Sánchez y Aragonès discrepan sobre los límites del diálogo a cuatro días de la reunión

El presidente catalán reivindicará la amnistía y la autodeterminación y el español reclama respeto por el "pacto constitucional"

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El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, este viernes en Bruselas.

BarcelonaCuando faltan solo cuatro días para la reunión en la Moncloa entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, este viernes los dos presidentes han discrepado sobre los límites que tiene que tener la etapa de diálogo que están a punto de inaugurar. El presidente español se ha mostrado partidario de que los dos gobiernos dialoguen, pero ha fijado de entrada unos límites claros: el respecto al "pacto constitucional" y la "legalidad democrática". Horas más tarde, el presidente catalán le ha replicado que no renunciará a poner sobre la mesa dos de sus reivindicaciones troncales: la amnistía y la autodeterminación. "Nuestro único límite es la voluntad de la ciudadanía de Catalunya", ha argumentado.

A pesar de la concesión de los indultos esta misma semana, los dos gobiernos son conscientes de que de ahora en adelante será igualmente difícil encontrar un punto medio entre las demandas nacionales que plantea la Generalitat y lo que está dispuesto a dar la Moncloa. Este viernes se ha reflejado en todo su esplendor. Sánchez, a la salida de la reunión del Consejo Europeo que se ha celebrado en Bruselas, ha asegurado que con Aragonès tiene "muchas cosas de las que hablar" para intentar resolver "las muchas diferencias" que han mantenido los dos gobiernos históricamente, pero ha dejado claro que no negociará aquello que no tiene cabida dentro de la Constitución –amnistia y autodeterminación, según él–. Así, ya ha avanzado que irá al encuentro con su "agenda para el reencuentro" bajo el brazo: una cincuentena de propuestas que el presidente español ya entregó a Torra y que hablan fundamentalmente de mejoras competenciales. Esta agenda para el reencuentro incluye muchas de las medidas que en el pasado plantearon ex presidents como Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra. "Lo queremos trabajar conjuntamente con la Generalitat", ha concluido. También ha fijado otros temas que querrá que salgan en el orden del día: la pospandemia, la vacunación y la gestión de los fondos europeos.

El President de la Generalitat, Pere Aragonès, con el estudiante de tercero de enfermería que lo ha vacunado.

Aragonès, sin embargo, ha asegurado que no se da por vencido porque la amnistía y la autodeterminación son dos demandas que no solo defiende su Govern, sino que es lo "que ha votado un 52% de los catalanes". Se refiere a los votos que consiguieron en las elecciones del 14-F ERC, JxCat y la CUP, los partidos que, además, facilitaron su investidura. El presidente, después de vacunarse en la Fira de Barcelona, ha admitido que la negociación con el gobierno español "no será fácil ni rápida", pero se ha mostrado convencido de que podrá hacer entender a Sánchez que, para resolver el conflicto, habrá que poner fin "a toda la represión" del Estado contra el independentismo, que no se soluciona con los indultos que ha concedido. Además, considera que su posición también ha sido avalada por el informe del Consejo de Europa –no se tiene que confundir con el Consejo Europeo, donde ha ido hoy Sánchez–, que el pasado lunes pidió la liberación de los presos y la retirada de las euroórdenes.

Los indultos según Sánchez

A pesar de que los indultos ya son una realidad, siguen trayendo cola. El presidente español ha evitado este viernes polemizar con las declaraciones que hicieron los indultados al salir de prisión –a favor de la independencia– y ha vuelto a defender la medida de gracia: "Oímos las cosas que oímos, pero la democracia española es tan grande y tan fuerte que respeta todas las opiniones". Sánchez aplicará a Aragonès la misma fórmula que con los presos: todas las opiniones son respetables, pero las que superen el "pacto constitucional" no tienen futuro. También ha vuelto a reivindicar los indultos, sobre todo de cara a aquellos españoles que no estén muy convencidos. "Calma, sosiego y confianza", ha recetado. Según él, se han concedido porque es tiempo de perdón: "Para construir confianza, lo que fue útil en el pasado fue el castigo y lo que es útil ahora es el perdón".

Al margen de cómo se está viviendo en España la cuestión, Sánchez ha considerado que los indultos sí que tienen el aval europeo. Su argumento es que este viernes, en la reunión del Consejo Europeo, ningún otro país le ha mencionado el tema y esto es síntoma del "profundo respeto de los colegas europeos por la democracia española". "Somos capaces de resolver nuestros problemas", ha dicho.

Aragonès y el Tribunal de Cuentas

Aragonès se reunirá con Sánchez el 29 de junio, que es el día del santo de los dos presidentes, pero también el día en que el Tribunal de Cuentas comunicará a 41 cargos de la Generalitat una nueva fianza millonaria en el marco de una investigación sobre la acción exterior del Govern entre 2011 y 2017. El presidente catalán ha dado a entender que esta cuestión también saldrá en el encuentro con Sánchez: "Es un tribunal politizado y el procedimiento está pleno de irregularidades". ¿Pedirá el presidente catalán una reforma de este órgano? No lo ha aclarado, pero ha considerado que el gobierno español tendría que poner "de su parte para revertir una situación injusta". "Tienen mecanismos claros para hacerlo de acuerdo con la legalidad vigente", ha concluido.

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