Los alcaldes que han sido destronados del cargo en tan sólo un año y medio
Esquerra ha sido la más afectada con la pérdida de cuatro alcaldías
BarcelonaXevi Fernández (Juntos) se convertía el 18 de septiembre en el nuevo alcalde de Santa Eugenia de Berga gracias a una moción de censura que pactó con una formación independiente para echar a ERC por "la parálisis" del gobierno municipal. Fernández, que ya había sido alcalde el mandato anterior, se quedó a sólo seis votos de la mayoría absoluta en las elecciones, pero un acuerdo entre republicanos y los independientes, que ahora le han otorgado el poder, le dejó fuera del alcaldía. No es un caso excepcional: otros seis alcaldes han sido descabalgados, aunque solo hace un año y medio de los comicios.
El primer relevo fue el más surrealista. El republicano Joan Montserrat fue defenestrado como alcalde de Espinelves sólo cuatro meses después de las elecciones del 28 de mayo con una moción de censura que promovieron sus dos compañeros de partido con el concejal de Junts, Antoni Tanyà, a quien entregaron la alcaldía. Pese a que Montserrat debutó reeditando la mayoría que ostenta ERC desde el 2015 logrando 3 de los 5 concejales, la falta de confianza de los ediles republicanos estaba detrás de un movimiento de sillas tan inesperado como inusual.
A mediados de diciembre, uno de los dos concejales de ERC de Vallgorguina seguía el mismo camino de Espinelves para acabar con el primer mandato de la CUP en un pueblo del Vallès Oriental, donde gobernaba con cuatro concejales propios y dos republicanos. El relevo a la alcaldía, que pasó a manos de Junts, se produjo en un pleno celebrado en medio de una gran tensión con insultos y gritos contra los junteros y el exconcejal republicano Rubén Blanco, que denunciaba que sus ex compañeros l arrinconaban en la toma de decisiones. El gobierno municipal abandonó el pleno justo después de la votación, puso carteles con el lema Volveremos y colgó una pancarta en la que denunciaba el baile de sillas.
Ya en el 2024, concretamente en marzo, llegó el cuarto cambio de alcalde, que también provocó que ERC perdiera la alcaldía ante Junts. El republicano Toni Trilles fue sustituido por la juntera Yolanda Mendo en la alcaldía de Guils de Cerdanya gracias al apoyo de un grupo independiente. La "mala gestión" del hasta entonces equipo de gobierno en el ámbito económico y en el "trato a varios trabajadores municipales" fueron los motivos esgrimidos para presentar la moción. En un pleno celebrado en medio de una gran tensión, Mendo recibió la vara de alcaldesa de manos de su padre, que había sido alcalde de 1995 a 2011 y de 2015 a 2023 (y que volvía a liderar la lista), mientras les partidarios de Trilles se daban la espalda en señal de protesta.
Sin embargo, si hay una moción de censura controvertida, es la que tuvo lugar en Ribera de Ondara una semana más tarde de la de Guils. Esquerra acordó con el concejal de Aliança Catalana, Albert Puig, desbancar de la alcaldía al socialista Francesc Sabanés, que había sido elegido alcalde gracias a la abstención también de la formación de extrema derecha. La dirección de ERC se desentendió del pacto y se desvinculó de la agrupación local y dos días más tarde, su candidata, Elisabet Jové, se dio de baja del partido. El acuerdo preveía que el edil de Aliança fuera el alcalde mientras durara la baja por maternidad de Jové, lo que se cumplió. Este septiembre, sin embargo, Puig renunció al acta de concejal después de que la dirección de Aliança le pidiera que diera un paso al lado al tachar al colectivo LGBTI de "cáncer". Su sustituto se ha quedado como concejal no adscrito, pero el pacto de gobierno no peligra: la alcaldía es de Jové.
Juntos echa a un alcalde investigado por malos tratos
La moción de censura que se produjo en Puigverd de Lleida el primer día de julio, sin embargo, no supuso que la alcaldía cambiara de color. El pleno del ayuntamiento de este pueblo del Segrià aprobó echar al alcalde juntario Josep Solsona, suspendido de militancia por la investigación judicial que pesa sobre él por supuestos malos tratos en el ámbito familiar, y cuya sustituta fuera la número 2, Úrsula Barrufet. La moción contó con el apoyo de los tres concejales de ERC y el del PSC, mientras que dos de los cinco diputados de Junts votaron en contra. El alcalde saliente, que fue, obviamente, uno de los que la rechazaron, no dio la mano a la nueva alcaldesa cuando fue elegida y lamentó que se hubieran "mezclado temas personales".
Finalmente, a finales de julio, tuvo lugar la única moción de censura que ha afectado a la demarcación de Tarragona y un alcalde de una formación independiente. El alcalde de Els Pallaresos, en el Tarragonès, Xavier Marcos, de la Federación de Independientes de Catalunya (FIC), perdió la alcaldía con una moción de ERC y PSC. De esta forma, el socialista Jordi Sans (PSC) sustituía a Xavier Marcos (FIC) y la republicana Maria Grau (que se presentó con las siglas de SOM) asumirá el cargo en el tramo final del mandato.
Hasta la moción, la FIC y SOM gobernaban conjuntamente, pero los impulsores del cambio apuntaron que impulsaban la votación para "redirigir el rumbo del municipio y encarar el futuro con optimismo y renovadas energías". "La situación se había vuelto insostenible porque como equipo de gobierno no remiábamos en la misma dirección y se nos menospreciaba. Intentamos reconducir la situación, pero no ha sido posible", denunciaba Maria Grau para justificar la moción de censura. Probablemente, no será la última.