Barcelona

Collboni salva el primer asalto de las ordenanzas fiscales con los comunes y ERC

El gobierno municipal abre la puerta a subir aún más el IBI a los hoteles de lujo

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante el pleno del mes de septiembre en el Ayuntamiento de Barcelona
16/10/2024
3 min

BarcelonaEste año, sí. El alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, ha conseguido este miércoles superar el primer trámite de las ordenanzas fiscales de la capital catalana para 2025. La comisión de economía del Ayuntamiento ha aprobado con los votos del PSC, Barcelona en Comú y ERC el dictamen de las ordenanzas, que ahora empezarán su recorrido antes del debate definitivo a finales de año. Un primer aval que, sin embargo, comunes y republicanos han avisado de que no es definitivo y que habrá que afianzar con acuerdos en los meses entrantes.

En un intento de religar estos apoyos, el cuarto teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha aprovechado su intervención para hacerse suyas algunas de las reclamaciones que hacen Barcelona en Comú y ERC de cara al aprobación definitiva de las ordenanzas. En el caso de los republicanos, defendió pedir al Parlament que el tope del recargo turístico pase de los cuatro euros actuales a ocho y se abrió a promover cambios en la tasa de residuos. En cuanto a las peticiones de los comunes, Valls ha avanzado que llevará al consejo de administración de BSM la propuesta de encarecer el precio de la entrada en el Parc Güell y ha abierto la puerta a subir el IBI a los hoteles de lujo más más allá del 1,08% que proponen las nuevas ordenanzas. "Creo que vale la pena y que tenemos camino por recorrer, se quede en el 1,08,%, en el 1,3% o en un punto entre estos dos caminos", apuntó.

El gobierno municipal ha salido al paso así de los avisos que han hecho durante la comisión tanto la portavoz y futura líder de los comunes, Janet Sanz, como el portavoz de ERC, Jordi Castellana. Ambos subrayaron que permitir tramitar las ordenanzas no equivale a aprobarlas y exigieron concreciones en los compromisos adquiridos antes del debate final, que deberá realizarse en el pleno de diciembre, una vez el dictamen se haya aprobado definitivamente la semana que viene y haya superado el período de exposición pública y alegaciones.

Más allá de salvar el primer trámite de las ordenanzas fiscales, el debate de este miércoles es importante porque es prácticamente la primera gran votación que logra salvar a Collboni este mandato. El pasado año la oposición le tumbó las ordenanzas y los presupuestos, que sólo pudo salvar mediante una cuestión de confianza. Tampoco el Plan de Actuación Municipal –hoja de ruta que fija las prioridades del mandato– superó el primer trámite.

Para saber si lo ocurrido en la comisión de economía supone un cambio de rasante en la política barcelonesa habrá que esperar unos meses. La negociación de los presupuestos –que el PSC quiere esperar a abordar hasta después de resolver los congresos de Junts y ERC– acabará de definir el terreno de juego: aclarará si finalmente Esquerra acaba entrando en el gobierno de Collboni y cuál es el rol de unos comunes sin Ada Colau a la cabeza, que pliega a finales de mes.

De momento, este miércoles el resto de grupos han leído la votación como un adelanto de futuras alianzas. El concejal de Junts Ramon Tremosa ha considerado que se trata de un paso más "en la construcción de un tripartito que se va dando por fases", y desde el PP Àngels Esteller ha cargado contra el gobierno de Collboni por estar "virando a la izquierda". Ambos grupos reclamaron una rebaja del IBI que en el caso de Junts pidieron que fuera del 2%.

Las claves de las ordenanzas

Buena parte del éxito de la negociación en esta ocasión radica en la apuesta del gobierno municipal por continuar exprimiendo la fiscalidad sobre el turismo. Las nuevas tasas incluyen un aumento del IBI sobre los hoteles de lujo de la ciudad, así como un aumento del precio que tiene para los autocares aparcar en Barcelona, ​​que quiere pasarse de los 20 euros diarios actuales a cerca de 80. También prevén una subida del IBI a los inmuebles de características especiales (conocidos como bices), que afecta básicamente a equipamientos de dentro del puerto, como las terminales de cruceros. Entre todas las medidas –también con el incremento del recargo de la tasa turística que ha entrado en vigor este mes–, el Ayuntamiento aspira a recaudar el próximo curso 42,6 millones de euros más que en el 2024.

la apuesta por buscar vías alternativas de financiación que no impliquen subir la presión fiscal sobre los barceloneses, las ordenanzas también incluyen un incremento progresivo de la tasa de residuos que se cobra a través del recibo del agua. En este caso, las viviendas que gasten hasta 6 metros cúbicos de agua pagarán 5 euros más al año, y las que gasten entre 6 y 12 pasarán a pagar casi 10 euros más.

stats