ERC y Junts se encaminan hacia un segundo pleno fallido

El ANC propone crear un nuevo órgano dentro del Consell per la República para repensar la estrategia independentista

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Pere Aragonès en una imagen de archivo

BarcelonaLa elección frustrada de Pere Aragonès como 132 presidente de la Generalitat ha dejado heridas en ambos lados. A la delicada relación entre Esquerra y Junts per Catalunya se ha añadido ahora una investidura fallida del candidato republicano: ERC remarca que ellos nunca les habían hecho caer un candidato de investidura –ni con CDC ni el PDECat– y JxCat asegura que han priorizado la CUP a su socio actual de Govern. Con la segunda vuelta de martes a la vista, los partidos independentistas han hecho reunión esta tarde para intentar desbloquear el acuerdo, pero según fuentes conocedoras de las conversas no se ha avanzado suficiente. Esquerra y Junts se encaminan, pues, a un segundo pleno fallido.

Este sábado, en declaraciones a El suplement, de Catalunya Ràdio, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha afirmado que las diferencias con JxCat "no son insalvables" y que el acuerdo "es posible" para martes. "Si hay voluntad, estamos convencidos que seremos capaces de poder encarrilar este acuerdo y hacerlo posible de cara a martes", ha dicho, mientras que el mismo Aragonès, desde la presentación del último libro de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, se ha mostrado convencido que llegan a tiempo: "Seguimos trabajando, seguiremos trabajando desde ahora hasta martes". Más escéptico se ha mostrado el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, que ha afirmado también a El suplement que ve "lejos" el entendimiento. Ha aseverado que el partido de Carles Puigdemont no quiere un acuerdo de investidura, sino "un acuerdo de estabilidad, de legislatura" y que, hoy por hoy, no hay acuerdo sobre las bases de esta estrategia compartida. Lo que sí que ha descartado son unas nuevas elecciones. Este anochecer, en el Preguntes Freqüents de Tv3, la portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha hecho un llamamiento a Aragonès a arremangar-se y participar de las reuniones por la investidura si quiere desencallar el pacto.

En este contexto, el ANC se ha querido implicar en el debate para intentar acercar posiciones entre los dos grandes partidos independentistas. La entidad ha planteado crear un órgano con representación de ERC, JxCat, CUP, ANC y Òmnium –tal como proponen los republicanos–, pero que esté dentro del Consell per la República (CxR), el ente que preside Carles Puigdemont. Una manera de intentar unir las dos visiones sobre el foro que tiene que decidir sobre la estrategia del Procés y que ha hecho encallar la formación del gobierno de la Generalitat.

Paluzie, en una imagen de archivo

En este ente la Asamblea plantea que se debata el rumbo del Procés, más allá de la mesa de diálogo que Esquerra y la CUP han pactado explorar durante los próximos dos años. En un comunicado, la entidad propone "repensar la organización interna del Consell así como buscar un equilibrio de fuerzas en el seno de esta organización" a través de constituir "un núcleo dirigente formato por dos representantes de Esquerra, dos de Junts, uno de la CUP, uno de Òmnium Cultural y uno de la Asamblea". Alrededor de este organismo se sumaría otro donde estarían representadas otras organizaciones del independentismo con menos peso político y social y que ahora también se encuentran en el Consell. Esta es una vía para rebajar los recelos de ERC hacia la composición actual, puesto que hay partidos pequeños –como Demòcrates o Acció per la República– que se consideran afines a Junts.

A parecer suyo, esta sería la manera de reforzar "el espíritu fundacional" del Consell y que vuelva a ser "punto de encuentro y de coordinación del conjunto del independentismo". Para el ANC, tiene que ser un instrumento para la "internacionalización" y preparar "el país para una declaración de independencia efectiva" cuando vuelva "a fracasar el enésimo intento" de acuerdo con el Estado. Fuentes de la entidad aseguran que ambas formaciones han recibido bien la propuesta –se la hicieron llegar la semana pasada– y ven el debate como "una oportunidad" para que haya un solo espacio de coordinación estratégica. Recuerdan que en la pasada legislatura han estado el Consell per la República, los encuentros en Ginebra para buscar una respuesta (sin éxito) a la sentencia del 1 de octubre y los encuentros habituales por las movilizaciones.

El conflicto con el Consell

¿Cuál es el escollo entre Esquerra y Junts en esta cuestión? Los republicanos han pactado con la CUP crear un nuevo ente para pactar la estrategia del Procés, apartado de los focos, que prepare la alternativa si fracasa el diálogo. Este nos tendría que ir desatado tanto de las negociaciones de la investidura como de la gobernabilidad. En cambio, Junts cree que ya existe el Consell per la República para abordar esto y que tiene que ser ahí donde se hable sobre el rumbo a seguir. Apuestan por lo que llaman "bifurcación": que el Govern se ciña a las competencias de la Generalitat y que el Consell prepare el nuevo "embate". Para ERC, sin embargo, esto quiere decir ceder el liderazgo del Procés al expresidente Carles Puigdemont y creen que después del resultado electoral les toca también a ellos marcar el ritmo.

En las últimas horas y días, ambos socios de Govern se han intercambiado papeles sobre esta cuestión, además de hilvanar el programa del Govern –coinciden que está avanzado– y tratar otros asuntos, como la idea de "blindar" el Parlament de las injerencias externas. Lo que no se ha abordado son el reparto de carpetas, que tampoco será pacífico: Aragonés propuso crear nuevas conselleries en su discurso de investidura, como la de Feminismes y Acció Climàtica o recuperar la de Recerca i Universitats, además de gestionar los fondos europeos desde Presidencia. Ahora bien, esto lo tendrá que pactar con Junts: por ahora las competencias de sostenibilidad se encuentran en la conselleria de Territori, que pilota Damià Calvet, y los recursos de la Unión Europea los quiere pilotar JxCat desde Economia.

El 'conseller' de Territori, Damià Calvet.

Diferencias en el programa económico

Las diferencias entre Esquerra y Junts no solo se encuentran en el eje nacional, sino también en el eje ideológico. Junts recela de tener que subscribir el acuerdo ERC-CUP –el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, ironizó que les querían hacer comprar un menú que no habían cocinado y hacerles pagar la factura– y ya ha expresado discrepancias en el reforzamiento del sector público –apuesta por la colaboración publicoprivada–, en la retirada de los conciertos educativos o en el modelo energético. Este domingo el conseller de Territori, Damià Calvet, en una entrevista al ARA asegura que Catalunya "no se puede permitir una moratoria de los proyectos de las renovables", uno de los puntos que incorpora el preacuerdo, "estamos en emergencia climática", afirma. A parecer suyo, la propuesta está hecha desde el "desconocimiento" y defiende que si se quiere una transición energética esto implicará "molinos y placas" en el paisaje. "Es una continuación de la lucha contra el cambio climático", concluye.

También el diputado de Junts y expresidente de la Cambra de Comerç Joan Canadell, a través de un hilo de Twitter, ha criticado que ERC hable solo de un "gobierno de izquierdas", cuando entre los 74 diputados independentistas también hay "liberales y socialdemócratas". "Es un gran error por parte del candidato", ha dicho, instándolo a hablar de un gobierno "transversal". Según su opinión, el documento con la CUP "no es asumible" e insta a los republicanos a negociar con ellos para conseguir sus 32 diputados. También señala que a pesar de que hay propuestas que puede compartir, necesitan recursos que la Generalitat no obtendrá, dice, sin la independencia o sin hacer "un frente común" de todos los independentistas en Madrid.

A 48 horas del segundo debate de investidura, todo apunta que este tampoco prosperará y que la tercera será la vencida.

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