ERC apela a los indecisos que no ven con buenos ojos la campaña de "reproches" de JxCat

BarcelonaÚltimo día de campaña y pocos se atreven a pronosticar el resultado del domingo. La única certeza es que la victoria puede ser por un margen estrecho y, ante este hecho, ERC se ha lanzado a pedir el voto de los indecisos a pocas horas de que empiece la jornada de reflexión y ya no se pueda hacer más. Primero lo ha hecho publicando un anuncio en varios medios de comunicación, entre ellos el ARA, en el que apela al apoyo de los que no saben si irán a votar y de los que dudan "entre Esquerra y otra formación política". Después, el candidato republicano, Pere Aragonès, ha intensificado esta búsqueda del voto en el acto electoral de la mañana, donde ha dejado más claro que, sobre todo, apelan a aquellos indecisos que dudan entre la papeleta de Esquerra y la de JxCat.

Esquerra y Junts se han intercambiado críticas toda la campaña, pero los republicanos consideran que sus socios de gobierno se han pasado de frenada, sobre todo en el último tramo. No les ha gustado que, a pesar de firmar conjuntamente el documento en el que se comprometen a no pactar con el PSC, los de Laura Borràs sigan azuzando el espantajo de que es posible que haya un Govern tripartito entre republicanos, socialistas y comunes. Con este rumor de fondo, Aragonès ha apelado a los indecisos a los que no les ha gustado la campaña de "reproches" que, según él, le ha dedicado JxCat. "Laura Borràs se vuelve a equivocar de adversario, esto no es una guerra entre independentistas", ha sostenido, descontento con el último dardo que ha recibido desde JxCat. Así, ha hecho un llamamiento a toda la gente de convicciones republicanas y progresistas a concentrar "el voto en ERC" y, para hacerlo, él también ha acabado lanzando sus dardos contra JxCat. Según Aragonès, ERC puede aportar un liderazgo a la Generalitat "por encima de las visiones de vuelo corto y por encima de pisar el pie al que tienes al lado".

También para acabar de arrastrar indecisos hacia la lista de ERC, los republicanos han presentado este viernes sus propuestas en materia social. La idea estrella, impulsar un plan de choque de 850 millones de euros para ayudar a los trabajadores y a las familias más afectadas por la crisis del covid. Además, ha propuesto ampliar en 100 millones de euros la dotación para la renta garantizada de ciudadanía. Hace tres años, en las catalanas de diciembre del 2017, ERC quedó 10.000 votos por detrás de JxCat y este es el escenario que ahora quiere evitar. El problema para ERC no sería tanto que ganara el PSC, que también, sino volver a quedar en tercera posición. Los republicanos quieren ganar, pero sobre todo quieren quedar por delante del partido de Puigdemont para tener la oportunidad de liderar la Generalitat por primera vez en 80 años. ERC cerrará su campaña electoral esta tarde en las Cotxeres de Sants de Barcelona. A partir de entonces solo le quedará esperar.

Vergés y el veto al PSC

A pocas horas de cerrar la campaña, Aragonès también ha querido intentar cerrar algunas de las carpetas polémicas que se han abierto las últimas semanas. La primera, sobre si Alba Vergés tiene que continuar ejerciendo de consellera de Salud , cosa que el PSC y JxCat tienen claro que no. Aragonès ha vuelto a evitar garantizarle el cargo –a pesar de que es de su mismo partido–, pero ha hecho una defensa más encendida que la última vez de su trabajo al frente del departamento. Así pues, cuenta con ella "para todas las responsabilidades que haya que sacar adelante ahora y en la próxima legislatura". No ha precisado cuáles.

Finalment, también ha asegurado que el veto conjunto que ha hecho el independentismo a pactar con el PSC el próximo gobierno de la Generalitat no es incompatible con seguir defendiendo la mesa del diálogo para buscar una solución pactada en el conflicto político. Y no lo es a pesar de que, si Aragonès es presidente y la mesa se reúne, en el otro lado con quien tendrá que hablar es básicamente con socialistas. Para ERC, se puede disociar el veto del hecho de hablar con el PSC, y la voluntad de hacerlo con el PSOE –y Podemos–. "La voluntad de forzar al estado español a una negociación para ejercer el referéndum de autodeterminación y para poner sobre la mesa una ley de amnistía no la tuerce nada", ha concluido.