El "Fora Colau" entra en campaña

Barcelona és Imparable reúne en Sant Jaume a más de 1.200 personas de perfiles muy diferentes

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Ferran Piqué, de la Federación Nacional de Estudiantes de Cataluña, durante la concentración antiColau

BarcelonaDicen que la alcaldesa Ada Colau cae muy bien o muy mal, y este jueves al atardecer la plaza Sant Jaume era de aquellos que se apuntarían al segundo grupo: los gritos de "Fora Colau" les salían del alma. Cuando uno de los que han tomado la palabra ha pedido "más diálogo" a la alcaldesa, una parte del público respondía que ni en broma, que ni diálogo ni nada, y que "Fora Colau". El movimiento Barcelona és Imparable, de ahora en adelante la plataforma anti-Colau, ha reunido a unas 1.200 personas en la plaza Sant Jaume que formaban una complicada amalgama: había españolistas (también un regidor de Ciutadans), independentistas con esteladas y lazos amarillos, los seis anticastristas cubanos que ya empiezan a ser un clásico y también los del sindicato CSIF, que llegan a última hora y plantan las banderas en primera fila para que todo el mundo las vea. Eso sí, toda esta variedad coincide con fuerza al entonar el grito de "Fora Colau". Y es que a pesar de presentarse como la "Barcelona del sí", donde más cómodos se sienten es en el no a Colau.

El movimiento, aseguran, no se quiere presentar a las elecciones, pero el acto de este jueves era de campaña: acreditaciones para los periodistas, un espacio para instalar cámaras de televisión y fotógrafos, y un atril encarado hacia ellos desde donde los ponentes, dando la espalda a los asistentes, lanzaban sus discursos. "Es la ciudad más congestionada del Estado y con todo el tiempo que perdemos aumentamos la contaminación", ha dicho Gerard Esteva, el principal impulsor del movimiento y presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC). Esteva, que ha defendido que se trata de "un movimiento no politizado que estima Barcelona", ha hecho mostrar a todos los asistentes una tarjeta amarilla que habían repartido previamente y ha avisado: "Si no hay un cambio de rumbo volveremos para levantar la tarjeta roja".

Había muchas dudas sobre la capacidad para llenar la plaza que podría tener el movimiento. Lo cierto es que por el dinero invertido en el acto de ayer y toda la campaña de estos días a base de carteles y anuncios en redes sociales podría haber aglutinado a más gente. El movimiento anti-Colau se presentó en sociedad el pasado 6 de octubre y, desde entonces, ha ido perdiendo algunos apoyos. Solo en las últimas horas, entidades como la Federació Catalana de Vela, la Associació de Veïns de Ciutat Meridiana o l'Associació d'Actors i Directors Professionals de Catalunya se han dado de baja. Algunas defienden que han decidido dejarlo correr "después de tener más información de la plataforma" y otras denuncian que aparecían en la lista a pesar de que ni siquiera habían firmado ni comparten "tal manifiesto". El miedo de estas entidades que se han ido enfriando es que, en lugar de un movimiento ciudadano y popular, detrás de Barcelona és Imparable hubiera intereses partidistas para desgastar el gobierno municipal de Ada Colau. De hecho, sobta mucho que entre los firmantes casi no haya asociaciones vecinales teniendo en cuenta que en esta ciudad levantas una piedra y te salen cuatro. Por el contrario, sí que convocaban la protesta de hoy entidades bastante importantes como Barcelona Comerç o el Gremi d'Hotels de Barcelona, además de otras tan exóticas como el Institut Agrícola Català o la Federació Catalana d'Halterofília. Todos ellos, si no hay más bajas, unidos por el "No a Colau " cuando falta un año y medio para las elecciones.

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