Esto es lo que hay

2 min
Dos forofos con pancartas al Barça-Alavés de sábado.

Cuando a Sergi Barjuan le preguntaron este sábado cómo pensaba preparar el partido ante Dinamo teniendo en cuenta que Piqué y Agüero acababan de unirse a la lista de bajas, contestó: “Es lo que hay”. Y sí, efectivamente, esto es lo que hay en el Barça. Este martes se juegan el pase a octavos en la Champions con un técnico interino al que no se le pueden exigir milagros ni pedir cuentas. Él hará lo que buenamente pueda porque esto es lo que hay y ni siquiera sabe durante cuánto tiempo seguirá trabajando porque su jefe, Laporta, sigue improvisando. 

No se ha cumplido ni un mes de la ratificación pública que hizo de Koeman en Madrid dos días después de afirmar en un encuentro con periodistas que estaba sentenciado y que además Xavi estaba verde. Y ahora que ya ha despedido a Koeman en un avión- y que no ha podido aún cerrar la contratación de Xavi- comienza a deslizar que tiene otras opciones como si lo tuviera pensado, planificado y organizado cuando la única constante desde que llegó a la presidencia ha sido la improvisación.

Sergi Barjuan aplaudiendo a sus jugadores con la grada medio vacía del Camp Nou en segundo plano.

Pasó con los avales de madrugada. Y cuando le pidió a Koeman 15 días para encontrarle un sustituto y más tarde incluso aseguró que quería renovarlo. También cuando estaba convencido de que Leo Messi se iba a quedar. Y cuando no veía necesario un referéndum para el Espai Barça. Y cuando suspendió la Asamblea de compromisarios porque empezaba el partido. Y cuando iban a jugar en el Johan Cruyff mientras se acometían las obras en el Camp Nou. Y hasta cuando los compromisarios votaron que se incluyera incluir específicamente el respeto a los Derechos Humanos en los Estatutos del Club y tres días después anunció un partido amistoso en Arabia Saudí. Y así todo. 

No, a Sergi Barjuan no se le pueden pedir explicaciones, pero a Joan Laporta sí. Y su mandato hasta ahora es un caos mientras él se sigue empeñando en proclamar que lo tiene todo controlado cuando, a la vista está, es mentira. Llegar al momento crucial de la temporada en la que te juegas seguir en la Champions con un entrenador interino, sin sustituto y hacerlo pasar por un plan sin duda tiene mérito. Habrá quien se lo siga creyendo y se encoja de hombros mientras murmura un resignado “esto es lo que hay”, pero ante el Alavés el estadio estaba medio vacío y es un síntoma de que las excusas ya no cuelan. 

stats