Cómo ceder a Vox: el PP valenciano se prepara para la investidura de Pérez Llorca
Ambos partidos negocian cómo formalizar el entendimiento antes del pleno del día 27
BarcelonaSemana clave para conocer todos los detalles del pacto valenciano entre el PP y Vox. A la espera de que se aclare la exactitud de los compromisos que han estado cerrando en los últimos días, se acerca el día rodeado en rojo en el calendario, el jueves 27, cuando se celebrará el debate de investidura de Juanfran Pérez Llorca, aunque antes está previsto que se hagan públicos los términos del pacto. Hace dos semanas que duran las negociaciones de los populares con la extrema derecha en el País Valencià, que hacían prever un pacto rápido desde el principio, sobre todo por la imperiosa necesidad de alcanzarlo por parte de los conservadores. Según fuentes consultadas, desde el momento en que Carlos Mazón dimitió el 3 de noviembre como presidente, Vox planteó a los populares una elección que no tardaron mucho en resolver para mantenerse en el poder: "Gobernar con el programa de Vox o elecciones". Es decir, el dilema entre arrodillarse o esperar al cataclismo, ante unas encuestas que castigan con dureza a los de Mazón, por la negligente gestión de la dana del ejecutivo del territorio.
Así, la predisposición era "muy buena" desde el primer instante, con una implicación total del equipo de Pérez Llorca, secretario general del PP valenciano y candidato a relevar a Mazón. Lo presidenciable, entusiasta y dúctil que siempre ha mantenido una buena relación con Vox, ha dirigido unas conversaciones supervisadas por la dirección estatal que han fluido con un alud de cesiones a la dirección de Vox, representada por los catalanes Ignacio Garriga y Montserrat Lluis. Tan buena predisposición que incluso ha generado suspicacias en algunas fuentes consultadas, que sugieren que las grandes cesiones de Pérez Llorca son un terreno abonado por la dirección de la calle Génova de Madrid para "quemarlo" como candidato y apostar como presidenciable en 2027 por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
En las conversaciones ha emergido la guerra interna enterrada en el partido en el territorio entre el sector del actual candidato, de tierras zaplanistas, Catalá y Génova, pero también con el factor Francisco Camps, que quiere dirigir al PP valenciano, además de la candidatura defendida por el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. La decisión de Alberto Núñez Feijóo de ceder y nombrar a Pérez Llorca ocho días después de la dimisión del presidente contentó el plan de Mazón y Mompó, que querían el escenario actual, además de la apuesta de los dirigentes territoriales por el presidente provincial valenciano en el 2027. presidencia de Mazón, marcada por el anticatalanismo furibundo, la aproximación a los postulados de Vox y, sobre todo, la negligente gestión de la dana. Pero todo apunta a que la nueva etapa será con la persona de su máxima confianza, con un pacto más exigente que nunca con la extrema derecha y con Mazón aún de diputado para no perder el aforo y evitar la causa de la juez de Catarroja –debería investigarlo el TSJ valenciano.
El baile y la presión
Al principio se pretendía cerrar el acuerdo el lunes o el martes de la semana pasada si las conversaciones iban bien. Formalmente, según fuentes conocedoras, sólo quedaron puntos preacordados para recibir el visto bueno "definitivo". En todo caso, Vox manejaba un segundo escenario, que era "dejar correr el reloj" para acabar de exprimir las negociaciones.
El contenido, sin embargo, está bastante blindado, faltan sólo unos flecos, pero con la consecuencia de que el PP ha tenido que "tragarse" unas propuestas como nunca había hecho, dicen desde Vox. Un mensaje para Feijóo y para la presidenta autonómica extremeña que ha convocado elecciones para no depender de la extrema derecha, con fuertes encontronazos con los de Santiago Abascal, con el que está "en guerra".
El propio Garriga dijo el viernes que todos los gobiernos "tendrán que pasar por el aro" de Vox. Es decir, todos tendrán que ceder al "programa de Vox" si quieren gobernar, y tendrán que considerar el capítulo valenciano un episodio más de campaña. Ahora bien, los de Abascal incluso jugaron con la posibilidad de votar no en la primera sesión de investidura si no se había alcanzado el acuerdo deseado, si bien el escenario se ha ido allanando. Los reclamos están en inmigración, con la negativa a recibir a menores extranjeros no acompañados más el establecimiento de la "prioridad nacional" en ayudas sociales para españoles; en fiscalidad ultraliberal; contra el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, con medidas negacionistas climáticas en agricultura y movilidad; y en la "reconstrucción" de Valencia con diques y presas, además de la continuidad en las medidas acordadas por Mazón en cuyo pacto presupuestario piden la ejecución.
Incertidumbre en las formas
PP y Vox mantienen la incertidumbre sobre la fórmula con la que se hará público un acuerdo que ven muy cercano. Los populares preferirían evitar una fotografía y un documento detallado que les ate de manos y pies definitivamente. También temen que una gran escenificación les penalice en exceso electoralmente, y el pánico se ha expandido entre los varones, especialmente con la carrera de comicios autonómicos que se inicia este diciembre en Extremadura.
Es por eso que no han dudado en defender que lo importante no es si habrá un documento, sino que haya transparencia durante el pleno de investidura. "Ese día habrá luz y taquígrafos para conocer la fórmula de gobierno", insistía el jueves el nuevo portavoz de los conservadores en Les Corts, Nando Pastor. "No me preocupa disponer de un documento antes de la votación [...], no es necesario ni vital", decía un día antes el propio candidato popular, Juanfran Pérez Llorca. No lo ven así a Vox, que, mediante su síndico en el Parlamento valenciano, José María Llanos, ha dejado claro que no van a exigir "un documento notarial", pero sí un pacto antes del día 27. "Si Vox apoya la investidura intentará cerrar el acuerdo antes. Si apoyamos la investidura, será porque hay acuerdo", remata.