Escalada de acusaciones entre el gobierno Sánchez y el PP por la política migratoria

MadridLa crisis que Canarias vive con la saturación de migrantes menores desatendidos ya la espera de poder ser trasladados a otras comunidades autónomas ha coincidido con la gira africana de Pedro Sánchez en Mauritania, Gambia y Senegal, tres países de origen de la ruta que conduce por mar al archipiélago. En julio empezó con un choque entre el gobierno español y el PP por el reparto de los jóvenes y agosto termina con una escalada de acusaciones sobre la política migratoria. "La migración ordenada nos conviene a todos y nos vacuna de quien hace de la migración irregular un negocio, como hacen las mafias, y de quien lo utiliza como excusa para extender el odio y la xenofobia en las sociedades", ha dejado. ir el presidente del gobierno español en su última comparecencia del viaje. Fue un dardo implícito a Alberto Núñez Feijóo, que inició la polémica el miércoles recriminando a Sánchez un supuesto "efecto llamamiento" y que "promocione a España como destino".

De forma interesada, el PP ha originado un rifirrafe de corto vuelo con la Moncloa en función de los mensajes que en cada lugar quería lanzar Sánchez. El primer día, la noche del martes en Nuakchot (Mauritania), hizo hincapié en la migración "regular y ordenada" y consideró que es una "necesidad" también para España, porque los recién llegados pueden ser mano de obra que a la larga contribuya al sostenimiento de las pensiones. La crítica del PP no llegó por esa visión utilitarista de la migración, sino que Feijóo criticó a Sánchez que no fuera a África a "combatir a las mafias" que trafican con personas que buscan una vida mejor en Europa. El líder del PP ponía el dedo en la llaga ignorando que una pata fundamental de la gira del jefe del ejecutivo del Estado es, también, reforzar la respuesta de seguridad de los países de origen para evitar que salgan pateras hacia España . Por eso, visitó el miércoles a los miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional destinados en Banjul (Gambia). "Sois imprescindibles", les trasladó.

Pero el PP, de la mano de su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, ya había ido dos pasos más allá y había defendido desde el programa de Federico Jiménez Losantos en esRadio que se necesitan "deportaciones masivas", en la línea de lo que defiende la extrema derecha en Europa y no sólo, porque el canciller alemán, Olaf Scholz, ha adoptado postulados similares a raíz del atentado reivindicado por el Estado Islámico en Solingen, en el oeste del país. Así, varios ministros del gobierno español replicaron al PP que "el único efecto llamamiento es el de Vox hacia el PP", en palabras de Félix Bolaños, y lamentaron el discurso "xenófobo" de los dirigentes del PP. Con mayor o menor acierto, pareció que Sánchez iba a remolque de la polémica cuando este miércoles por la noche puso el énfasis en las deportaciones. "Es imprescindible el regreso de quien ha llegado a España irregularmente, porque traslada un mensaje desincentivador, nítido, claro y contundente a las mafias", defendía. Este nuevo mensaje ha servido en bandeja al PP intentar fingir que Sánchez ha cambiado su posicionamiento en política migratoria y ha pedido una "disculpa" a todo el que ha acusado al partido conservador de "facha" y "xenófobo".

¿Un cambio de posicionamiento?

La política migratoria de la Moncloa no ha cambiado en cuestión de horas, tal y como sugieren los conservadores. En cuanto a los retornos, en el primer trimestre de 2024 se expulsaron a 2.515 personas a terceros países, según datos de Eurostat. A lo largo del año 2023 fueron 6.285. Por ejemplo, con Mauritania existe un acuerdo desde el 2003 que prevé las deportaciones de migrantes irregulares y, por tanto, en esta gira no se debía crear ningún nuevo marco jurídico para ello porque ya está ahí. Lo que ha habido en las últimas horas es un acento distinto en cada comparecencia de Sánchez. En la última, este jueves al mediodía desde Dakar, el presidente español ya no ha hablado de sus regresos. "La migración no es un cuento de hadas. Es necesaria y conveniente, para los países de origen y de destino. Y subrayo, de nuevo, la migración ordenada. La irregular es un infierno que lleva a situaciones de desigualdad, explotación y tiene asociado un riesgo de muerte para los jóvenes que caen presos por las mafias que trafican con personas", ha destacado.

Como balance, Sánchez ha querido recordar los tres objetivos de la gira: mostrar la disposición de España de crear nuevas oportunidades a estos tres países en diversos sectores económicos, especialmente con formación para jóvenes y también de conectividad; reforzar policialmente la lucha contra las mafias y ofrecer alternativas con los programas de migración circular, que ya existen con Senegal y Marruecos en África y con Argentina, Uruguay, Ecuador, Colombia y Honduras en el América Latina. Consiste en contratar en origen a personas que vayan a trabajar al Estado de manera temporal y, después, que regresen a sus países.

Se había mantenido al margen de la polémica, pero una vez finalizada la gira también ha querido decir la suya la vicepresidenta segunda del gobierno español y líder de Sumar, Yolanda Díaz. "Seguir las mismas recetas en migración que la derecha es un fracaso y un error. Nuestras políticas deben ser de acogida y de solidaridad, no de deportaciones masivas", pió, y apostó por la regularización de extranjeros que viven en España que ya se está tramitando en el Congreso.