La salud económica del Barça también depende de un triunfo contra el Dinamo

El club ha presupuestado llegar hasta los cuartos de la Champions, pero Koeman marca el listón en "superar la fase de grupos"

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De Jong y Dembélé, que todavía no tiene el alta, en el entrenamiento del Barça

Sant Joan Despí"Contra el Dinamo tenemos que ganar sí o sí". Esta es la sentencia compartida tanto en la ciudad deportiva como en los despachos nobles del Camp Nou. Deportivamente, no superar la fase de grupos sería un batacazo que acabaría de certificar la deriva del equipo en la Liga de Campeones desde ya hace cinco temporadas. Pero económicamente también sería un gran quebradero de cabeza añadido porque, tal como ha expresado públicamente el vicepresidente económico Eduard Romeu, los gestores azulgranas han elaborado un presupuesto para este curso –y que la asamblea aprobó el domingo– que prevé llegar hasta los cuartos de final de esta competición. La partida presupuestaria que prevé los ingresos por competiciones está cifrada en 38.450.000 euros.

Por el hecho de disputar la fase de grupos, cada equipo percibe una cantidad próxima a los 16 millones, y cada triunfo supone un ingreso adicional de casi tres millones, mientras que el empate se aproxima al millón y la derrota no comporta ningún ingreso en forma de premio. No clasificarse para los octavos de final representaría dejar de ingresar los 9,6 millones de euros correspondientes para acceder a esta ronda y también los 10,6 millones que percibiría el club para acceder a los cuartos. Más de 20 millones con los que el Barça cuenta en el presupuesto, con sus ingresos derivados, como el ticketing y los ingresos por los derechos televisivos.

Por otro lado, si el Barça cae en la fase de grupos se ahorraría tener que pagar algunas primas a unos cuantos jugadores que están previstas en sus contratos, pero en la balanza entre los potenciales ingresos para llegar a cuartos y los gastos que esto supondría el margen de beneficio es muy superior. Además, Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba, en su rebaja salarial para ayudar al club, acordaron perdonar lo que se conocen como variables de fácil cumplimiento que implican, por ejemplo, superar la fase de grupos de la Liga de Campeones.

No ganar este miércoles al Dinamo de Kiev (18.45 horas, Movistar Liga de Campeones) en el estadio sería una bofetada mayúscula al estado anímico del equipo, altamente castigado los últimos años en Europa, y acabaría de rematar el poco crédito con el que Ronald Koeman defiende su cargo. "Sí, es un partido decisivo. No hay otro remedio que ganar el partido. Sabemos perfectamente qué tenemos que hacer, y sumar puntos es la única manera para avanzar en la Liga de Campeones", ha evidenciado el técnico en la previa.

Todo lo que no sea ganar contra el conjunto ucraniano en el Camp Nou podría dibujar un escenario en el que el Barça tendría que ganar al Dinamo en Kiev, superar al Benfica en el estadio y, con toda seguridad, tener que ir a Múnich a sumar también los tres puntos. Podría ser que entonces el conjunto bávaro ya hubiera sellado su clasificación como primero de grupo y no se jugara nada, pero en el Barça no se prevé ninguna otra hipótesis que no pase por ganar este miércoles.

¿Dónde pone el techo Koeman?

A pesar de que los presupuestos del club prevén llegar al menos hasta los cuartos de final, Koeman considera que el listón está, de momento, más bajo. "Tenemos equipo para competir y tenemos que pasar la fase de grupos, pero no se nos puede exigir ganar la Liga de Campeones", ha remachado. Los motivos son los que expone habitualmente: "Tenemos un equipo muy joven y en construcción y hay rivales de muchísimo nivel". "No es el momento de pensar si tenemos que llegar a semifinales o a cuartos... Dependerá de las circunstancias del equipo en cada momento. Ahora tenemos que pensar en el partido contra el Dinamo", sintetiza el neerlandés que, una vez más, no ha escondido que su cuello "depende de los resultados".

De hecho, Koeman no ha tenido pelos en la lengua para expresar una evidencia como una casa: "En los últimos cuatro o cinco años ha habido equipos que han mejorado mucho en Europa y, en cambio, el Barça ha ido a menos". "No tenemos su equilibrio en la plantilla y nuestro club está debilitado económicamente. Todo esto influye", ha añadido, sin hacer tampoco autocrítica, a pesar de que él es el entrenador del equipo desde la temporada pasada. 

Sin Eric ni Araujo

En cuanto al once titular, con Eric Garcia sancionado después de ser expulsado contra el Benfica y con Araujo lesionado, Lenglet podría vivir su primera titularidad de la temporada. La alternativa pasaría por Mingueza, Umtiti o por recolocar a Frenkie de Jong de central. En la delantera, Ansu Fati podría descansar de entrada, teniendo en cuenta que es una semana de tres partidos y que el domingo se jugará el clásico. Coutinho podría ocupar su lugar, cosa que volvería a dejar al Barça sin extremos a excepción del reconvertido Dest.

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