Cabaret Pop

La sillita infantil de Bertín Osborne

El asiento del supuesto hijo del cantante de 'Como un vagabundo' ha acaparado la atención mediática rosa española en una semana marcada internacionalmente por la psoriasis de Kim Kardashian

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Bertín Osborne

BarcelonaLas tétricas declaraciones que hizo Bertín Osborne cuando nació su supuesto séptimo hijo no fueron ni mucho menos el último esperpento en relación a su renovada paternidad. Tres días después de que naciera la criatura, Osborne utilizó todo el saber y sensibilidad que ha acumulado a lo largo de sus 69 años de vida para conceder una entrevista a ¡Hola! en la que explicaba que había decidido que no quería ser padre. "He decidido que no quiero ser padre", dijo a la siempre generosa revista del saludo.

Más allá de aprovechar comercialmente las particulares circunstancias en las que ha llegado al mundo su supuesto hijo, molestaba al gran público sobre todo entonces el lamentable verbo que había utilizado para posicionarse respecto a su paternidad: el verbo ser. No había entendido entonces –ni seguro todavía ahora pese a la ola de indignación popular que levantó la entrevista– que, ser padre o no, puede decidirse, pero antes de practicar sexo. Luego ya no. O, por lo menos, no tan fácilmente. Más allá de la tristeza que también debió de oír a la mujer que ha engendrado a un hijo con él después de leer aquello, la entrevista resultaba especialmente miserable para la criatura, que a poco que la alfabeticen de mayor podrá leer en la hemeroteca que tres días después de nacer su padre prefirió pasar el rato con una revista antes que con él y que, encima, lo hizo para proclamar que no tenía ni pretendía demostrar ningún cariño al pequeño, del que se desentendía afectivamente sin vergüenza. O peor aún: con orgullo. Lo suficientemente orgullo para aparecer explicándolo en una portada.

Aquel despropósito que debería estar tipificado como delito contra la integridad moral de una criatura indefensa de la que se jactó públicamente que no pensaba atender más allá de la vertiente económica –"si se confirma que es mía"...– ha desembocado en un vodevil ininterrumpido desde entonces a mass media españoles. Los más progres se fijan porque criticar a Osborne siempre les aporta visitas y satisfacción, y los más conservadores porque Osborne es de casa y no se le puede desatender. Sin embargo, en ambos casos la última prioridad de los editores es el bienestar del niño "ni buscado ni deseado" que Osborne ha tenido con la empresaria Gabriela Guillén, que ya se ha convertido en un personaje de primer orden en España a pesar de que no está sacando todo el jugo que pudo sacar a esta indeseable situación.

Nuevo –y freaky– entrega

Tan fuerte es el hype sobre toda esta cuestión que esta semana ha estado marcada informativamente por el robo de la sillita de seguridad del niño en el coche de su madre. En Telecinco dieron detalles sobre este suceso y, en vez de cambiar de tema rápidamente al ver que era una minucia, siguieron profundizando hasta que en un punto álgido del delirio mediático alguien puso sobre la mesa que tal vez esa sillita había sido robada del aparcamiento de Guillén porque alguien quería utilizarla para buscar restos biológicos que sirvieran para averiguar la incierta paternidad de Osborne. "Mi teoría es que se lo han robado para conocer la paternidad que tanto está esperando la gente", dijo en directo Raquel Arias, una amiga de Guillén que ahora ha encontrado trabajo de colaboradora televisiva. Evidentemente, el revuelo que han generado estas declaraciones en la rosaesfera kitch española ha sido de 10 sobre 10 en la escalera de Richter.

Al llegar estas elucubraciones a las orejas del padre - no padre de la criatura, éste no ha podido resistirse a algo de protagonismo extra sobre la cuestión, que capitaliza a través de Instagram, donde le siguen casi medio millón de seres presuntamente humanos, a los que vende sus vinos, su música e, incluso, su colonia, la cual no quiero ni imaginar de qué huele. En la red de Mark Zuckerberg, Osborne dijo a través de un vídeo que estaba alucinando con la imaginación que corre por los platós de televisión. "Me acabo de enterar de lo que le ha pasado a Gabriela en el coche, que le han roto el cristal y le han robado la sillita del niño que tenía", explica Osborne, que acaba de ser abuelo –no lo digo por haber tenido un hijo a su edad, eh, no sean malpensados...– porque su hija Claudia tuvo una niña la semana pasada. "Me han dicho también que hay un alienígena o dos que han dicho que si yo tengo algo que ver por el tema del ADN. A ver, deje de fumar esas cosas malas que fuma, cambia de camello. ¿Cómo ¿se pueden decir estas chorradas? ¿Estamos todos locos o qué? Como dice mi amigo Carlos Herrera, en este país ya no cabe ni un tonto más", ha exclamado el cantante de rancheras, patriota declarado de España pero no de la su gente, a la que ahora sabemos que considera abiertamente "tonta" de forma mayoritaria.

El robo de esta sillita, que ya ha sido denunciado a la policía por la madre "del niño" –la fórmula que utiliza Osborne en el vídeo para referirse a su probable hijo–, quizá da mucho más de sí, ya que ahora seguro que algún guionista de Mediaset está buscando el objeto en Wallapop para –aprovechando la ocurrencia– realizarle pruebas de ADN en directo en algún programa. Mientras, sólo nos queda rezar para que cuando "el niño" sea mayor ya no exista el derecho a la información ni Google ni nada, porque como vea el circo parental, social y mediático que se generó a su alrededor quizá la primera comunión la haga a Supervivientes... O a la López Ibor.

Por cierto, que tampoco piensen ustedes que fuera de las Españas la cosa va mucho mejor. Esta semana ha sido noticia que Kim Kardashian tiene psoriasis, algo que sabemos desde 2010. Algunos medios incluso le han dedicado fotonoticias con carruseles de imágenes que dejaban constancia de todas y cada una de las manchas que le había dejado el último brote de la enfermedad. También han repasado los remedios que la estrella de Instagram ha utilizado para intentar curarse. Uno habría sido acudir a los médiums. "Me encantan los médiums, estoy obsesionada. Cualquiera que me conozca sabrá que adoro conectarme con el mundo espiritual para poder averiguar cualquier cosa sobre mi psoriasis y cómo solucionarla", han recordado algunos medios sobre una explicación que va dar el 2017. "He ido explorando cada órgano de tu cuerpo, buscando el problema. En tu caso, definitivamente es el hígado. Tienes unos niveles muy altos de cobre, que es una dermotoxina, lo que se traduce en veneno que flota hasta en la piel", dijo el médium Anthony William en la celebrity tras explorarla, ante los escasos resultados, con los ojos cerrados y la luz apagada, ya que, siete años después, Kardashian sigue teniendo psoriasis. Como era de esperar.

Kim Kardashian yendo a ver su médium

Hay mucha gente que dice que la prensa rosa no sirve para nada, pero sinceramente me parece una aproximación muy miope. Si cada vez que lees algo haces lo contrario que hace el famoso o famoso, seguro que estarás haciendo lo correcto contigo mismo y con el resto de personas. Los casos de Kardashian y Osborne –¡por este orden!– así lo demuestran.

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