Crisi a Ciutadans

Carrizosa se aferra a la marca de Cs para sobrevivir en Catalunya

El líder naranja reclamó más autonomía en la última reunión de la ejecutiva naranja

3 min
Inés Arrimadas y Carlos Carrizosa ayer durante la noche electoral.

BarcelonaInés Arrimadas no las debe de tener todas cuando, a pesar de intentar reavivar Ciudadanos con una "refundación", tiene su discurso de despedida en la cabeza. Antes, sin embargo, se plantea jugar una última carta: cambiarle el nombre al partido (ya hace tiempo que en la cartelería "Ciudadanos" comparte protagonismo con "Liberales"). Y aquí es donde llega al fondo de la cuestión en Catalunya. Carlos Carrizosa está dispuesto a defender la marca de Ciudadanos en Catalunya aunque su propio partido haya dejado de creer. El pasado lunes los diputados catalanes reclamaron en dos reuniones ejecutivas centradas en el resultado de las elecciones andaluzas que se les permita mantener la marca, al menos en Catalunya. También pidieron que se les permita una cierta autonomía respecto a la dirección estatal, puesto que, reivindican, el partido funciona "diferente" en el territorio donde nació.

La propuesta de "refundación" naranja sirvió a Arrimadas para ganar tiempo después de los malos resultados en Andalucía. El día siguiente de las elecciones autonómicas –el 19 de junio– ya habló. Y justamente el comité autonómico catalán también convino al poco de la derrota electoral que no quería "ni cambiar de marca ni experimentos". En las reuniones del lunes en Madrid, Carrizosa pidió más información a Arrimadas sobre cómo se concretaría esta supuesta refundación. La respuesta fue que esto todavía se tiene que estudiar y no hay nada decidido. Según una voz del partido en Catalunya, quedan a la espera de más detalles, pero tienen clara su posición.

"La situación de la marca en Catalunya no tiene nada que ver con la que tiene en el resto de España, ni los colores, que para otros pueden suponer un problema", comenta una fuente de la dirección catalana, que señala que también dejaron claro que "en Catalunya hace falta más autonomía para tomar decisiones". Una segunda voz naranja atribuye la mala dinámica, de hecho, a la verticalidad radical del partido, que bajo el mandato de Albert Rivera centró todas las decisiones en la dirección estatal hasta el batacazo del 10-N. Arrimadas es partidaria, recuerda una fuente, de no tener "baronías" en las autonomías: "Quizás es esto lo que se tendría que cambiar".

Un contexto diferente

Desde la dirección catalana insisten que "el contexto político de Catalunya no es el mismo que en el resto de España". Empezando por el "perfil" del votante, mucho más influido por el antiindependentismo y cuestiones identitarias. También destaca que, a diferencia otros lugares de España, sus principales competidores son los socialistas –aunque Vox también se les come buena parte del pastel–. En paralelo, varias fuentes recalcan que el partido está más "consolidado" en Catalunya porque ha tenido más años para hacerse un lugar en el sistema de partidos, y la dirección autonómica está más "experimentada": "Hemos demostrado que somos leales, pedimos un poco de margen", recalca una fuente. Aun así, perdieron 30 escaños en los comicios del año pasado y apenas mantienen un grupo parlamentario de 6 diputados.

Fuentes del núcleo de Arrimadas en Madrid recalcan que la reunión posterior al batacazo de las andaluzas fue de tono "constructivo", aunque hay "temores", y admiten que los miembros catalanes de la ejecutiva reclamaron que se tuvieran en cuenta sus demandas. "Hay cierto consenso que el partido en Catalunya lleva muchos más años, y se tiene que analizar de una manera más particular", concede: "Hay una identificación clara con la marca, han ganado elecciones en el pasado, y esto se tiene que tener en cuenta". En las elecciones que ganaron, el 2017, la cabeza de lista era precisamente Arrimadas.

Admiten, además, que la organización interna del partido "funciona mejor" porque "sus responsables llevan 15 años en el partido". A pesar de que explican que se ha pedido "cierta autonomía y margen de maniobra", recalca que la dirección ha incorporado a la cabeza de lista por Santa Coloma, Dimas Gragera, en el equipo que tiene que analizar cómo se tiene que hacer la refundación del partido, y que se tienen en cuenta las demandas. A pesar de que destaca que todavía no se ha decidido hasta donde llegará la refundación ni si pasará por un cambio de marca, reconocen que una "renovación que también fuera visual podría ayudar a hacer una ruptura mental" con el electorado que haya podido "perder la confianza" en Cs. Con todo, consideran que en Catalunya podría no ser necesario: "Se valorará si se hace, y en caso de que se haga, si se cambia la marca en todas partes o solo en algunos lugares". Hoy por hoy, todo está en fase de estudio, pero Carrizosa ya ha dejado clara su apuesta para mantener la esencia de Cs.

stats