Moda

Cómo vestir con estilo y de forma sostenible en la playa

Las marcas apuestan por un proceso de producción responsable con materiales reciclados, fibras duraderas y un diseño 'eco-friendly' para crear prendas que cuidan el medio ambiente

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Una de las propuestas de Bohodot para este verano

BarcelonaBañadores de proximidad, complementos artesanos, bolsas transformables o toallas elaboradas con materiales reciclados. Disfrutar de la playa o la piscina y hacerlo de forma estilosa, cuidando el medio ambiente, es posible, y ahora, además, está al alcance de los consumidores con una oferta amplia, diversa y casi ilimitada. El aprovechamiento de materiales en desuso, el reciclaje y el rediseño de los productos más demandados en verano, bajo los criterios de sostenibilidad, conciencia y transparencia, están a la orden del día, y muchas marcas catalanas ya nacen con estos valores incrustados en su ADN. Otros están en proceso de reconversión. Hagamos un repaso de la indumentaria indispensable para el baño a través de firmas de proximidad que se mojan sin perjudicar el entorno.

Un baño de reciclaje

Cataluña concentra la mayoría de marcas especializadas en baño que hacen los deberes en materia de sostenibilidad. De hecho, este valor ya prácticamente no debe explicarse. "Cuando nadie se preocupaba de hacer las cosas bien, nosotros ya teníamos una comunidad a través de la cual poníamos en duda la evolución del sector y su impacto", asegura Pepe Barguñó, fundador de Thinking Mu, uno de los sellos catalanes de ropa y complementos sostenibles que lideran el cambio. "Nuestros productos utilizan un 45% menos de agua, consumen un 30% menos de CO₂ y utilizan un 13% menos de fosfatos, si tenemos en cuenta la media de la industria", explica Barguñó, que conoce al detalle el proceso de fabricación de cada producto. En la playa, el diseño tampoco se descuida. "La tela fresca y adaptable hace que, gracias a su rápida capacidad de absorción, no tengas la sensación de llevar realmente un bañador", añade. Actualmente, Thinking Mu va un paso más allá y se centra en la regeneración "para devolver a la Tierra todo lo que le hemos tomado", concluye.

Uno de los 'looks' de Thinking Mu.

Quien también lo mira con lupa, eso es All That She Loves, que lleva la esencia de la Costa Brava a sus prendas femeninas. La firma especializada en moda de baño se centra en obtener una tintura lo más responsable posible: “No es un proceso fácil, pero trabajamos con profesionales que innovan en procesos menos contaminantes”, dice Clara Esteve, diseñadora de la firma, que fabrica la ropa en varios talleres del Maresme, Barcelona y Girona.

All That She Loves tiene propuestas con tintes poco contaminantes.

De hecho, la proximidad es un valor indispensable para ser sostenible: "Representa adquirir un producto que no ha hecho miles de kilómetros en avión o barco, con los efectos que tiene esto sobre el planeta", asegura Peque de Fortuny quien junto a su hija, Cristina Torra, lidera Bohodot.

Una propuesta de Bohodot para verano.

Esta firma, con proyección internacional, tiene un compromiso firme con el reciclaje. Según aseguran, más del 70% de los tejidos de cada colección son reciclados y proceden de plásticos sacados del Mediterráneo. "Damos una segunda vida al plástico y contribuimos a la limpieza de la costa", añade Torra. Además, con los tejidos sobrantes de la producción, Bohodot hace otros productos como gomas para el cabello o diademas. "Lo aprovechamos todo", concluye Torra.

Una toalla 100% sostenible

De los residuos del mar también se pueden hacer toallas, el accesorio que nunca falta en una bolsa de playa. Esto es posible gracias a colaboraciones estratégicas entre empresas. Por ejemplo, Sita Murt se ha aliado con la iniciativa Seaqual, que limpia basura marina, para impulsar una toalla 100% sostenible. "Está hecha de algodón reciclado y de plásticos recogidos y previamente tratados", asegura Isabel Esteve, directora de diseño de la firma igualadina.

Sita Murt propone toallas y bañadores para la temporada playera.

En cuanto a ropa indispensable en cualquier maleta de verano, Sita Murt apuesta por las prendas elaboradas con fibras de lino —“Su proceso de producción requiere un consumo de agua muy bajo”, dice Esteve— y los diseños elaborados con viscosa ecovero. Se trata de una fibra que se obtiene de una madera sostenible proveniente de fuentes controladas. El punto tampoco puede faltar nunca. “Representa nuestro know-how por excelencia y se fabrica en talleres de proximidad”, explica.

Las chancletas son veganas

Las chancletas también pueden ser veganas. La firma Duoo, especializada en este tipo de calzado sostenible, ofrece modelos de todos los colores cuyo diseño ergonómico respeta la anatomía. “Incorporamos una tecnología innovadora que permite que el pie adopte una posición natural y se ajuste a la forma de cada uno”, explica Sara Alcañiz, responsable de marketing de la empresa barcelonesa.

Un par de zapatos Duuo para el verano.

¿Y cómo lo palpa el consumidor? A través de las etiquetas o certificados que son criterio de fiabilidad y transparencia. “Pronto incorporaremos el certificado V-Label, que garantiza el cumplimiento de la normativa y asegura a quien le compra que el calzado es 100% vegano”, concluye Alcañiz. Quien también apuesta por el calzado vegano es Toni Pons, con una línea de sandalias de río elaboradas con goma reciclada (en castellano, cangrejeras) que son esenciales para pisar piedras o rocas. Este modelo se añade al catálogo de zapatos de producción artesanal de que dispone la empresa gerundense, con otras colecciones puntuales, elaboradas con tejidos reciclados.

En cuanto a complementos, los capazos hechos a mano viven una nueva juventud y es habitual verlos en todas partes —y en la playa por supuesto—. "Tratamos de utilizar materiales naturales de origen vegetal como el algodón, el yute o el mimbre", explica Ricard Llop, director de marketing de Toni Pons. Aparte de reducir la huella ecológica, estas bolsas tienen una vocación social: “Las fabricamos en centros especiales de trabajo de Ecosol, que emplean a personas en riesgo de exclusión social”, concluye.

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