El análisis de Antoni Bassas: 'Brindis después del pacto ERC-En Comú en el Parlament y en Barcelona'

En este contexto, hoy tienen motivos para brindar Ada Colau, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, o Gabriel Rufián, mientras los embajadores europeos en Madrid pueden informar a sus gobiernos que la mayoría independentista en Catalunya está rota y la grieta tendrá tendencia a hacerse cada vez más grande

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Que Catalunya tenga unos presupuestos de 38.000 millones para el año que viene, tan necesitado cómo está el país de gasto público e inversión, es una buena noticia.

Pero como los presupuestos son la ley más importante que aprueba un gobierno cada año y siempre y en todas partes la votación sirve para ver cómo está aquel gobierno de apoyos y alianzas, tenemos que concluir que aquí en Catalunya los apoyos al gobierno para los presupuestos son muy importantes para entender dónde estamos y, por lo tanto, que la votación de ayer va mucho más allá de los presupuestos.

Por ejemplo, la cohesión interna del gobierno entre Esquerra y Junts. Todos los consellers y conseleres dicen que se entienden y colaboran, no lo dudo, pero en el Parlament el representante de Junts, Joan Canadell, es capaz de decirle esto al president Aragonès: “Nosotros somos los de la confrontación con el Estado, los de preservar el mandato del 1 de Octubre y los que siempre, siempre, hemos puesto la unidad por delante. La vía amplia no es unidad de independentistas. Es autonomismo y es el preludio de un nuevo tripartito”.

Y el presidente se va indignado del hemiciclo por eso que le han dicho del autonomismo que acaba de oír por boca del representante del grupo que tiene en el Govern. 

Lo que es evidente, sin embargo, si hablamos de apoyo y alianzas, es que los vínculos entre Esquerra y los comuns se han hecho más fuertes. ¿Se acuerdan de que ayer decíamos que la gran pregunta era si los comuns apoyaban en los presupuestos, entre otras cosas, a cambio de que Esquerra apoyara a los de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona? Pues dicho y hecho. Y Ernest Maragall, que hace apenas ocho días afirmó que había "muchas razones" para votar en contra del presupuesto de Colau, como la "falta de ambición y de proyecto", y que añadió: "Estamos casi obligados a actuar en nombre del interés general de la ciudad", ayer tuvo que salir en público al atril del Parlament a decir que él continúa pensando lo mismo, pero que por necesidad del gobierno de Aragonès se tiene que comer su estrategia municipal con patatas: “Lo que se tiene que explicar es algo en definitiva muy sencillo, que es el anuncio de nuestra confirmación de que votaremos, que permitiremos la aprobación de los presupuestos municipales de Barcelona cuando llegue el momento en diciembre. Lo haremos desde una doble convicción: desde la convicción de que nuestra posición queda absolutamente confirmada con la votación de la semana pasada; aquello es lo que nosotros pensamos y lo que nosotros somos, y lo que nosotros expresamos. La facilitación del presupuesto que daremos tiene que ver con lo que sucede en esta cámara y lo que sucede que no es ni menor ni indiferente”.

Por todo esto, Junts está a disgusto con Esquerra (ya les costó tres meses pactar la investidura), no fueron a la mesa de diálogo con Pedro Sánchez, no fueron a la negociación de los presupuestos con los comuns, pero esto no ha impedido ni que se reuniera la mesa de diálogo ni que se aceptaran a trámite las cuentas, de forma que el malestar de Junts por el indisimulado entendimiento de Esquerra con Pedro Sánchez en Madrid y con los comuns en Barcelona se expresa pero de una manera testimonial. Entre otras cosas porque la alternativa es salirse del Govern. Y de aquí a un mes ya será legal convocar elecciones anticipadas. Vete a saber si la amenaza de elecciones no será la cantilena que oigamos los próximos meses cada vez que tengamos un episodio como este.

La CUP ha hecho de CUP, es decir, poner su modelo de sociedad por delante de que la unidad estratégica del independentismo. Y a Esquerra se le han visto mucho las ganas de ser el eje del sistema político en Catalunya con mirada a la izquierda antes de que con Junts, a quien espera derrotar claramente.

En este contexto, hoy tienen motivos para brindar Ada Colau, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, o Gabriel Rufián, mientras los embajadores europeos en Madrid pueden informar sus gobiernos que la mayoría independentista en Catalunya está rota y la grieta tendrá tendencia a hacerse cada vez más ancha.

Un recuerdo para los exiliados y para los represaliados. Y que tengamos un buen día.

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