Así ayudó el partido afín a Mamdani el Ada Colau del 2019
El Working Families Party formó cuadros de BComú para implementar el puerta a puerta en la campaña de 2019
BarcelonaJunio del 2017. Catalunya hierve en pleno Procés, a las puertas de un verano que marcaría un punto de inflexión en la política catalana. Pero mientras la discusión se centra en el referéndum del 1-O, Barcelona En Comú, con la entonces alcaldesa Ada Colau al frente, organiza una cumbre municipalista que reúne a 180 ciudades y unos 700 activistas de la izquierda internacional en la capital catalana. Es el Fearless Cities, un evento que después se expandirá a Estados Unidos y Europa. Allí, se forja un contacto que será clave para la estrategia de movilización de BComú desde entonces: el del Working Families Party (WFP), formación afín al nuevo alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani, y nueva esperanza de la izquierda en tiempo de auge de la extrema derecha. El primer contacto se había producido cuando Colau llegó a la alcaldía, a petición de este partido, por lo que suponía el triunfo de la candidatura de BComú en las elecciones del 2015. Sin embargo, la relación entre las dos formaciones aún se estrechó más de cara a la campaña del 2019, cuando Colau logró revalidar el cargo gracias al PSC gracias al PSC Ernest Maragall.
Pero, ¿qué es el WFP? Se trata de una formación de izquierdas que ha intentado hacerse un hueco dentro del bipartidismo americano intentando promover candidatos más progresistas dentro de las filas de los Demócratas –aunque, en alguna elección, también han presentado propios–. Zohran Mamdani fue uno de esos candidatos y, de hecho, el día de las elecciones municipales el alcalde no depositó el voto en la línea de votación de los Demócratas: lo hizo en la del WFP, un gesto que no pasó nada desapercibido en la prensa local. Dirigentes de BComú también mantuvieron contacto con el partido con ocasión de un viaje a Las Vegas, cuando empezaban a despuntar figuras como Alejandría Ocasio Cortez o Bernie Sanders.
20.000 puertas picadas
Pero el punto de inflexión alcanzó la campaña del 2019, la primera que Colau afrontaba después de haber ganado (contra todo pronóstico) el primer duelo con Xavier Trias por un margen de 17.000 votos. En este contexto, los cuadros de BComú reciben el asesoramiento del WFP a través de dos expertas en movilización ciudadana, Nelini Stamp y Valery Alzaga, con la idea de mejorar una técnica clave para llegar a sus vecinos: lo lleva a puerta. Estas sesiones revolucionan el partido, que pronto se pone a estudiar los datos de voto en los distritos de Barcelona para tratar de adaptar la metodología americana a la ciudad. Una pieza clave en esta relación fue el responsable de temas internacionales de BComú, Kate Shea Baird.
Tal y como recuerda el entonces responsable de movilización de BComú, Enric Bárcena, estaba el reto de "superar los prejuicios" hacia incorporar ideas venidas de los americanos, por un lado, y el de adaptar la estrategia al sistema electoral catalán (donde, a diferencia del americano, no hay registros de votantes que den pistas de ir a picar a puertas "frías"). "Pero resultó que hablar con los vecinos es algo muy mediterráneo", afirma Bárcena, ahora asesor de Comuns en el Parlament. De esa idea nació uno de los eslóganes de la campaña para el puerta a puerta: "Haz algo radical. Habla con tu vecina".
Con esta estrategia, dirigentes y militantes golpearon 20.000 puertas antes de las municipales, según datos del partido, tras una prueba piloto en el barrio de Sant Antoni. La metodología incluía anotar cuánto duraba el contacto y realizar un seguimiento de los temas que salían a la conversación y que, según Bárcena, tenían más que ver con inquietudes sobre el estado de la ciudad que con el Proceso, a diferencia de lo previsto. Pero, más allá de los objetivos electorales, la formación pone en valor como esta técnica, que repitieron en el 2023, "mujer voz" a la ciudadanía y la hace partícipe de la conversación política, también como vía para combatir la desafección. "Sirve para tomar el pulso de temas y conversaciones que están en la calle", apunta un militante que participó y que resalta que, además, permite llegar a gente que no se acercaría normalmente a un tenderete.
La esperanza de Mamdani
Para BComú, el puerta a puerta fue un elemento "determinante" para los resultados del 2019, pero también para incorporar a militantes a un partido, BComú, que apenas llevaba cinco años nacido y al que todavía le faltaba músculo: ese mismo año dieron la bienvenida a 1.000 nuevos miembros —en una sesión en el Casinet d'Ho acabarían siendo consejeros de barrio o militantes activos. Seis años después, la relación entre BComú y el WFP sigue. Han realizado formaciones conjuntas en Berlín, con el movimiento sindicalista por la vivienda, y colaboran juntos en redes de trabajo en Puerto Rico y América Latina.
Fuentes de los Comunes no esconden el entusiasmo (e incluso esperanza) con el que han vivido la victoria de Mamdani en Nueva York, en un momento en el que BComú se afana por marcar perfil ante un PSC que tiene las encuestas de cara, mientras busca al candidato para sustituir a Colau. La exalcaldesa ya ha descartado presentarse en las primarias para escoger alcaldable, previstas para enero. Al nombre de Gerardo Pisarello, que este verano sonaba con fuerza como relieve, se ha sumado inesperadamente el del escritor y activista Bob Pop, que ya ha expresado su voluntad de dar un paso adelante.