Puigdemont: en busca de superar a ERC y atrapar al PSC

Antes de la convocatoria electoral, el barómetro del Centro de Estudios de Opinión daba a Junts una proyección de entre 24 y 29 escaños, situándose como tercera fuerza y ​​ligeramente por detrás del resultado de 2021 (32 diputados). Sin embargo, el anuncio de Carles Puigdemont de volver a presentar candidatura a las elecciones de la Generalitat, aparcando de rebote la posibilidad de ir a las europeas y garantizando que volverá para el debate de investidura tenga o no posibilidades de salir elegido, ha dado la vuelta a sus expectativas.

Los sondeos han detectado un crecimiento de Junts hasta el punto de que apuntan a un sorpasso en Esquerra –en las elecciones del 2021 fue al revés– y que incluso pueden pisar los talones a los socialistas, que se sitúan en la primera posición. Sin embargo, esta remontada de Puigdemont puede ser más o menos efectiva en función del resultado del independentismo.

El retorno del expresidente dependerá de los pactos que sea capaz de hacer y ahora mismo su preferencia pasa por Esquerra –que no ha dejado claras sus preferencias entre él o Isla– y la CUP –con los anticapitalistas fuera del Gobierno–, y excluye la extrema derecha de Aliança Catalana (si entra).

Ahora bien, para que Puigdemont pueda ser presidente, Junts, ERC y la CUP deberían sumar mayoría absoluta –no está claro en las encuestas– y encontrar una estrategia compartida, porque desde el 2017 están inmersos en discrepancias. Más difícil lo tiene Puigdemont, en cualquier caso, si estos tres partidos no suman 68 diputados. Pero se ha mostrado convencido de que todavía tendría una oportunidad por ser presidente si sumaran mayoría relativa, es decir, más sí que nos en una investidura a segunda vuelta en el Parlament. Esto requeriría la concurrencia del PSC: una abstención a cambio de que Puigdemont mantenga el apoyo a Pedro Sánchez.