Casado copia a Trillo y “al PP del pasado”

El presidente del PP vuelve a los viejos estrategemas de Rajoy para esquivar el caso Bárcenas

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Federico Trillo con Dolors Montserrat en una imagen de archivo.

Madrid"Los viejos hábitos nunca mueren", dice el refrán. Y es a esos hábitos a la que han vuelto, después de un silencio atronador de cuarenta ocho horas los números 1 y 2 del Partido Popular, Pablo Casado y Teodoro García Egea, al lanzar la conjetura de que la fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y el Gobierno, han pactado la confesión de Luis Bárcenas, de que están en una cacería suya para descuartizarles durante la campaña del 14-F. Tanto insistir en que Bárcenas ha sido condenado -también el PP como responsable civil subsidiario en la Gürtel, sentencia hecha firme por el Tribunal Supremo- para repetir la misma política que el estratega nombrado por Mariano Rajoy en 2010 para la Gürtel, es decir, Federico Trillo. 

Cobró en negro de la contabilidad B, el PP abonó 48.000 euros a su despacho por coordinar a los investigados del PP en la Gürtel y otras causas y además animó la campaña mediática. El 1 de septiembre de 2009, exigió "responsabilidades públicas" al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y al juez Garzón, así como a Rubalcaba, por ser la persona que "utilizó durante su mandato como ministro del Interior a la Fiscalía en contra del PP y de personas inocentes". "Rubalcaba debe dar explicaciones", dijo.

Casado y De Egea, pues, han cogido el guión del PP que es el "pasado", y han cambiado al fiscal general del Estado Conde-Pumpido por Dolores Delgado. Eso es el viejo hábito. ¡Y les ha llevado 48 horas de elaboración! El ataque a los fiscales es una vieja costumbre en la relación PP-Gürtel. Trillo atacó en junio de 2009 a las dos fiscales, Conchita Sabadell y Miriam Segura. "El caso Gürtel podría dar un giro copernicano", anunció en un comunicado. Trillo había maniobrado con el abogado Ignacio Peláez, quien presentó una querella en el Tribunal Supremo en la que pedía la separación de ambas fiscales de la causa. La operación fracasó. El Supremo desestimó la querella. Fue un segundo fracaso. Porque Trillo lo intentó antes a través del gobierno de Rajoy. Pero ni el fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, ni el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón ni el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, accedieron a sustituirlas.

Rajoy tenía toda la confianza en Trillo el Napoleón. ¿Acaso no había logrado Trillo la nulidad del antecedente de Gürtel, el célebre "caso Naseiro" en los años 90 del siglo pasado? Por eso, el 11 de febrero de 2009, dijo Rajoy con el respaldo de su junta directiva: “Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP". Rajoy y María Dolores de Cospedal atacaron al Gobierno de Zapatero en su dia y a Rubalcaba - al muy socorrido ministro del Interior-- pero al tiempo intentaron pasar el "marrón" de Francisco Correa a José María Aznar. Y ahora Casado, criado bajo Aznar y en la junta directiva de Rajoy va en la misma dirección. Con la acusación sin pruebas del conchabeo entre la fiscal general del Estado y Bárcenas. Que no Casado, que no va ser que sí tampoco ahora. Que Dolores Delgado ha estado ocupada en una "comida de amigos", Delgado dixit, con Florentino Pérez, Baltasar Garzón, y Antonio García Ferreras el viernes 28 de enero en la marisquería El Telégrafo, territorio Bernábeu.

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