Montserrat Peidró-Insa

Formación

Mis padres son catalanes, de Barcelona, ​​pero por motivos laborales se fueron hacia el sur, a Alicante y Murcia. Viví por esa zona hasta los 17 años, cuando vine a Barcelona para estudiar COU y entrar en la universidad. Tenía en mente que me interesaban las telecomunicaciones; creía entonces que era una de las profesiones de futuro y lo tuve claro, aunque en mi casa no había ningún ingeniero. Hice la carrera en la UPC hasta que en 1995 me fui de Erasmus a Alemania y ya no volví.

Trayectoria profesional

Mientras estudiaba, trabajé como profesora en una academia de informática. Después, cuando me fui a Alemania, entré de prácticas en HP en 1997 en el equipo de tests y medida. Trabajé en la empresa 18 años, pasando por varios roles hasta terminar como directora de negocio en el departamento de artes gráficas. Pero en el 2016 volví a Alemania para gestionar una división en una multinacional en Heidelberg. Finalmente, hace dos años salí de ello para crear la sede de ALSO en España, un mayorista tecnológico europeo.

Un éxito

“Contra todo pronóstico, haber cambiado de sector a mi edad y con un estatus jerárquico ya consolidado en una empresa”

Un fracaso

“Por miedo, no haber dejado el trabajo en HP antes. También no haber terminado los estudios de piano”

Lecciones de vida

“Lo más importante para que una empresa funcione bien, independientemente del sector, es su gente. Es necesario empoderar a los trabajadores de tus equipos, creer en ellos y compartir objetivos comunes. Las personas pueden ser un factor decisivo entre conseguir el éxito empresarial o sufrir un fracaso”.

“Hay mucho talento desperdiciado por el miedo. No deben tomarse decisiones por miedo a fracasar, sobre todo si eres joven. Es mejor tirarse a la piscina. Aunque no haya agua, ya la pondrás mientras caigas. Me decían que era imposible dar un giro profesional con mi edad y posición, pero lo hice”.