Aznar y González reaparecen unidos contra la ley de memoria
El expresidente popular acusa al gobierno español de pactar la norma con "terroristas"
MadridHace años que abandonaron la política activa, pero no pueden estarse de opinar sobre cualquier cuestión de actualidad cada vez que reaparecen en público, y a menudo es para criticar la decisión de turno del gobierno del PSOE. El día siguiente que el Congreso de Diputados aprobara el dictamen de la ley de memoria democrática –el paso previo para que la normativa vea la luz verde definitiva la semana que viene en el pleno de la cámara baja–, los expresidentes españoles Felipe González y José María Aznar han cargado contra la norma que pretende declarar el régimen franquista "ilegal" o la "nulidad" de todas sus sentencias, entre otras muchas cuestiones. El expresidente socialista no ha tenido problemas en admitir que no se ha leído la ley, pero que de entrada "no le suena bien"; mientras que el ex dirigente popular ha acusado directamente al gobierno español de haber diseñado una ley con "terroristas", en referencia al pacto con EH Bildu que ha permitido salvar la normativa ante las reticencias de ERC.
"No pueden haber dos lealtades, o se es leal a la Constitución o a EH Bildu. No se puede defender la Constitución, la Transición democrática y aprobar un proyecto de memoria que es un disparate hecho por terroristas y pactado con terroristas", ha espetado Aznar en un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander en que también ha participado Felipe González. El expresidente español no puede creerse que EH Bildu sea socio del PSOE y Unidas Podemos, y menos que deje su sello en una ley como es la de memoria, a la cual la triple derecha siempre se ha opuesto.
De hecho, el PP había propuesto que, si llegaban a gobernar, derogarían esta normativa para implantar una que denominaban como "ley de concordia", impulsada por la cúpula de Pablo Casado. El actual líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, no se ha referido ni ha defendido la normativa de su predecesor para criticar la ley de memoria del gobierno español, pero sí que ha cargado contra el pacto con EH Bildu en los términos que lo hacía el mismo Casado: comparando los abertzales con ETA. Así, ha acusado el ejecutivo de Pedro Sánchez de pactar la normativa con los que "aclamaron, participaron, militaron y compartieron o encubrieron a ETA".
Ampliar el estudio de la represión hasta 1983
"Cuando un gobierno como el actual pacta con el grupo que representa el terrorismo que se investiguen crímenes hasta diciembre de 1983, cinco años después de la aprobación de la Constitución, en la época en que los predecesores del mismo gobierno actual ya estaban en el gobierno, sinceramente creo que significa la casa muy en desorden", ha analizado Aznar. El expresidente se refería a una de las cuestiones que el PSOE pactó con EH Bildu –a pesar de que los socialistas aseguran que lo incorporaron por voluntad propia–: ampliar la línea temporal de la represión y que no se quedara en 1978, sino que llegara hasta el 31 de diciembre de 1983.
Felipe González llegó a la Moncloa en 1982 y los abertzales presionaron para ampliar el periodo de estudio de la represión hasta 1983 para poder incluir a las víctimas de los GAL. Ahora bien, las investigaciones que se podrán hacer más allá del 1978 no serán como las de los casos de la represión franquista comprendidos antes de que acabara el régimen –la ley incluye la creación de una fiscalía ad hoc para estos casos, a pesar de que tendrá funciones limitadas–, tal como erróneamente daba a entender Aznar y como ha difundido en los últimos días la triple derecha. El gobierno español se limitará a crear una comisión para "estudiar" los casos en que se hayan vulnerado los derechos humanos a personas que luchaban por fines democráticos. La "reparación" a estas víctimas la tendrán que determinar los expertos que formen parte de esta comisión.