De los equilibrios de Juntos en la movilización de la izquierda contra Israel: Gaza agudiza la fractura ideológica

El PSC, ERC, Comuns y la CUP llaman a actuar contra el genocidio, mientras Junts tiene debate interno y PP, Vox y Aliança apoyan a Israel

Manifestación en Barcelona contra el genocidio en Palestina
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BarcelonaEn la Global Sumud Flotilla embarcaron, entre decenas de activistas, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, el concejal de ERC en Barcelona Jordi Coronas y la diputada de la CUP Pilar Castillejo, que todavía sigue detenida. Tres representantes de tres partidos de izquierdas catalanes, Comuns, ERC y la CUP, que en los últimos días han alzado la voz con contundencia contra el genocidio en Gaza. También lo hizo el PSC, que siguió las huellas del presidente español, Pedro Sánchez, y defendió medidas contra Israel para acabar con la masacre. A la derecha, la posición ha sido la opuesta, lo que ha evidenciado y agudizado la fractura en el eje izquierda-derecha frente a esta cuestión.

El ejemplo más claro fue la semana pasada, cuando en el Parlamento el hemiciclo se partió de por medio a la hora de decidir si se suspendía el pleno tras la detención de los miembros de la Flotilla –PSC, ERC, Comuns y la CUP se mostraron favorables, mientras que Junts, PP, Vox y Aliança se opusieron–. La división también se puso de manifiesto hace unos días, cuando los grupos de izquierdas pidieron consensuar una declaración conjunta en la cámara catalana que condenara el "genocidio" de Gaza. En esta división está la simpatía total con Israel y Benjamin Netanyahu por parte de la extrema derecha de Vox y de Aliança Catalana, así como el apoyo del PP con ciertos equilibrios con Palestina, mientras que Junts ha basculado –desde la aceptación del término genocidio y la defensa de que hay que poner fin – entre la adhesión a algunas propuestas de la cámara y la abstención en otras.

La posición de Juntos

Precisamente, la portavoz parlamentaria de los junteros, Mònica Sales, ha afirmado este lunes que "desde el primer momento" han expresado su "solidaridad con los miembros de la Flotilla", de quien desean su rápido regreso. Pero así como rechazaron suspender el pleno por la Flotilla, volvió a repetir un matiz: "Querríamos que [Pilar Castillejo] pudiera ocupar su escaño del Parlament ya, y cuando esto ocurra seguiremos recordando que hay dos diputados que no pueden desempeñar su labor como corresponde", dijo, en referencia a Carles Puigdemont y. En alguna ocasión criticaron también una cierta "frivolidad" en este conflicto y apuntaron al papel de Ada Colau.

La posición de los junteros es compleja: han secundado el embargo de armas a Israel, pero no votaron a favor de la suspensión del pleno por la retención de la Flotilla; tienen un ADN con fuerza del sionismo, pero la ofensiva israelí les ha hecho pedir detener el "genocidio", además de defender a los dos estados y pedir el regreso de los rehenes. La omisión de esta última cuestión hizo que no firmaran una declaración a favor de Palestina, aunque apoyaron varios puntos. Internamente también ha habido encontronazos entre la sectorial de internacional y el sector más propalestino, encabezado por el eurodiputado Toni Comín, entre otras cosas por el concepto de genocidio. El expresidente Puigdemont también se mostró esperanzado por el plan de Trump de paz.

El eje ideológico ha emergido con fuerza ante este conflicto. Los defensores acérrimos de Israel, como Vox y Alianza, equipararon cualquier iniciativa contra el "genocidio" oa favor de Palestina a un apoyo al "terrorismo" de Hamás. Situando a Israel como la víctima del conflicto y negando que se esté produciendo un exterminio de la población civil palestina pese a las decenas de miles de muertos, han elevado el tono en este asunto. Vox ha tildado a la Flotilla de reunión de "rastaflautas" por "no trabajar" –su diputado Alberto Tarradas pidió que Castillejo volviera el sueldo del último mes– y Alianza ha llegado a decir que "Hamás secuestra al Parlamento" y ha exhibido la bandera israelí en la cámara.

En el mismo terreno de la dureza se ha expresado el PP en Cataluña: rechazando de lleno el término genocidio, su portavoz en la cámara, Juan Fernández, incluso dijo que los miembros de la Flotilla iban "de crucero pagado por todos", y que estarían "un mes sin venir a trabajar" por un "teatro político" del "activismo radical". Una posición muy contundente que no todo el mundo comparte en el partido: es el caso del presidente andaluz, Juanma Moreno, y del presidente gallego, Alfonso Rueda, que sí han cargado con dureza contra el "genocidio" que está cometiendo Israel.

¿Se ha movido el PSC?

La denuncia del genocidio contra el pueblo palestino es de las pocas causas que han unido a las fuerzas de izquierdas del Parlamento. Alineados con Pedro Sánchez, los socialistas catalanes no han dudado en sumarse a la CUP, Comuns y ERC y expresar su apoyo a los integrantes de la Flotilla. Lo ha hecho en varias ocasiones en los últimos días el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que incluso llegó a suspender una conferencia que debía impartir en Roma durante su viaje oficial en solidaridad con las protestas universitarias por la detención de los activistas. Una posición que ha llevado a los junteros a acusar al PSC de hacer "seguidismo" de Comuns.

Hace dos años, cuando Israel aún no había iniciado el asedio sobre Gaza, el PSC abrazaba posturas más tibias, pese a haber condenado "el apartheid" de Israel sobre Palestina en alguna resolución en el Parlamento. De hecho, una de las primeras medidas de Jaume Collboni en llegar a la alcaldía de Barcelona en el 2023 fue el restablecimiento del hermanamiento con Tel-Aviv que Colau había dejado revocado –ahora las relaciones vuelven a estar suspendidas–. Collboni, a quien Israel acabaría vetando la entrada en el país, también ha salido a defender a los activistas de la Flotilla durante su secuestro.

Colau ha aprovechado este lunes el giro del PSC en este tema para pedir al Govern que vaya "más allá" y rompa toda relación económica de Catalunya con empresas de Israel, con quien el gobierno de ERC cerró contratos la pasada legislatura. Colau lo ha dicho en una entrevista en Catalunya Ràdio, donde ha coincidido en antena con el consejero de la Presidencia, Albert Dalmau, que ha remarcado el pacto entre el ejecutivo y Comuns para cerrar la oficina de Acción en Tel-Aviv en protesta contra el gobierno de Netanyahu. "Lo que está pasando en Gaza lo hemos calificado de genocidio y nos interpela desde el punto de vista de la humanidad. Expresa una barbarie que, como humanidad, no podemos permitirnos", ha dicho Dalmau.

Comunes pide al Gobierno que se mueva para vetar que empresas israelíes participen en eventos de la Fira de Barcelona y para que hable con las federaciones deportivas catalanas para excluir a Israel de las competiciones internacionales. ERC, pese a tener algunos dirigentes que históricamente defendieron la posición de Israel, ante la gravedad de la guerra condenó con rotundidad el genocidio, y de hecho el concejal republicano Jordi Coronas viajó con la Flotilla. La CUP, por su parte, cuestionó el compromiso "simbólico" del PSC con Palestina cuando, según el partido anticapitalista, envía a los Mossos a "reprimir" las protestas en las calles. Habrá que ver si la misma unidad que estos cuatro partidos han exhibido hasta ahora se concreta en alguna propuesta de resolución conjunta en el debate de política general de esta semana.

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