que no es para todos. Arriesgas parte de tu patrimonio y hay momentos en los que te planteas si te vale la pena continuar o no, ya que no estás ganando dinero y no sabes cómo vas a pagar las próximas facturas. Es cierto que en el mundo privado se puede encontrar financiación, pero siempre hay unas condiciones o intereses, y quizás haría falta más inversión pública. En la mayor parte de las veces tener la mejor idea de negocio no significa poder construir la mejor empresa o ser el mejor emprendedor”.