Es que uno ya no puede ni ponerse enfermo...
Ana Obregón causa polémica con la fundación de su hijo Aless, la princesa Leonor sale de fiesta y la pillan, Genoveva Casanova está desaparecida en combate y Guillermo de Gales se agarra vacaciones porque operan Kate Middleton
BarcelonaUna amarga enfermedad me ha mantenido alejado en los últimos meses de esta nuestra querida página dominical y créanme que me moría de ganas de volver. No tanto por mi salud mental –que también...– como por poner un poco de orden en la gruesa maraña que se ha formado en relación con algunos de los running gags más inmejorables de la prensa rosa española e internacional del último medio año. De hecho, creo que ha sido casi providencial que pueda volver esta semana, ya que casi todas las grandes noticias que iban llenando los medios últimamente nos han ofrecido en los últimos días un capítulo nuevo.
Quizás el show más grande de todos ha sido la abdicación exprés de la reina más cool de Europa, Margarita de Dinamarca, a raíz de los supuestos cuernos de su hijo Federico a Mary Donaldson con nuestra imprescindible Genoveva Casanova, la Mar Flores rubia, una de esas personas que sufren una gravísima condición genética que les impide enamorarse de un fontanero, de un repartidor de Amazon o de una dependienta del Lefties por más guapos e interesantes que los encuentren. La mexicana fue casualmente –¿casualmente?– pillada paseando una noche por Madrid con el príncipe heredero danés, lo que hizo saltar todo tipo de alarmas respecto al futuro de su relación marital.
A pesar de que la revista que publicó las fotos en ningún momento les acusaba de ser pareja, Casanova enseguida desmintió que lo fueran, lo que convirtió a aquel affaire presuntamente posh en una irónica bacanal de junk food que todavía dura. A la espera de las repercusiones de esa velada que sabremos en diferido, de momento ya podemos decir que ese reportaje fotográfico ha hecho historia. Para los daneses en general ha supuesto nada menos que un repuesto en la jefatura del estado; y para Donaldson en particular estoy seguro de que al menos habrá derivado en dos o tres herpes labiales después del apasionado beso diseñado desde Christiansborg y ejecutado por ella para sellar el problema. Al menos de palacio hacia fuera...
Este miércoles Lecturas celebraba por boca de Pilar Eyre en Twitter que había "hecho historia" porque sus fotos del futuro monarca con Casanova por Madrid básicamente habían propiciado su abdicación. Si bien hay indicios de que la reina Margarita estaba planeando abdicar desde hacía un tiempo –por ejemplo, porque había retirado el título de príncipes a los hijos de su segundo hijo, Joaquín–, la revista catalana se apuntaba la decisión con mucho orgullo, cosa que es comprensible porque rara vez en el paupérrimo y granhermanesco panorama del corazón actual se pica tan alto. Lo que hubiera resultado interesante que remarcara a alguien –y nadie lo ha hecho– es la tranquilidad con la que se ha normalizado que quien se haya recluido en casa desde el primer momento haya sido la soltera Casanova, que cuando paseaba con Federico por Madrid esa noche, a diferencia de él, no tenía pareja. Tampoco ha sorprendido a nadie que quien debería haber dado explicaciones públicas no las haya dado y, encima, se haya exhibido ante su país como si nada. Cuando se trata de monarcas, parece que se borran las habituales diferencias entre el vigor democrático y social del norte y el sur de Europa.
También ha sido motivo de comentario estos últimos días Ana Obregón, a quien se le deberían haber puesto las mejillas rojas si tuviera vergüenza después de que varios medios apuntaran que aún no había dado todo el dinero que había dicho que daría a la fundación contra el cáncer que lleva el nombre de su difunto hijo. Es decir, que la heredera de La Moraleja estaría actualmente reteniendo el dinero que habría facturado vendiendo un libro que la gente compraba pensando que era benéfico y el de las exclusivas con su hija-limpia que la gente toleraba mejor pensando que –pese a que exponían una menor– tenían un bondadoso propósito ulterior que ahora resulta que quizás no lo era tanto. Del libro dice que todavía no toca porque debe hacer las cuentas y de las exclusivas que ya ha bastado.
Obregón se ha estado defendiendo de estas acusaciones ante algunos periodistas como Lorena Vázquez, a quien le dijo que ya ha dado a la fundación todo lo que tenía que dar porque ahora tiene "una boca para alimentar". Es decir, ha justificado explotar comercialmente la imagen de la niña para poder alimentarla cuando todos sabemos que su patrimonio, según publicó El Mundo, es de decenas de millones de euros. Resulta triste observar cómo su hija-nieta Ana Sandra, antes de aprender a hablar, ya ha pasado por tres estadios sociolaborales diferentes: el primero, el de bebé transoceánico deseo póstumo –y supuestamente hológrafo– de su padre; el segundo, el de elemento generador de capital para la fundación de su padre biológico, y el tercero, el de trabajadora por cuenta propia que se autofinancia la alimentación y los pañales. Black mirror me parece Los Teletubbies al lado a esta historia.
También han sido noticia esta semana los Windsor. Carlos III porque tiene hiperplasia prostática benigna y porque después de ser operado la próxima semana estará unos días alejado de la su actividad oficial. Kate Middleton, por su parte, acaparó titulares porque ya ha sido intervenida. Aunque en el Palacio de Kensington no han concretado mucho, sí han explicado que la operación ha sido en el abdomen y que la dejará fuera de juego hasta después de Semana Santa. De este caso ha resultado curioso cómo el príncipe Guillermo ha comunicado a través del palacio que también se tomará unos días libres mientras ella esté en el hospital y después cuando esté en casa. Cuando lo leí, no podía dejar de pensar en su predecesora Isabel II, que a diferencia de él, al observar dos bajas simultáneas en la familia, hubiera asumido ipso facto los actos de todos ella sola. Guillermo dice que lo hace por estar con los niños, pero no sé por qué a mí esto me cuesta creer, ya que tienen una especie de nanny jefe –de Palencia, concretamente– que coordina el cuidado de las tres criaturas y que cobra más de 120.000 libras anuales. Poco debe quedar por hacer a ellos... Además, este verano nos enterábamos por boca de un excocinero real que a los tres babias de Gales no les dejan ni sentarse en la mesa a cenar con los mayores hasta aproximadamente a los 18 años "cuando dominan el arte de la conversación". Guillermo, estás de vacaciones. Lo sabemos.
La monarquía española tampoco ha dejado de ser noticia por motivos muy exóticos en los últimos meses. Esta semana lo que más ha triunfado es la supuesta borrachera que Elionor habría cogido por Zaragoza. En serio que se ha hablado muchísimo, pero hay que remarcar que de todas las cosas que se están publicando sobre la familia real actual, que la cadete Borbón se emborrachara una noche de juventud me parecería completamente inocuo para lo que le queda de prestigio a esta depauperada institución. De hecho, sólo que un 10% de lo publicado sobre ellos sea verdad, creo que queda justificada la borrachera. Todos somos Leonor.