Junqueras buscará el aval de la militancia para seguir al frente de ERC

El presidente de la formación asegura que no se ha sentido "presionado" por presentar la dimisión tras las europeas

16/05/2024
4 min

BarcelonaOriol Junqueras anunciaba por carta el martes que quería seguir liderando el partido tras el batacazo del 12-M. Lo hacía tras el paso atrás de Pere Aragonès y que Marta Rovira verbalizara en la ejecutiva del lunes que creía que era necesario un cambio de liderazgos en Esquerra. Sin embargo, el líder del partido asegura que él se ve "capaz" de seguir dirigiéndolo y este jueves ha confirmado su intención de buscar el aval de la militancia para hacerlo. "Quiero someterme al aval de la militancia", afirmó en una rueda de prensa desde la sede del partido. Junqueras, de hecho, ha asegurado que la dimisión tras las elecciones europeas del 9 de junio que anunció el miércoles tras una ejecutiva del partido forma parte de la misma estrategia de centrarse en buscar el apoyo de la militancia de cara a su candidatura en el congreso del 30 de noviembre. Ahora bien, lo cierto es que el movimiento de Junqueras responde a una ejecutiva convulsa en la que el presidente del partido no encontró los apoyos que buscaba.

"Ayer presentando mi dimisión hacía realidad lo que expresaba el martes por carta", ha justificado Junqueras. Precisamente, el escrito que hizo público generó malestar en algunos cuadros del partido, por su contenido y también por sus formas, especialmente del entorno de Rovira y también de Pere Aragonès. La prueba fue que la secretaria general del partido anunció en la reunión del miércoles que no seguiría el camino de Junqueras y, como Pere Aragonès, también daría un paso al lado y no optaría a la reelección de su cargo. Una decisión que ya llevaba tiempo meditando. La dirigente republicana hizo pública su posición en una carta en la que pedía no "reproducir liderazgos mesiánicos". El texto lo escribió ella personalmente y no fue hasta el miércoles que lo expuso frente a la ejecutiva. La posición de Rovira ha recibido muestras de apoyo de varios miembros de la formación en las redes, como el propio Aragonés o el presidente del Consejo Nacional, Josep Maria Jové.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, durante su comparecencia

Ejecutiva larga y tensa

La ejecutiva del miércoles fue larga –duró más de cuatro horas–, con muchos turnos de palabras, y también tensa. En las últimas horas habían ido creciendo las voces que defendían que el líder de la formación también diera un paso atrás para abrir un proceso de transición para encender fuego nuevo y encontrar nuevos liderazgos. Junqueras, sin embargo, ha asegurado este jueves que no se había sentido presionado: "No, en ningún momento. Me he sentido siempre acompañado. Estos días también". "No quiero renunciar a nada a la hora de ayudar a mi partido [...]. El martes decía que quiero someterme al aval de la militancia, por si esperan algo. Quizás no esperan nada". ", añadió.

El presidente de Esquerra llegó a la ejecutiva del miércoles con la idea de dimitir para llevar el partido a un congreso, una posición que compartían la mayoría de cuadros, aunque diferían en la fecha. Oriol Junqueras tenía la idea inicial de celebrarlo ya este mes de julio, incluso planteó hacerlo en septiembre, pero finalmente se impusieron las tesis de otros miembros de la ejecutiva como Marta Rovira de fijarlo lo para finales de año –será el 30 de noviembre–. Aparte de la bifurcación de caminos entre Junqueras y Rovira, en los últimos meses la tensión también había crecido entre el presidente del partido y el equipo de Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat. Junqueras percibía que el Govern no le comunicaba las decisiones importantes, mientras que en Palau han visto los últimos movimientos de Junqueras como un contrapoder en Aragonés.

Sea como fuere, lo que pretende hacer ahora Junqueras es continuar lo que ha estado haciendo en los últimos meses, pero sin ser presidente. El líder del partido ha estado recorriendo el país para reunirse con entidades y sindicatos y hablar con ciudadanos anónimos con el objetivo de acercar a ERC a la sociedad. "Es necesario un proceso de escucha, de reconexión, de reconstrucción del relato, de lo que la sociedad espera de nosotros", ha defendido Junqueras. A partir de ahora lo seguirá haciendo para buscar el aval de la militancia en su liderazgo, pero también para intentar, ha dicho, que la ciudadanía "valore" lo que ha hecho el Gobierno de Pere Aragonès. "Quisiera contribuir modestamente a este proceso de escucha", ha afirmado.

La pelota, en el PSC y Junts para la investidura

Mientras Junqueras busca el aval de la militancia a través de ese "proceso de escucha" que lleva meses iniciando, el partido deberá abrir el debate sobre la investidura. La ejecutiva, que vuelve a reunirse este viernes, será el órgano que tomará esta decisión, y Marta Rovira y Pere Aragonès serán sus máximos dirigentes –Junqueras ha prometido que plegará el 10 de junio–. El todavía líder del partido ha repetido los argumentos que de momento defienden para rehuir el papel de clave que las urnas les han otorgado a la hora de decidir si invierten a Salvador Illa. El líder republicano, en este sentido, ha defendido que son el PSC y Junts quienes deben ponerse de acuerdo para gobernar: "Creo modestamente que aquellas formaciones políticas que han dedicado toda una legislatura a hacer oposición a un gobierno republicano, de izquierdas e independentista como el de ERC, si se han puesto de acuerdo para hacer oposición, deben ponerse de acuerdo para formar gobierno".

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