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ANÁLISIS

El pacto de no agresión entre ERC y Junts

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, junto al de ERC, Oriol Junqueras, en Waterloo. EVA ERCOLANESE / EUROPA PRESS
16/03/2025
Subdirector y delegado en Madrid
2 min
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BarcelonaNo nos engañemos. ERC y Junts continúan con su guerra, la coordinación es inexistente y la desconfianza mutua sideral. Pero también es cierto que la endemoniada aritmética parlamentaria en Madrid hace que cualquier cosa que uno de los dos pacte con el PSOE necesite los votos del otro para ser aprobada. Es decir, ambos tienen capacidad de veto mutuo para descarrilar los acuerdos que se consigan. Pero esto es algo que no está pasando. Sea porque hay un acuerdo no escrito para no boicotearse mutuamente, o sea porque se aplica la lógica política del chiste del dentista, lo cierto es que ni Junts ha amenazado con tumbar el acuerdo sobre la condonación del FLA alcanzado por ERC ni los republicanos han twitteado sobre el acuerdo para traspasar las competencias sobre inmigración.

La aritmética parlamentaria y la necesidad que tienen ambos de poder lucir ante las respectivas parroquias sus logros negociadores han llevado a un escenario inédito de colaboración forzada. Lo imposible durante el Proceso, ahora funciona, aunque sea a nivel informal, en Madrid.

La negociación de la amnistía ya fue una primera cata de esta colaboración. Allí ambos llegaron a la conclusión de que si coordinaban las posiciones tenían mayores posibilidades de hacer ceder al PSOE. Y funcionó. Ahora habrá que ver qué ocurre, por ejemplo, con el nuevo sistema de financiación, que si bien es una bandera de ERC Junts también lo incorpora en su pacto para la investidura de Pedro Sánchez. En este caso, la negociación es extremadamente compleja porque hay muchos actores implicados, empezando por la consellera de Economia, Alícia Romero. Ésta será la verdadera piedra de toque de la legislatura. Oriol Junqueras amenazaba esta semana desde el diario ARA que sin acuerdo ya pueden olvidarse de presupuestos, en Barcelona y en Madrid.

Y en caso de que haya acuerdo sobre la financiación, Junts también necesitará una prenda, sea con un elemento del mismo nuevo sistema (¿que se tenga en cuenta el coste de la vida?) o con algo relacionado con la ejecución presupuestaria. Como ya ocurrió con la amnistía, una cierta coordinación entre ambos optimizaría los resultados de la negociación. Pero, en política, a veces las cosas también salen bien aunque sea por casualidad.

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