La legislatura catalana

¿Puede Cataluña volver a liderar económicamente a España?

Isla durante la presentación de su plan en Madrid.
20/03/2025
3 min
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BarcelonaEl presidente Isla ha manifestado la voluntad de que Cataluña recupere el liderazgo económico en España. Más allá de ser un objetivo necesario y prioritario, habría que realizar algunos matices para no caer en el catastrofismo o la frustración.

En primer lugar, cabe recordar que Madrid ha ganado peso económico en el conjunto de España (del 17,5% del PIB en 2000 al 19,6% en 2023) porque ha absorbido actividad económica de otras comunidades, como Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Pero no lo ha hecho a expensas de Catalunya, que ha mantenido prácticamente constante su peso en el PIB español en torno al 19% desde el año 2000.

En segundo lugar, aunque a menudo se comparan, Cataluña y la Comunidad de Madrid son realidades muy distintas. Cataluña es una comunidad autónoma con una población distribuida en cuatro provincias, un territorio mucho más extenso y con más zonas rurales, mientras que Madrid es una comunidad uniprovincial y más concentrada en torno a su capital.

Para realizar una comparación económica más esmerada, habría que considerar la región metropolitana (o la provincia de Barcelona), ya que es en este núcleo urbano donde se concentra la mayor parte de la actividad económica catalana y es más asimilable a la economía madrileña. La provincia de Barcelona tiene 5,9 millones de habitantes, mientras que la Comunidad de Madrid cuenta con 6,9 millones, cifras más cercanas que si se compara a toda Cataluña (8 millones) con la Comunidad de Madrid. Haciendo esta comparación, el discurso de pérdida de liderazgo económico es más matizado.

El modelo económico de los ámbitos metropolitanos de Barcelona y de Madrid son muy diferentes y, por tanto, difícilmente comparables. Mientras el modelo madrileño está basado en el sector financiero, la consultoría y los sectores regulados ("la economía del BOE"), el modelo de Barcelona está más orientado hacia la exportación, la innovación, la industria y la tecnología. Los datos así lo demuestran. Cataluña concentra el 26% de las exportaciones (Madrid el 13%) y el 24% de la industria manufacturera (Madrid sólo el 9%). El gasto en I+D realizado por las empresas se reparte a partes iguales (Cataluña y Madrid concentran cada una el 27%), pero Cataluña tiene un mayor peso del emprendimiento tecnológico, mientras que en Madrid se establecen las grandes empresas del sector de las telecomunicaciones. Por eso, en los rankings internacionales, Barcelona aparece por delante de Madrid en cuanto a captación de talento digital, atracción de inversión extranjera tecnológica, patentes en el ámbito biotech y producción científica. Según el Startup Heatmap Europe, Barcelona es, por sexto año consecutivo, la tercera ciudad preferida de Europa, después de Londres y Berlín, para ubicar una nueva start-up. El éxito del Mobile World Congress afianza año tras año este buen posicionamiento de Barcelona en el ecosistema digital en Europa. Pocos territorios tienen la combinación ganadora de ser una economía industrial, diversificada y exportadora, y además contar con un potente hub digital.

En conclusión, es necesario seguir apostando por un modelo económico propio de Cataluña y de Barcelona, ​​sin caer en la complacencia pero sin hacer comparaciones engañosas. La vuelta de sedes de grandes bancos y empresas a Cataluña es una buena señal de la confianza y las perspectivas económicas que genera nuestra economía. Pero también es necesario resolver los cuellos de botella que impiden desarrollar todo el potencial económico: la excesiva burocracia y regulación, la baja calidad del servicio de Cercanías, con una falta de inversión acumulada durante décadas, y el déficit de financiación pública que impide, entre otras cuestiones, competir fiscalmente con Madrid o reforzar el estado del bienestar. El futuro de Catalunya se escribe ahora y toca hacerlo apostando por la estabilidad política y la buena gestión de las políticas públicas.

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