

BarcelonaLa capacidad de innovar de la política catalana es grande. El líder de ERC, Oriol Junqueras, ya dijo que no pensaba apoyar los presupuestos del 2025 y veremos si lo hará en los del 2026. Pero tranquilos. Una muestra es el acuerdo del ejecutivo de Salvador Illa, precisamente con los republicanos y los Comunes, que le garantiza otros 2.000 millones de euros por su funcionamiento sin tener nuevos presupuestos.
Tras el rechazo de los de Jéssica Albiach a las cuentas para el 2024 que empujó a Pere Aragonès a convocar elecciones, republicanos y socialistas recuperan buena parte de lo que tenían pactado el año pasado. Una medida es la rebaja selectiva del IRPF.
Pero suman nuevas, cómo permitir que los particulares puedan pedir crédito al Instituto Catalán de Finanzas (ICF), o un gravamen que duplicará lo que se cobra a quien se aloja en un hotel, un apartamento o un camping, para atraer a los Comunes. Y, al final, todos contentos. ¿Quién dijo que sin presupuestos no se podía gobernar?