Los coches podrán cruzar por encima de la Rambla durante las obras

BarcelonaLa reforma de la Rambla está a punto de entrar en su fase decisiva. Las obras del tramo principal del paseo –lo que va desde el Arc del Teatre hasta Canaletes– empezarán el 17 de junio. Se trata de una de las actuaciones más complejas del mandato en la capital catalana. Hacer convivir la remodelación –que se realizará en tres fases y que se quiere tener terminada antes de febrero del 2027– con el uso intensivo que se hace de esta avenida requiere resolver un rompecabezas complejo. Un jeroglífico en cuanto a la movilidad que provocará, incluso, que se abran cinco pasos sobre el paseo para que los coches autorizados puedan cruzar de un lado para otro. Cinco calles que atravesarán la Rambla y que harán que durante unos meses los peatones que la recorran tengan que detenerse en algunos semáforos a lo largo del recorrido.

Para entender el sentido de estos cinco pasos para los coches autorizados –los de los vecinos, la distribución urbana de mercancías, los vehículos de servicios y aquellos coches que vayan a aparcamientos dentro del ámbito– es necesario remontarse al pasado mes de octubre, cuando el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, anunció su plan para reducir de 72 a 32 meses el tiempo de duración de las obras. Para ello, se dividió la reforma de la Rambla en tres únicos tramos: primero se remodelará toda la esquina Besòs –desde la fachada de los edificios hasta los árboles, aproximadamente– durante cerca de 10 meses, después se atacará la esquina Llobregat durante otros 10 meses y finalmente se hará el tramo central del paseo durante unos 12 meses. Mientras se hagan las obras, la Rambla mantendrá un único sentido de circulación que será siempre en dirección montaña –de Colom a plaza Catalunya–. Así, cuando el tramo de las obras afecte al lado Besòs, los coches subirán por el lado Llobregat, mientras que durante el segundo tramo de reforma subirán por el lado Besòs.

Esto genera una serie de complicaciones en la movilidad de los vecinos y servicios que el plan presentado este lunes por el Ayuntamiento aspira a resolver para garantizar la distribución urbana de mercancías, los servicios de limpieza y los aparcamientos. Y entre las medidas destacadas se encuentran estos cinco pasos para que los vehículos puedan cruzar por encima de la Rambla. Los tres primeros empezarán a señalizarse este martes y estarán activos a partir del día 17 de junio a la altura de las calles Portaferrissa y Ferran y de la plaza Reial. Más adelante también se activará un paso en la calle Escudellers y otro junto al Pla de l'Os. Estos viales sobre el paseo deben permitir, por ejemplo, que los vehículos de carga y descarga puedan acceder a la plaza Reial y después volver a reincorporarse a la Rambla en dirección a plaza Catalunya a pesar de que la vía del cantón Besòs esté cortada en el tráfico.

Las obras también afectarán al transporte público, ya que la línea 59 y el bus nocturno N9 sólo seguirán subiendo por la Rambla, pero de bajada irán por Via Laietana. También se modificará levemente el recorrido de la línea V13, que ahora llegaba hasta Pla de Palau, pero que con las obras dejará de pasar por la Rambla y tendrá empezará y acabará en plaza de Catalunya.

De 50 metros en 50 metros

La logística de una obra tan compleja obligará al Ayuntamiento –a través de Barcelona de Infraestructuras Municipales SA (BIMSA)– a una constante supervisión del proyecto. Así, se irán haciendo pequeños retoques en la movilidad a medida que vayan avanzando los trabajos, que se realizarán en tramos de unos 50 metros aproximadamente para minimizar las molestias a vecinos y comerciantes. Los primeros tramos que se ocuparán serán dos en el tramo superior de la Rambla entre la calle de la Boqueria y la plaza Reial, y uno en la parte inferior del paseo entre la calle Santa Anna y la plaza de Catalunya.

Detrás de estas pastillas de 50 metros se esconde una explicación técnica que tiene el camión de bomberos como vara de medir. Para garantizar la asistencia en caso de emergencia, los camiones de bomberos deben poder acceder a la fuerza hasta una distancia de, como máximo, 25 metros del lugar.

En rueda de prensa, la primera teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad, Laia Bonet, ha admitido que la gestión de estas obras medirán "gran parte del éxito" de esta reforma que, en palabras del cuarto teniente de alcalde y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, es "posiblemente la obra más emblemática del actual mandato municipal". Pese a las medidas para facilitar la movilidad en la zona, la recomendación municipal es no acercarse en vehículo privado a la Rambla mientras duren las obras si no es indispensable.

El proyecto final

Si los barceloneses quieren hacerse la idea de cómo será la fotografía final del paseo, como si se tratara de un piso de muestra, pueden visitar el tramo de las obras ya casi terminado entre el paseo Colom y Santa Madrona. Donde ya se puede ver el pavimento definitivo del paseo y su nueva anchura. Una vez acaben las obras, la nueva Rambla tendrá un único carril de circulación por banda y ganará espacio tanto en la plataforma central como en las aceras, que tendrán una anchura de un mínimo de tres metros, con un pavimento unificado con líneas horizontales de fachada a fachada. El paso de vehículos, como ya ocurría en el sentido ascendente, quedará restringido al tráfico vecinal, bicicletas, autobuses, distribución urbana de mercancías, vehículos de servicios y acceso a los aparcamientos del ámbito. En la zona de Colón-Drassanes se modificará el trazado de la avenida de las Drassanes para mejorar la conexión con el litoral y se generará un nuevo espacio de llegada frente al mar.