Australia aplica la ley con Djokovic

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Los familiares y el cuerpo técnico de Djokovic durante una rueda de prensa en apoyo al número 1 mundial.

BarcelonaEl tenista Novak Djokovic, número 1 del mundo, se encuentra retenido en un hotel de Melbourne hasta que el lunes un tribunal dictamine si tiene derecho a entrar en el país aunque no esté vacunado contra el covid-19, tal como es obligatorio según la normativa australiana. Sus abogados aseguran que el deportista dispone de una exención médica serbia porque pasó la enfermedad hace unos meses, pero lo cierto es que hay declaraciones de Djokovic en las que muestra una posición ambivalente con las vacunas (dice que no quiere posicionarse a favor ni en contra), de forma que todo apunta que en realidad no se ha querido vacunar. De hecho, el propio Rafa Nadal, que ha pasado la enfermedad hace muy poco, ha sido muy crítico con el serbio.

El caso ha dado la vuelta al mundo por la relevancia del personaje, y es una prueba de fuego para las autoridades australianas, que ahora tienen que decidir sobre este caso concreto, con todo lo que supone. Pero el primer ministro australiano, Scott Morrison, ha sido muy claro: "No hay casos especiales, las reglas son las reglas". Efectivamente, ¿en qué lugar quedarían los llamamientos de las autoridades a vacunarse si puede haber excepciones a las reglas para personas concretas, por muy famosas que sean?

El caso de Djokovic es especialmente ilustrativo porque demuestra que alguien, aprovechando que tiene recursos e influencia, puede adoptar una postura insolidaria e incluso peligrosa para el resto de personas que coincidan con él. Puede contratar a los mejores abogados y buscar una argucia legal para saltarse la obligatoriedad de la vacuna. Por eso es tan importante que, si esta es su voluntad, no se salga con la suya y Australia le deniegue la entrada hasta que cumpla los requisitos. Los australianos han sufrido los confinamientos más estrictos debido a la política de covid 0 y han ido a vacunarse de forma masiva. ¿Por qué ahora tendrían que hacer excepciones con un tenista antivacunas?

Hay que subrayar que el movimiento negacionista se ha convertido ya en un problema de salud global, porque la inmunización solo es efectiva si alcanza a una amplia mayoría de la población. Un país tan próximo como Italia ha decretado la obligatoriedad de la vacunación para los mayores de 50 años, y en Francia el presidente, Emmanuel Macron, ha declarado la guerra a los antivacunas. Todas las personas con una mínima relevancia pública tienen ahora una responsabilidad social con las vacunas, y ya no digamos las estrellas mundiales como Djokovic, con el eco que tienen hoy en día las redes sociales. En este caso no se valen equidistancias, porque está en juego la salud de todo el mundo, y especialmente la de nuestra gente mayor.

Esperamos que la lección australiana llegue a todas partes de forma nítida y clara: la vacunación es el único camino para derrotar el virus entre todos, y si alguien quiere quedar al margen, poniendo en riesgo la salud de los otros, tiene que asumir las consecuencias. Se llame Djokovic o se llame como quiera.

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