La gobernabilidad del Estado

El independentismo se prepara para presionar a Pedro Sánchez y Salvador Illa con los presupuestos

Sin ninguna estrategia coordinada, Junts y ERC reclaman el cumplimiento de los acuerdos previos antes de rubricar ningún otro

Pedro Sánchez y Salvador Isla en la Moncloa.
07/01/2025
5 min

BarcelonaLos socialistas han ganado las últimas citas electorales en Catalunya y el independentismo ha encadenado una derrota tras otra, en particular Esquerra. Ahora bien, tanto Junts como los republicanos tienen en sus manos la gobernabilidad de España, y en el caso de ERC también la de Catalunya después de acordar la investidura de Salvador Illa. Por eso los dos partidos, a pesar de no tener ninguna estrategia coordinada ni tampoco una interlocución fluida, coinciden en querer apretar a los socialistas con sus demandas, tanto en Barcelona como en Madrid. Salvador Illa y Pedro Sánchez los necesitan para aprobar el presupuesto de 2025, la ley más importante del año y que indica si un ejecutivo cuenta o no con una mayoría en la cámara para seguir gobernando. Y, como van las cosas, lo más probable es que hasta primavera o mediados de este año no se sepa si podrán dar luz verde a las cuentas. Si es que lo consiguen.

Si empezamos poniendo la lupa en Madrid, las relaciones entre el PSOE y Junts no pasan por el mejor momento. "No nos han llamado para empezar a negociar", aseguran desde los junteros. "Todas las grandes administraciones están gobernadas por los socialistas y ni un presupuesto", añade otra fuente del partido, pese a que la percepción del gobierno español después de haber sacado adelante la reforma fiscal en el Congreso era más o menos optimista.

Para Junts, existe un punto de inflexión previo a esta negociación, que es la tramitación o no del debate sobre la cuestión de confianza que el expresidente Carles Puigdemont ha pedido al presidente español, Pedro Sánchez, después de realizar un balance negativo del primer año de pacto. Si la mesa del Congreso no lo tramita (debe decidirlo en una reunión a principios de febrero), las consecuencias serán "irreversibles", advirtió a Puigdemont, que también reclama que se cierre la ley para el traspaso "integral de las competencias de inmigración". Una norma que los socios se habían autoimpuesto cerrar antes del 31 de diciembre de 2024, una fecha ya superada.

En relación a los presupuestos, hay dos condiciones previas según los junteros: la primera es que los socialistas se muevan con la senda de estabilidad –que debe aprobarse antes de las cuentas– y también que se cumpla la ejecución de los presupuestos anteriores con Cataluña. Los de Carles Puigdemont tumbaron en julio el reparto de déficit que proponía el gobierno español para que reclaman que sean las comunidades autónomas las que puedan gozar de mayor margen de gasto. Si bien la propuesta de la coalición del PSOE y Sumar era que la administración general del Estado se quedara el 2,2% de déficit, las comunidades autónomas un 0,1% y la Seguridad Social un 0,2%. exige que el reparto sea equitativo y que las autonomías tengan al menos un tercio del total del margen de déficit. Según algunas fuentes, el gobierno español se habría movido un poco en esta cuestión, pero no lo suficiente.

Tampoco se cumple, insisten fuentes junteras, la otra condición, que es que antes de aprobar los presupuestos de 2025 se ejecute la totalidad de los anteriores en relación a Catalunya. Según los datos públicos disponibles de julio, del presupuesto del 2023 –que se prorrogó durante el 2024– el Estado sólo ejecutó el 45% de lo previsto en Catalunya. Por el contrario, para la Comunidad de Madrid la cifra se elevó al 211%. Hay que ver cuáles son los datos del 2024, aunque ahora el Estado ya no los hace públicos, sino que los envía al Congreso de los Diputados.

ERC presiona

En esta condición, también pone énfasis Esquerra, que ha aprobado todas las cuentas de Sánchez desde el año 2019. La nueva cúpula, liderada por Oriol Junqueras, quiere marcar distancias con la anterior etapa –en la que él también presidía el partido – y empezar a marcar distancias con los socialistas. En este sentido, los presupuestos de Cataluña y del Estado son la primera estación para demostrarlo, y más teniendo en cuenta que todavía está pendiente la segunda fase del congreso de los republicanos sobre el rumbo del partido, que tendrá lugar el 15 y 16 de marzo. También han congelado el preacuerdo en Barcelona, ​​que quedó en el aire por el colapso de la consulta a la militancia. "Ha quedado anticuado", afirman fuentes de ERC.

"Negociar con los socialistas es fácil porque se llega a acuerdos, el problema es que no los cumplen", dicen tajantes desde Esquerra. Y ejemplifican: "Al ritmo que ejecutan un presupuesto, uno nos da por tres años en Catalunya" . En este sentido, aseguran que no negociarán las nuevas cuentas de 2025 si no se han cumplido antes las anteriores, y también reclaman la condonación de un 20% de la deuda de la Generalitat con el fondo de liquidez autonómico (FLA) que estaba previsto en el acuerdo de investidura entre ERC y el PSOE de hace un año. Santander, Sánchez cogió el compromiso de abordarlo este enero –se trataría de 15.000 millones menos de deuda para la Generalitat–, una forma de intentar allanar el terreno de la negociación en Madrid, pero también en Catalunya –BK_SLT_LNA– La negociación de Salvador Illa

Salvador Illa también tiene el reto de aprobar sus primeros presupuestos como presidente, puesto que será uno de los indicadores de la fortaleza de su gobierno en solitario, que tiene sólo 42 diputados de 135 asegurados. Esquerra ha dejado claro que debe haber "avances" en la financiación singular para apoyar las cuentas, mientras que los comunes –el otro socio de investidura– esperan alguno en vivienda y reclaman un pacto antes de Semana Santa.

De acuerdo con el documento que el PSC rubricó con los republicanos, durante el primer semestre debe haber una reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado para formalizar el nuevo modelo de financiación (aún sin demasiados detalles) y deben derivarse las reformas legislativas necesarias, como un cambio en la ley orgánica de financiación. Este punto el pacto de investidura no lo cita explícitamente, ya que se necesita la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados y no está claro que le dé el visto bueno. "Hasta que no se cumpla el acuerdo, no nos sentaremos", repiten tajantes desde Esquerra.

Pese a que el Gobierno defiende que trabaja para dar salida a los acuerdos de investidura –se ha fijado el objetivo de cumplir el 45% en el 2025–, el hecho es que todavía no está confirmada ninguna reunión de la comisión de seguimiento de los acuerdos entre PSC y ERC. Cuando se produzca, será con los nuevos interlocutores designados por la nueva cúpula –informa Martina Alcobendas. Esto se debe a que la negociación de las cuentas la pilotará directamente la dirección encabezada por Junqueras, con quien Isla manifestó el deseo de reunirse para acercar posiciones para las cuentas.

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