El líder del PP, Pablo Casado, ha cerrado filas con la elección del PP del magistrado Enrique Arnaldo como nuevo miembro del Tribunal Constitucional (TC) después de la polémica de los últimos días. "Nadie puede decir que haya tenido ningun aspecto de no imparcialidad", ha afirmado en una rueda de prensa después de visitar La Palma. Pero es que, además, Casado ha dejado fuera al TC de su petición de "despolitizar el poder judicial": "Mantengo que se tiene que despolitizar el poder judicial y el poder judicial es el Tribunal Supremo. El Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas no son poder judicial, son órganos constitucionales, y su elección depende de los legisladores". Casado lo ha dicho en referencia a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que continúa encallada. Los populares defienden reformar el sistema de elección para que los jueces sean los que elijan los jueces.
Enrique Arnaldo, la nueva piedra en el zapato en el TC para los líderes del Procés
Se plantean recusarlo
MadridOriol Junqueras, Raül Romeva y Joaquim Forn todavía esperan a que el Tribunal Constitucional avale o rechace sus recursos contra la condena del Tribunal Supremo por el Procés. La respuesta la adoptará un pleno con una composición diferente de la que había hasta ahora, a raíz de la renovación de los cuatro magistrados que tenían el mandato caducado. Salen así el presidente, Juan José González Rivas; la vicepresidenta, Encarnació Roca, y los magistrados Andrés Ollero y Fernando Valdés; y los nuevos integrantes son Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán, Juan Ramón Sáez y Enrique Arnaldo. Faltará por ver si todos ellos acaban formando parte de la deliberación, dado que los abogados de los exconsellers y también del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont se plantean recusar el polémico jurista propuesto por el PP.
Arnaldo ha sido el protagonista de la semana por el cúmulo de sospechas sobre su idoneidad para el cargo, reveladas por varios medios de comunicación, y la culminación ha sido una votación en el Congreso con hasta once votos menos de los previstos. El diputado vasco del PSOE Odón Elorza verbalizó que no apoyó su candidatura y en las filas de Unidas Podemos también hubo varios diputados que rompieron la disciplina de voto. Los motivos de la incomodidad con su figura –admitida incluso por el mismo presidente español, Pedro Sánchez– es su imputación en el caso Palma Arena –finalmente no fue a juicio– y el hecho de que compatibilizara su función como letrado del Congreso con el asesoramiento privado al gobierno del PP en las Baleares de Jaume Matas, entre otras cosas .
El independentismo decidió en bloque no participar en la votación este jueves en la cámara baja, no únicamente por Arnaldo, sino para que el desbloqueo de los órganos constitucionales llegara por un pacto entre las fuerzas del bipartidismo. De todas maneras, los soberanistas tenían razones para rechazar a Arnaldo, en el currículum del cual destacan intervenciones muy críticas con el Procés y sus dirigentes. El nuevo miembro del TC defendió a los jueces del Tribunal Supremo por la campaña de "deslegitimación" que, a parecer suyo, diseñaron los líderes independentistas y negó que se juzgara una "actuación política". "No sirven excusas o subterfugios personales o institucionales donde escudarse con tal de obviar la ley", publicó en Expansión coincidiendo con el arranque del juicio.
Subrayar estos pronunciamientos anteriores será –admiten fuentes de las defensas consultadas por el ARA– la vía para esquivar a Arnaldo que probablemente utilizarán los letrados de los condenados que esperan la sentencia del TC sobre el recurso que presentaron como primera parada antes de recurrir a la justicia europea. Ahora bien, también podría inhibirse él de motu propio, tal como ya hicieron hace unos meses los magistrados Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez, que también estaban contaminados por conferencias y escritos sobre los hechos del Procés.
Sáez y Espejel juzgaron a Trapero
Dos jueces más que entran ahora al TC también han tenido algún contacto con lo que sucedió en Cataluña el otoño de 2017. Espejel y Sáez formaron parte del tribunal de la Audiencia Nacional que juzgó el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, y la cúpula de Interior. La sentencia absolutoria la redactó Sáez, mientras que Espejel formuló un voto particular partidario de la condena. La mayoría de las fuentes jurídicas consultadas consideran que esta circunstancia no tiene suficiente relación con Junqueras, Romeva, Forn y Puigdemont para que se tengan que inhibir de resolver sus recursos.
