ERC y Junts utilizan al PSC como espantajo para desgastarse

Ambas formaciones independentistas obvian los pactos que ya han hecho con los socialistas en el territorio

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Albert Batet, Salvador Illa y Pere Aragonès en una imagen reciente del pleno.

Barcelona¿Pactará ERC con el PSC después del 12-M? ¿Y Juntos? ¿Alguna de las dos formaciones independentistas se abre a investir a Salvador Illa como presidente si gana las elecciones? De cara afuera, ambos partidos huyen de cualquier acuerdo con los socialistas y, de hecho, se acusan mutuamente de tener una intención escondida de pactar con ellos. El objetivo es, precisamente, aglutinar el voto independentista en la pugna ERC-Junts por liderar el espacio soberanista el 12-M y, por tanto, tener posibilidades de optar a la presidencia de la Generalitat. Ahora bien, en estas acusaciones cruzadas, ambas formaciones obvian que, tanto junteros como republicanos, ya han gobernado o gobiernan con los socialistas en otras instituciones, desde ayuntamientos a diputaciones. ERC gobierna en los entes de Barcelona, Lleida y Tarragona, mientras que Junts gobernó el mandato pasado en la Diputación de Barcelona y tiene acuerdos en consistorios como Sabadell. Si fuera necesario para impedir una repetición electoral, ¿le veto a Salvador Illa caería?

"Nosotros no pactaremos. [...] Nos gustaría que [ERC] fuera clara como nosotros. Ningún voto de la candidatura que yo encabezo servirá para hacer presidente Isla. Nos tendrá de frente como Pedro Sánchez", decía el jueves Carles Puigdemont, candidato de Junts, en una rueda de prensa organizada por el ACN. De hecho, el expresidente daba por sentado que sería él quien podría optar a la presidencia de la Generalitat y que, en este caso, el PSC no bloquearía su investidura si la mayoría independentista no era suficiente a cambio de garantizar la gobernabilidad del PSOE en el Estado. Puigdemont, además, aprovechó para reclamar a ERC que aclare si hará o no presidente a Salvador Illa. "¿Los votos de ERC servirán en cualquier circunstancia para hacer presidente al delegado del PSOE en Catalunya?", cuestionó.

La respuesta que han ido repitiendo los republicanos estos últimos días es que basarán la negociación postelectoral en tres condiciones: un referendo acordado, financiación singular y "refuerzo" del estado del bienestar y la lengua catalana. En estos supuestos el PSC no casa, ha repetido Aragonès, que también ha evitado ponerse en el escenario que Salvador Illa opte a la presidencia y, cuando se le ha preguntado por esta cuestión, ha repetido las tres líneas rojas que se se ha marcado para los pactos postelectorales. Sí lo descartó el viceconsejero de Estrategia y Comunicación, Sergi Sabrià, en febrero, cuando aún no se habían convocado los comicios de mayo: "Nuestro proyecto es hacer más diputados y gobernar solos, no apoyaremos un Isla presidente en ningún caso", dijo en una entrevista a El Punt Avui.

Sin embargo, Junts considera que los republicanos esconden su intención de volver a formar un tripartito con el PSC y los comunes. Lo decía el miércoles el candidato de Junts, Carles Puigdemont: "El 12-M hay dos opciones, la que haría presidente Salvador Illa con una alianza de todas las izquierdas, catalanas y españolas [...] Y la nuestra, la que plantea una relación de tú a tú con el Estado". Esquerra, por su parte, asegura que tampoco se cree el veto de los junteros en el PSC y utiliza algunas cuestiones como la vivienda para ejemplificar su proximidad ideológica. "Cuando pueden, se juntan", afirmaba el miércoles Aragonés en un acto en Terrassa. De hecho, aseguraba que ambas formaciones tienen la intención de unirse para "expulsar" a los republicanos de la Generalitat.

La posición del PSC

¿Y qué dice el PSC? Los socialistas llegaron a la campaña sin descartar acuerdos con ningún partido, salvo con la extrema derecha de Vox y de Aliança Catalana. Con la carrera electoral ya iniciada, Salvador Illa acotó su política de pactos: afirmó que priorizará acuerdos con fuerzas de izquierdas para gobernar y cerró la puerta a ser investido con los votos del PP. ¿Pero cuál es la posición respecto de Junts? Los socialistas catalanes nunca cerraron la puerta a gobernar con los de Carles Puigdemont, aunque alertan de que será difícil si siguen apostando por la independencia "a cualquier precio". "Veremos qué resultado obtiene Junts y qué decide hacer Junts. Nosotros con Junts hemos tenido ocasión de colaborar en otras instituciones", afirmó el candidato Salvador Illa el jueves.

Este viernes, el propio líder socialista ha matizado sus palabras y se ha mostrado más escéptico sobre la viabilidad del pacto porque los junteros "se autoexcluyen". En una conferencia organizada por la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, ha subrayado que, lo que está expresando la formación independentista respecto a la visión del PSC, son "lógicas incompatibles": "Ellos apuestan por el bloqueo, Carles Puigdemont es bloqueo y década perdida, y yo estoy por avanzar". El socialista ha añadido que no se ve haciendo presidente a un candidato independentista: "Francamente, no". Asimismo, reivindicó que la decisión sobre los votos de la investidura "se tomará en Catalunya" y no en Madrid. Fuentes socialistas insisten en que si Isla gana las elecciones, buscarán un gobierno "estable" y transversal para abrir una nueva etapa en Catalunya después de diez años de gobiernos independentistas. Tampoco esconden que una de las opciones que se plantean es gobernar solos, en caso de que logren distanciarse de sus rivales y el independentismo no sume, informa Martina Alcobendas.

Pactos en ayuntamientos y diputaciones

Tanto Junts como ERC tienen pactos de gobierno en varios municipios catalanes, aunque la dirección de los junteros envió una directiva tras las elecciones municipales que instaba a evitar los pactos con los socialistas y dinamitó, por ejemplo, los pactos que Junts en el ámbito local ya había apalabrado con el PSC en las diputaciones de Tarragona y Lleida. Unos pactos que, después, suscribió Esquerra: los republicanos hicieron gobierno con los socialistas en Tarragona y Lleida y, después del 23-J, firmaron un acuerdo para entrar a gobernar la Diputació de Barcelona. Sólo en la Diputación de Girona gobiernan Junts y ERC. Por otra parte, Esquerra también había iniciado conversaciones con el PSC de Jaume Collboni para entrar en el gobierno municipal de Barcelona, ​​pero el 12-M lo dejó todo en standby.

El escenario post 12-M puede ser endemoniado y, si el independentismo no suma mayoría por gobernar, será clave ver si Junts y ERC deciden romper bloques también a escala nacional o hasta qué punto Cataluña se encamina hacia un escenario ingobernable que aboque a una repetición electoral.

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