El análisis de Antoni Bassas: 'Tiempo nuevo, tiempo lento'

Empieza un tiempo diferente del de antes, a pesar de que con los mismos partidos en el Govern. La mayoría de gobierno de la Generalitat abandona el “tenemos prisa”, y a la vez el nuevo 'president' afirma que Catalunya necesita un zarandeo. Entramos en un tiempo nuevo, el futuro dirá si es de tempo lento, de convalecencia todavía del 1 de Octubre, que lo continúa condicionando todo, pero desde la distancia

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Hoy, 21 de mayo de 2021, Pere Aragonès y Garcia, 38 años (nacido en Pineda de Mar en 1982, cuando hacía dos años que Jordi Pujol había ganado las primeras elecciones en el Parlament después de la Guerra Civil), se convierte en el 132no president de la Generalitat.

El president vuelve a ser de Esquerra Republicana, como no pasaba desde Tarradellas (escogido en el exilio en los años 50) y desde Lluís Companys (en los años 30). A menudo la historia se comporta como una ruleta, quiero decir que es imposible saber en qué número parará la bolita. Heribert Barrera, Àngel Colom, Josep-Lluís Carod-Rovira, Joan Puigcercós, Oriol Junqueras corrieron también la cursa presidencial, pero ha sido Pere Aragonès quién ha conseguido la primera magistratura del país, por la suma de mil condicionantes históricos, el más reciente de los cuales es el encarcelamiento y la inhabilitación de Junqueras, que hoy estaba en el Parlament, viendo pasar la presidencia de muy cerca.

Este que verán ahora era Pere Aragonès en 2003, a los 21 años, cuando fue nombrado portavoz nacional de las JERC, en esta primera fotografía del partido que podemos considerar oficial y que el diario El País rescató hace unos meses. A los 24 años, Aragonès se convirtió en diputado y, hoy, después de cerca de ocho meses de presidente en funciones, ha logrado ser president

Hablamos de él porque hoy es su día. No sabemos todavía qué consellers integrarán el nuevo Govern (tomarán posesión miércoles de la semana que viene). Aragonès es un hombre de partido, de aparato de partido, con formación académica y maneras discretas. Un presidente muy joven, que tiene que lograr una apariencia adulta con americana, corbata y barba. La nube de palabras más utilizadas en su discurso de ayer revela que no habló del 1 de Octubre, que usó más veces país que Catalunya, y que habló de hacer un referéndum acordado con España y de conseguir la amnistía para los presos y los exiliados, después de haber empezado diciendo:

Siempre hemos afirmado que en un momento en que la política tiene muchas limitaciones para transformar la realidad, porque la fuerza del mercado es el principal agente de cambio y deja a menudo a la política en un papel más corrector que no transformador, una presidencia es, sobre todo, un tono. Un tono para el país. Y en este sentido, Aragonès no tiene ni el liderazgo carismático de Puigdemont ni la oratoria demostrativa e inacabable de Junqueras. Parecería, pues, que vamos hacia una presidencia discreta, aplicada y trabajadora. Curiosamente vamos juntos con los anticapitalistas de la CUP, y de los defensores del embate con el Estado de Junts, que han acordado que sea posible un gobierno que se da dos años de cuello para ver si es posible avanzar primero hacia el final de la represión y después hacia la independencia. La CUP y Junts no lo creen, y Esquerra tampoco mucho, pero ahora que tiene una parte de la sartén por el mango en Madrid quiere jugar sus cartas. Junts, por boca del diputado Batet, dijo ayer que “el acuerdo no levanta expectativas" y que "justamente esta puede ser su virtud”. Mientras tanto, el president Puigdemont guarda silencio y el president Torra critica el pacto. Empieza un tiempo diferente del de antes, a pesar de que con los mismos partidos en el Govern. La mayoría de gobierno de la Generalitat abandona el “tenemos prisa”, y a la vez el nuevo president afirma que Catalunya necesita un zarandeo. Entramos en un tiempo nuevo, el futuro dirá si de tempo lento, de convalecencia todavía del 1 de Octubre, que lo continúa condicionando todo, pero desde la distancia. 

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea del covid-19, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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