Monarquia

José Antonio Zarzalejos: “El rey consultó el discurso del 3-O a Sánchez e Iceta”

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El periodista José Antonio Zarzalejos con su nuevo libro en el hotel Palace de Madrid, donde lo ha presentado.

MadridEl periodista José Antonio Zarzalejos (Bilbao, 1954), director durante cinco años de Abc y actualmente analista de El Confidencial, publica Felipe VI. Un Rey en la adversidad (Planeta), en el que desgrana los problemas de la Corona con 31 entrevistas a personas del entorno del rey.

¿Con qué salud ve a la Corona hoy en día en España?

— Felipe VI asume el reinado en 2014 en un momento muy crítico, con informaciones que han ido a peor en términos generales. Pero en este contexto el rey empieza remontar la crisis reputacional de su padre.

¿Y en Catalunya? Desde el 3-O, su imagen está muy tocada.

— La figura del rey está muy vinculada a Catalunya. Habla perfectamente catalán y lo ha impuesto por completo a sus hijas, que también conocen la historia y la literatura de Catalunya. La reina Letícia lo ha aprendido y lo utiliza con fluidez. Felipe VI se ofrece ya en 2014 a Mariano Rajoy, cuando el rey se reúne con Artur Mas, para ayudar a resolver la crisis de Catalunya, una disponibilidad que el presidente español no recoge.

¿Rajoy frustra que Felipe VI haga de mediador a las puertas del 1-O?

— Desde la buena voluntad, el rey lo intenta por activa y por pasiva. Tiene un diagnóstico sobre Catalunya mucho más depurado e informado que Rajoy.

Llega el 1-O y decide actuar. ¿Cómo se precipita?

— El rey tiene la información de Rajoy en la que asegura que no habrá papeletas ni urnas, pero lo que observa es un enorme fracaso político y de gestión de la Moncloa. Rajoy está en shock, como explicará más adelante el exministro José Ignacio Wert. Y ante este vacío de poder, actúa.

Explica en el libro que Rajoy muestra reticencias al discurso.

— Unas horas antes de la emisión, Felipe VI despacha con el presidente del gobierno y le entrega el discurso. Rajoy lo referenda pero con reticencias que expresa fuera de la Zarzuela.

¿Con quién más lo consulta?

— Habla con dos personas más. Primero con el entonces jefe de la oposición, Pedro Sánchez, que le pide un llamamiento al diálogo. El rey considera que la palabra es inadecuada en el contexto pero añade que está dispuesto al entendimiento y la reconciliación. En segundo lugar, habla con el primer secretario del PSC, el ahora ministro Miquel Iceta. No sé qué le dice, pero el rey siempre ha estado muy cerca de personas con capacidad de decisión.

¿Es mejor la relación con Sánchez que con Rajoy?

— Son presidentes muy diferentes. Rajoy tendía a procrastinar. Sánchez tiene una pulsión presidencialista muy fuerte y esto puede generar fricciones. No tienen una relación cercana.

¿Quién tomó la decisión de que Juan Carlos I se marchara?

— Fue Felipe VI, compartida por su padre –aceptada a disgusto– y avalada por Pedro Sánchez.

Dice que no hay un plan B para que vuelva al Estado. ¿Podría morir fuera?

— Sí, pero no es deseable. La lógica de las dinastías es extraña para nosotros: es una lógica de continuidad. Y el ascendente o el descendente puede ser el problema. Isabel II murió en París cuando en España reinaba su nieto Alfonso XIII o Carlos IV murió en Nápoles con su hijo, Fernando VII, reinando en Madrid.

¿Por qué defiende que Juan Carlos I tiene un deterioro cognitivo?

— Tiene una mala relación con la realidad. No hablo de una patología como la demencia, sino de un deterioro que tiene que ver con la edad, la salud y la psicología del culpable. Cree que ha actuado bien y se autovictimiza.

¿Pero esta no es la estrategia de un corrupto?

— No es una defensa técnica. Podría disculparse o afrontar la situación, pero él mantiene que es una víctima.

Sostiene que Leonor es el único carisma que tiene la Corona. ¿Podría Felipe VI abdicar a favor de ella si salen informaciones que lo comprometen?

— Los reyes del siglo XXI no se morirán en su cama. No abdicarán como han hecho ahora sino que incluso más jóvenes.

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