"Lo vivo todo con pasión. La pasión hace que la llama de la vida no se apague"

La periodista Belén De Michele conoció a Lourdes en un chat, hace dos años. “Yo tenía en el perfil una fotografía en el Liceu y ella no tenía ninguna imagen, pero el mensaje que me escribió me llamó la atención. No me dijo ni hola ni nada, me preguntó: «¿La ópera te gusta más en francés, en alemán o en italiano?». Me gustó porque la gente normalmente va muy a saco. Le contesté que en francés, ya partir de ahí empezamos a hablar sin parar”, explica De Michele. Ambas tenían que madrugar pero se acostaron a las tantas. Tenían muchas cosas en común, algunas curiosas: ambas son de una ciudad llamada Córdoba, una de la española y otra de argentina (Córdoba).

Que Lourdes no tuviera fotografía de perfil no le importó. "Soy más bien sapiosexual, el físico es un aspecto secundario, me interesa mucho más una conversación", explica la periodista. Poco después, Lourdes le envió una fotografía y decidieron encontrarse en persona. “Pasó un mes hasta que quedamos y reconozco que fue mi culpa. Nos llevamos 24 años. Yo ya había estado en una relación con mucha diferencia de edad y no fue una buena experiencia: la otra persona le daba mucha importancia, pensaba mucho en lo que van a decir, y era frustrante”. En ese caso, dice, pagaron justos por pecadores, pero un día finalmente tuvieron la cita pendiente, que surgió de forma casi improvisada.

Los momentos antes del encuentro, De Michele estaba nerviosa. “Ya sabía que me gustaría. Era un lunes y fuimos a tomar una copa de vino. Cerramos todos los bares de Madrid y acabamos en la cama: desde el principio la conexión fue muy fuerte”, explica De Michele, quien dice encontrarse con una mujer estilosa, con mucha personalidad y un conocimiento cultural, musical y literario muy grande. Por eso un día ideal para la pareja es un día de descanso que puedan disfrutar de Madrid, de la música y de la gastronomía. "Yo diría que una noche perfecta es una noche de música clásica en directo y después ir a cenar", dice la periodista.

Los miedos que tenía sobre la diferencia de edad se esfumaron enseguida. “Lo vivimos con mucha naturalidad. Sí que a veces nos encontramos con reacciones curiosas”, dice. Les ha pasado, por ejemplo, de ir a la floristería y discutir para ver quién paga y que la florista les diga «Ay, que mones, la típica discusión entre madre e hija». "Nos lo tomamos con humor", asegura.

Para ellas, el secreto de una relación feliz es la comunicación y la pasión. “Yo vivo el amor con mucha pasión y eso lo aplico a todo: en la escritura, en el trabajo, en la pareja. La pasión hace que la llama de la vida no se apague”, concluye De Michele.