Vuelven los tuits de Jaime del Burgo y revela ofertas de la prensa
El excuñado de la reina ha reaparecido en las redes con nuevos tuits y con la republicación de los textos autocensurados
BarcelonaJaime del Burgo sigue insistiendo. El excuñado y presunto amante de Leticia ha vuelto a publicar los tuits que borró el 5 de diciembre y ha añadido otros nuevos. Definitivamente, la pashmina de Leticia y la escaleta temporal de la supuesta relación que Jaime del Burgo mantuvo con Leticia eran solo el inicio de una serie de informaciones que no paran de sacudir a la Zarzuela y a una familia real que hace tiempo que se esfuerza por soportar los desequilibrios internos.
El de Navarra está consiguiendo lo que ni la prensa más monárquica ni las presiones internas de los Borbones han logrado en los últimos años: forzar a Leticia a reagruparse con el núcleo borbónico de la familia. Después de que Jaime Peñafiel desvelara en su libro Leticia y yo distintas informaciones de la vida privada de la reina recién casada, Jaime del Burgo, excuñado y presunto amante, el sujeto de la cuestión amorosa, decidió hacer varios tuits detallando, aún más, la relación extramatrimonial que vivió con Leticia.
Aparentemente, el escándalo corrió más por las redes que por las grandes cabeceras del Estado, pero bastó para obligar a la Zarzuela a realizar movimientos. Si bien los reyes recibieron la invitación de la fiesta de celebración de la infanta Elena, de quien Leticia siempre ha querido mantenerse al margen, la primogénita de Juan Carlos en ningún caso contó con la asistencia de los monarcas en su almuerzo de cumpleaños. De hecho, no fue hasta pocos días antes cuando se supo que Felipe y Leticia habían decidido aceptar la invitación de la infanta. Juntos, sonrientes y cariñosos fue cómo los fotógrafos capturaron a los reyes de España en los escasos metros que tuvieron que recorrer entre donde los había dejado el chófer en la calle Panamá y el restaurante Pabú, de Madrid.
La asistencia de los monarcas a la comida era obligada si querían desvanecerse los posibles rumores de crisis matrimonial entre Felipe y Leticia. Y así lo hicieron. El anómalo ejercicio de normalidad llevaba años sin verse, ya que incluso durante las vacaciones en el castillo de Miravent monarcas e infantas hacen grandes esfuerzos para no coincidir en el espacio y el tiempo y, menos aún, con Juan Carlos, personas con las que Leticia sí tuvo que coincidir y compartir mesa el 22 de diciembre.
Los tuits borrados
Pero Jaime del Burgo no ha tenido suficiente con eso. Este jueves el navarro ha decidido lanzar la caballería con cinco nuevos y extensos tuits además de republicar los que borró el 5 de diciembre. "En unas horas la famosa foto de la pashmina la visualizaron 24 millones de personas y el SMS que Letiziña me envió con ella", detalla Del Burgo en su último tuit. Según el empresario, declinó numerosas y suculentas ofertas de diarios y televisiones –tanto nacionales, como El País, como internacionales, en el caso de Paris Match– para explicar su caso porque pensaba que publicando la información en la plataforma X tendría mayor visibilidad y, a su juicio, la decisión fue un acierto. Pero por lo que fuera, aquellas publicaciones fueron borradas el pasado 5 de diciembre. "Fue una equivocación borrar mis posts. Por eso he querido recuperar los más importantes", asegura el excuñado y presunto amante de Leticia.
Veinticuatro horas después de este anuncio, parece que el impacto de los tuits no está teniendo tanto eco como las publicaciones de principios de diciembre, ya que los últimos realizados acumulan 510.000 visitas, un 0,02% de las visitas que dice que obtuvo en la publicación de la foto de Leticia con la pashmina. Aun así, Jaime del Burgo prefiere esta vía desde donde se siente que prima la "libertad de expresión", algo que no ocurre, según dice, en la prensa estatal. De hecho, Jaime del Burgo ha apuntado que el silencio de la prensa española no hace más que evidenciar que "España es un sultanato", haciendo referencia a la voluntad de estabilidad de las estructuras de estado como la monarquía.
Por más que Del Burgo no ha tenido problema en señalar los periódicos que lo intentaron seducir para que explicase todo lo que Jaime Peñafiel ya introdujo en su libro Leticia y yo, y sumando lo que él se ha encargado de alimentar vía X, no se ha atrevido a poner nombre de quiénen y a cambio de qué lo obligaron a borrar los tuits sobre las presuntas relaciones extramatrimoniales que mantuvo con Leticia.
O bien la presión no fue suficiente o Del Burgo aún no ha terminado su trabajo. Ahora desde el perfil del empresario, desde donde solo sigue a la Real Academia Española y a Elon Musk, ha vuelto a publicar cuatro de los tuits que borró: la fotografía de Leticia con la pashmina y el SMS que supuestamente le escribió, las cuatro etapas de la relación con Leticia, un conjunto de anécdotas con los planes de futuro con la reina de España y un comentario político crítico a la gestión de Pedro Sánchez en el gobierno.
