ERC y JxCat mantienen los recelos hacia la reforma de la sedición a pesar del Consejo de Europa

A pesar de esto ninguno de los dos partidos ofrece un no definitivo a la propuesta

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El pleno del Congreso  de los Diputados durante el debate sobre la quinta prórroga del estado de alarma

BarcelonaA pesar de estar tan acostumbrados a discrepar cuando se trata de hablar de cuestiones relativas al horizonte del Procés, ERC y JxCat coinciden cuando se les pregunta por la reforma del delito de sedición del Código Penal que estudia el gobierno español: “Humo”. “Lo que queremos es la amnistía”, replican fuentes de los dos partidos. Pero desde hace 12 días, oponerse a esta reforma se ha convertido en algo más complicado. El informe del Consejo de Europa del 21 de junio, reivindicado y exhibido por el independentismo como un triunfo porque reclama la libertad de los presos políticos, también da la bienvenida al hecho que el ejecutivo de Pedro Sánchez quiera reformar la sedición -y la rebelión- para evitar penas “desproporcionadas” como las que han sufrido los líderes independentistas. Si lo dice el Consejo de Europa, ¿hará más proclives a ERC y JxCat a aceptar la reforma?

Por ahora los dos partidos parecen no ablandarse. La primera queja que profieren es la misma: que el gobierno español no les ha comunicado formalmente que quiera reformar nada, y todavía menos les ha transmitido los detalles de qué dirección cogerían estos cambios. Por ejemplo, si tendrían un beneficio inmediato para los exiliados o sería una reforma solo encarada para casos futuros y no los ya juzgados como el 1-O. "Hay mucho bla, bla, bla, pero no se sabe nada", defienden desde la dirección de ERC. Aún así, los republicanos han dado alguna señal de que se muestran menos refractarios que hace unos meses. El líder de Esquerra en Madrid, Gabriel Rufián, la semana pasada animaba a Pedro Sánchez a presentar la reforma, y la senadora de ERC y miembro de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa Laura Castel explicaba este jueves en una entrevista al ARA que poner en marcha esta reforma "solo" dependía del hecho de que el gobierno español de el primer paso y la presente. Nadie garantiza el voto de ERC -porque la prioridad es reclamar la amnistía-, pero no descarta ningún escenario.

Los recelos también estan presentes en JxCat, a pesar de que tampoco se inclinan taxativamente por el no. Fuentes del partido de Carles Puigdemont aseguran que no se oponen a ello de entrada, pero que creen que no tiene que haber ninguna reforma más o menos específica, sino directamente la supresión de este delito del Código Penal. "No existe en ningún lado en la Europa democrática", argumentan.

La iniciativa es de Sánchez

A pesar de que el independentismo no se acaba de definir, la pelota está en el tejado del gobierno español, a quien corresponde la iniciativa en este ámbito. El ejecutivo ha hecho ver varias veces que aceleraba los trámites, y también que los enfriaba, y ahora mismo lo único que se sabe de lo cierto es que este proyecto sigue guardado en un cajón. Si se decidiera a reactivarlo, lo tendría que llevar al Congreso, y ahí no le serviría una mayoría simple, sino que necesitaría una mayoría absoluta: como mínimo 176 diputados. Si se decidiera a hacerlo, Sánchez tendría suficiente con todos los partidos que le dieron el a la investidura más ERC. Por lo tanto, lo podría hacer al margen del rechazo y el ruido que le planteen PP, Vox y Cs. Y con el aval del Consejo de Europa.

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