Protagonista colateral

Rita Barberá, la alcaldesa abandonada por el PP a la que ahora rinden homenaje

La dirigente conservadora será alcaldesa honoraria de Valencia a título póstumo, aunque la justicia aún investiga posibles sobornos durante sus años de gestión

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16/06/2007. Rita Barberá tomando posesión como alcaldesa de Valencia por quinta vez consecutiva.

ValenciaRita Barberá (Valencia, 1948-2016) fue una persona de carácter fuerte pero, sobre todo, de importantes vínculos económicos, algunos todavía investigados por la justicia. Orgullosa militante del PP, presumía de ser la afiliada número 3 de la formación en Valencia, la ciudad que ahora que el PP vuelve a gobernar el Ayuntamiento la nombrará alcaldesa honoraria a título póstumo. Con este homenaje, los conservadores anhelan cerrar la herida que abrió el apoyo de los diputados populares a la petición de las Cortes para que Barberá abandonara el Senado cuando era investigada por la justicia en el 2016.

Para forjar esa firmeza había contado, sin embargo, con unos pilares sólidos que, desde pequeña, le facilitaron el camino. De origen acomodado, contó con la ayuda de su familia, especialmente de su padre, José Barberá, un periodista que dirigió varios diarios durante el franquismo y que presidió durante 30 años la Asociación de la Prensa en Valencia. También de la rama materna, encabezada por su tatarabuelo, el empresario catalán Miquel Nolla Bruixet, que hizo fortuna con una fábrica de cerámica de gran prestigio.

Inicialmente, Barberá siguió los pasos de su padre y trabajó en varios medios de comunicación. Fue una carrera periodística breve, ya que terminó en 1983 cuando fue elegida diputada en Les Corts. Solo cuatro años después ya encabezaba la candidatura del PP a la Generalitat, en unas elecciones que perdió ante el socialista Joan Lerma.

Fue en 1991 cuando alcanzó la alcaldía de Valencia gracias a un pacto con Unió Valenciana. Encadenó cinco mayorías absolutas y una segunda victoria por la mínima, la del 2015. Durante ese mandato llegaría el famoso discurso del "caloret faller" que derribó su reputación pública por el escaso dominio que exhibió del valenciano.

También logró un buen sueldo, ya que en el 2013 ostentó el honor de ser el cargo electo mejor pagado del Estado. Ese camino de rosas acabó en el 2016 cuando la justicia le imputó por un supuesto blanqueo de capitales para financiar los actos electorales del PP, causa que fue parcialmente archivada en 2021. De hecho, su última aparición pública antes de morir fue una comparecencia como investigada en el Tribunal Supremo.

Su reconocimiento llega cuando todavía se investiga si recibió regalos de Acciona, empresa que en el 2006 también habría dado 2,5 millones de euros a cambio de adjudicaciones. De éstos, 1,7 millones habrían ido a parar a una compañía de José María Corbín, marido de la hermana y jefe de gabinete de Barberá.

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