Casado plantea un 155 encubierto

El PP quiere poner la policía española por encima de los Mossos aunque no intervenga la autonomía

Dani Sánchez Ugart / Ot Serra
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El líder del PP, Pablo Casado, ahir en la presentació de la llista del PP per a les eleccions europees.

MadridSi la dispersión del voto de derechas hace difícil, según las encuestas, una mayoría de gobierno en el Congreso, en el Senado, una cámara revalorizada por su capacidad de aprobar la intervención de una autonomía a través del 155, el dominio del PSOE parece incontestable. El motivo es que el sistema electoral se comporta casi como uno mayoritario en la cámara alta, porque las listas abiertas que teóricamente sirven para elegir los senadores individualmente terminan premiando el partido ganador de cada circunscripción, que suele copar los tres primeros puestos de la lista. Así, casi todas las encuestas apuntan a una mayoría absoluta socialista, y que el PP, Cs y Vox, comprometidos a aplicar el 155 en Cataluña si gobiernan, no tendrán los votos necesarios en el Senado. Por eso, Pablo Casado ya plantea alternativas para acabar interviniendo el autogobierno catalán, evitando el 155.

El líder popular propuso este lunes un paquete de medidas para conseguirlo, la más destacada de las cuales es hacer que las policías españolas -la Guardia Civil y la Policía Nacional- queden por encima de los Mossos, y también la posibilidad de recuperar competencias de las autonomías si la Delegación del gobierno considera que están gestionadas de manera desleal con el Estado. Un completo 155 encubierto por vías alternativas y que no requeriría el voto del Senado. Fuentes populares indicaban ayer que muchas de estas medidas no van más allá del marco legal vigente y que no sería necesario ni hacer reformas. En el caso de la ascendencia jerárquica de los cuerpos policiales, Casado señaló en un desayuno informativo organizado por Europa Press que sólo habría que aplicar la ley de seguridad ciudadana o la de seguridad nacional, que establecen que el ministerio de Interior disfruta de la máxima responsabilidad en materia de seguridad. El PSOE, Podemos y el PNV salieron enseguida a rechazar las ideas de Casado. Concretamente, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidió al PP "seriedad" en las propuestas y le replicó que los Mossos se han ganado la "confianza".

El abanico en el control de la autonomía se extiende también en el campo de la educación, en el que el PP quiere que la Alta Inspección de Educación controle la labor de los profesores y se les pueda llegar a suspender de trabajo y sueldo. Otra de las propuestas, pensada estrictamente para Cataluña, es la disolución del Diplocat a través de la ley de acción exterior, así como la intervención de TV3 con la ley del tercer canal o bien elaborando una nueva normativa. Además, en la sala de máquinas de Génova también se piensa en recuperar el ahogo económico y financiero con el pretexto de la ley de estabilidad presupuestaria, que ya instauró el gobierno de Mariano Rajoy en 2017 con el objetivo de frenar el desarrollo de estructuras de estado.

Múltiples vías de intervención

El líder popular se comprometió desde antes de la convocatoria electoral a aplicar el 155 desde el primer Consejo de Ministros si gobernaba, y había articulado el eje central de su discurso sobre Cataluña en torno a esta promesa. Hacía semanas que en el PP veían cómo la posibilidad de una pérdida de la mayoría en el Senado se hacía cada vez más evidente, e incluso llegaron a proponer a Ciudadanos una lista conjunta para la cámara alta, que habría restado posibilidades a la mayoría absoluta socialista por efecto del sistema electoral. Una semana después del cierre de las listas, y constatado el rechazo de los naranjas a ir juntos, el partido propone las intervenciones alternativas, que complementan el programa recentralizador de la formación conservadora, con promesas como la eliminación de los requisitos de conocimiento de lenguas cooficiales para trabajadores públicos.

El resto del 155 alternativo de Casado se concretaría en forma de ilegalización de partidos que "justifiquen la violencia", y que el líder popular ha equiparado en varias ocasiones con el entorno de la CUP. Ayer se ayudó de las detenciones de siete activistas antifascistas que hubo en Barcelona con motivo de la movilización contraria al acto de Vox. Y también de la retirada de la financiación pública a los partidos con líderes procesados por sedición o rebelión, lo que señala las dos formaciones que forman el actual Gobierno. El líder conservador, además, quiere prohibir la exhibición de "símbolos antidemocráticos como el lazo amarillo en el espacio público" y lo lleva a un grado más y rechaza que, por ejemplo, un médico pueda pasar consulta con un lazo amarillo.

Con diferentes gradaciones, los dos partidos con que Casado aspira a formar un ejecutivo, Cs y Vox, comparten la receta contra el independentismo. La ultraderecha lo lleva un paso más allá y apuesta por la detención del presidente de la Generalitat, Quim Torra, como reiteró ayer en una entrevista en esRadio el líder de Vox, Santiago Abascal. Mientras tanto, Ciudadanos apuesta por un 155 "inteligente", según lo definió la candidata por Barcelona, Inés Arrimadas.

La más que probable pérdida de la mayoría en el Senado arruina los planes de la derecha española de aplicar el 155, pero están determinados a buscar alternativas para laminar el autogobierno catalán.

Una agenda recentralizadora

Lengua

Casado ha planteado la creación de un MIR educativo que recentralizaría la selección del profesorado eliminando el requisito de la lengua cooficial. También quiere impulsar una ley de lenguas para arrinconar el catalán, el gallego y el vasco en la selección del resto de funcionarios.

Competencias

Quiere aprobar una ley de unidad de mercado para recuperar competencias estatales en asuntos económicos. También busca mecanismos para revertir cesiones de competencias si se administran de forma "desleal".

Partidos

El PP plantea la ilegalización de la CUP y la retirada de fondos públicos a los partidos con procesados por rebelión o sedición.

Moratoria

El líder del PP también plantea paralizar todas las cesiones competenciales.

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