El 'New York Times' y su cobertura sobre jóvenes trans, bajo la lupa
Casi 1.000 colaboradores han firmado una carta pública en la que señalan que el diario da una visión sesgada de la realidad trans
BarcelonaEl New York Times, uno de los referentes mundiales del periodismo, acaba de recibir un toque de atención. Durante la última semana se han multiplicado las críticas hacia el diario por su enfoque a la hora de tratar cuestiones que afectan a la comunidad transgénero. Casi un millar de colaboradores, actuales y pasados, además de subscriptores y lectores de la cabecera, han mostrado su rechazo por la cobertura que está haciendo de temas relacionados con jóvenes trans firmando una carta publicada el pasado miércoles. No es el único manifiesto contra el diario. En una segunda carta, asociaciones como por ejemplo la Alianza Gay y Lesbiana contra la Difamación (GLAAD) de los EE.UU., con el apoyo de personajes públicos como la humorista Hannah Gadsby, acusan al New York Times de tratar la diversidad de género con "una mezcla extrañamente familiar de pseudociencia, eufemismos y lenguaje connotado mientras se publican reportajes sobre niños trans que omiten información relevante sobre sus fuentes".
Aparte de hacer llegar la carta, la GLAAD también ha llevado a cabo acciones de concienciación poniendo en marcha un camión que ya ha circulado por delante de las oficinas del diario con el mensaje: "Querido New York Times, deja de cuestionar el derecho a existir de las personas trans y su acceso a la atención sanitaria". A través de su misiva, las asociaciones de defensa de los derechos de las personas trans reclaman al diario "parar la publicación de artículos sesgados", hacer encuentros con líderes de la comunidad trans cada dos meses y contratar al menos a cuatro personas trans para posiciones a tiempo completo dentro del diario.
Educación y sanidad
El punto crítico que señalan las dos cartas es la manera en la que el diario está tratando el acceso a recursos sanitarios de los jóvenes transgénero y su protección en las escuelas, cuestiones que el partido republicano ha puesto en el centro de su estrategia electoral. Durante el 2022, varios estados republicanos han hecho cambios legislativos para restringir al máximo los derechos de las personas trans, especialmente las más jóvenes, en ámbitos como la sanidad o la educación pública. Los críticos con el New York Times aseguran que algunos de los artículos del diario están siendo utilizados como parte de los argumentos antitrans de los políticos conservadores.
Uno de los reportajes polémicos es Parents and schools clash on gender identity [Padres y escuelas chocan por la identidad sexual], de Katie Baker, que planteaba si las escuelas tendrían que informar a los padres en caso de que sus hijos cambiaran su identidad de género en el contexto escolar y no quisieran que sus progenitores lo supieran. El New York Times cita esta situación como un ejemplo de "las penetrantes tensiones sobre cómo dar cabida a los niños trans" y como un hecho que provoca inquietud en los padres y los hace sentir "malvados". Según los colaboradores del diario, el reportaje deja de lado una cuestión de fondo del debate: el derecho de los niños trans a vivir una transición segura. Además, señalan que la pieza no especificaba que los padres que han llevado esta cuestión a los tribunales forman parte de la estrategia legal puesta en marcha por grupos de odio contra las personas trans. "Estos grupos han identificado a las personas trans como «una amenaza existencial para la sociedad» y buscan reemplazar el sistema de educación público norteamericano por una educación cristiana hecha en casa, dos elementos de contexto clave que la autora no dio a los lectores del Times", dicen.
Los firmantes de la primera carta, que va dirigida a Philip B. Corbett, editor encargado del libro de estilo del diario, señalan que la cobertura del New York Times está cayendo en los mismos errores que se cometieron cuando se informaba de los derechos de las personas homosexuales o del VIH. "Sin duda, recuerda un momento de la historia más reciente en el que era habitual hablar de la homosexualidad como una enfermedad mientras se cenaba en familia, una actitud fomentada en parte por el historial del New York Times de satanizar a las personas queer a través de extensos reportajes científicos", dice la carta.
A raíz de las dos cartas, el director ejecutivo del Times, Joe Khan, ha distribuido un memorándum en el que recuerda a la plantilla que la política interna del diario prohíbe a los trabajadores unirse públicamente a acciones de protesta o criticar o señalar el trabajo de otros compañeros de la redacción. "La cobertura que hemos hecho de cuestiones relacionadas con las personas transgénero, incluidas las piezas que son mencionadas en la carta, es importante y está bien hecha y escrita de forma sensible. Aun así, las personas que han hecho estos artículos hace meses que soportan ataques, acoso y amenazas. La carta ignora el fuerte compromiso del Times a la hora de cubrir todos los aspectos de cuestiones transgénero, incluida la experiencia de vida de las personas trans y los prejuicios y la violencia que la sociedad ejerce contra esta comunidad", argumenta Khan, que asegura que las acusaciones de las que el diario ha sido objeto son falsas.
Lejos de apaciguarse, la polémica ha seguido creciendo. Al día siguiente de hacerse públicas las cartas, el Times publicaba un artículo de opinión en defensa de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, en el punto de mira por sus controvertidas opiniones sobre las personas trans. Una vez más, la dirección del diario se ha defendido asegurando que han publicado múltiples piezas de opinadores a favor de los derechos de las personas trans.