Puigdemont plantea una consulta en la que votar 'no' a la independencia sea avalar la reforma constitucional
El presidente catalán avanza en La Sexta que pedirá el referéndum a Rajoy y afirma que esto es compatible con la modificación de la carta magna
BarcelonaEl presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha avanzado que el miércoles, en la reunión con el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, le pedirá la celebración de la consulta. "Sería absurdo no plantear la razón de ser de este gobierno", aseveró este domingo en una entrevista en El objetivo de Ana Pastor en La Sexta.
Así, Puigdemont definió a su ejecutivo como "el gobierno del diálogo, el pacto y el acuerdo". "No contemplo que esto se resuelva sin acuerdo, a ver si Rajoy entiende que sólo hay una forma para resolver el problema entre Cataluña y España", insistió en relación a la consulta. De este modo, afirmó que ha intentado "contribuir a que el ambiente sea favorable a la negociación, el acuerdo y el pacto", pero matizó que "los puentes no pueden comunica orillas desiertas".
En este sentido, el presidente catalán subrayó que en realidad "la gente no pide una reforma del Estatuto, pide un cambio en el statu quo entre Cataluña y España". De hecho, explicó que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, le propuso una reforma constitucional en la reunión que mantuvieron, pero que, cuando le preguntó "para hacer qué y con qué mayoría", no supo responder.
De hecho, Puigdemont apuntó: "Votar una reforma constitucional es perfectamente compatible con lo que queremos nosotros". En concreto, señaló que se podría hacer una consulta en la que votar sí fuera votar la independencia y optar por no sería avalar la reforma constitucional que pacten las Cortes Generales, tal como ocurrió en Escocia, cuando el gobierno británico prometió más competencias fiscales -la 'devolution max'- en caso de que el no se impusiera.
"Esto tendrá que pasar por las urnas, no podemos entrar en un escenario como el del Estatuto de 2006", insistió una vez más, reclamando una valentía similar a la del Viernes Santo de 1977, cuando el entonces presidente español, Adolfo Suárez, legalizó el PCE.
En todo caso, destacó que Sánchez no fue a "mercadear" los votos de Democràcia i Llibertat, ya que, de hecho, él es presidente gracias a los votos de Junts pel Sí. Agradeció, sin embargo, que el líder socialista "escuchó mucho".
En cuanto a los próximos pasos, Puigdemont afirmó que, en un año, le "gustaría estar sentado en una mesa de negociación y de diálogo" y, de hecho, insistió en que "esta legislatura no habrá declaración unilateral de independencia", ya que todavía falta convencer a catalanes "para llegar a superar el 50% de los votos". Asimismo, explicó que, si pasada la legislatura de 18 meses ha terminado la tarea preconstituyente que se ha planteado, estará "encantado de ceder las llaves a otra persona" para que sea el presidente que proclame la independencia, como lo podría ser Artur Mas, "un activo muy importante del país".
No habrá más recortes
A nivel presupuestario, garantizó que "Cataluña no hará más recortes": "Montoro sabe que no nos puede pedir más, y eso ya no es algo sólo de Cataluña". A pesar de ello, sin embargo, reconoció que no tiene "un cheque en blanco de la CUP con los presupuestos" pero no duda "de su palabra para garantizar la estabilidad".
Por otra parte, el presidente catalán reconoció que no ha "estado muy cómodo con muchas cosas que ha hecho" CDC, "como cuando pactó con el PP", pero defendió la gestión pública de la época de Jordi Pujol, que separó del caso de fraude fiscal por el que está siendo juzgado. Sin embargo, se mostró convencido de la limpieza de todos sus consejeros, a los que no espera encontrar en casos como el de los papeles de Panamá.
Finalmente, en relación a la polémica quema de la Constitución simulada por Empar Moliner, reconoció que no está "de acuerdo con quemar nada", pero "tampoco con quemar a Empar Moliner por ejercer la libertad de expresión". "La defensa de la libertad de expresión está por encima del mal gusto", sentenció.