Aparecen grietas en tres edificios de Montcada i Reixac por las obras del soterramiento de la R2
Las actuaciones se ralentizan en el barrio afectado, pero el Ayuntamiento y las plataformas vecinales hacen un balance positivo del primer año de obras

BarcelonaPrimer año de balance agridulce en Montcada i Reixac con respecto al ya histórico soterramiento de las vías del tren. Después de décadas esperando el inicio de estas obras, el ayuntamiento del municipio informó, a finales de enero, de la aparición de grietas importantes en algunos pisos de hasta tres edificios distintos del barrio de Can Sant Joan, que se ubica dentro del ámbito de afectación de las obras de soterramiento de la R2. Se trata de rendijas en el techo, en el suelo y en las paredes que en algunos casos incluso permiten vislumbrar la calle o los vecinos adyacentes.
En su comunicado, el gobierno municipal afirma, sin lugar a dudas, que estas afectaciones son "consecuencia de los trabajos que se estaban haciendo para reforzar y estabilizar los terrenos de la zona" y, por tanto, que son provocadas por las obras de soterramiento. También explican que se ha pedido a Adif –la gestora de las infraestructuras– ya la UTE de empresas que ejecuta las obras "que detengan todos los trabajos que se están realizando actualmente en el barrio de Can Sant Joan".
Así, desde que se han detenido las obras en esta zona –en otros puntos del municipio el soterramiento sigue en marcha–, los vecinos respiran más tranquilos. "El nieto de mi hermana vino a dormir a casa, y me dijo que había arena en la cama", explica Lola Sánchez, una de las vecinas afectadas por las grietas en declaraciones al ACN. "Vemos que desde que no se trabaja en la calle no han salido más malformaciones", ha explicado el alcalde, Bartolo Egea, a la comparecencia de este martes para realizar el balance de las obras.
La peor parte se la ha llevado, precisamente el bloque de Lola, al número 68 de la calle Besòs de Montcada. "En una [de las grietas] incluso se vislumbra la calle, y las del suelo nos permiten oír a los vecinos de abajo", explica esta vecina, que ha recogido toda la arena que se ha desprendido de las paredes estos últimos días y también ha tenido que inventarse algunos remedios caseros, como poner papeles para tapar los agujeros de ",". "Desde que han detenido las obras ya no cae tanta arena. Se nota", dice.
Aunque las grietas tienen unas dimensiones considerables, las inspecciones y el ayuntamiento aseguran que no hay riesgo para los vecinos, que de momento no han tenido que irse de casa. Cuando se analicen todos los desperfectos, las grietas se repararán y se reanudarán las obras, aunque se hará, según el ayuntamiento, más lentamente para asegurar que no se vuelva a repetir la situación. El consistorio, de hecho, asegura que trabaja coordinadamente con Adif y UTE y que están haciendo un control exhaustivo de la zona. "La petición de detener las obras –dicen en el comunicado oficial las fuentes municipales– es una medida de precaución".
Un año de obras
A pesar del problema en Can Sant Joan, tanto el Ayuntamiento como la plataforma Trato Justo Soterramiento Total han hecho un balance positivo del primer aniversario del inicio de las obras. El alcalde ha destacado la fluidez en la comunicación con Adif, y que los trabajos avanzan al ritmo previsto. "Las incidencias que van surgiendo se van intentando paliar en el menor tiempo posible y de la mejor de las maneras", ha coincidido la portavoz de la plataforma vecinal, Anna Solano.
Actualmente las obras se ejecutan en diferentes puntos del municipio, en tramos de la vía a su paso por el núcleo urbano, como el entorno de la estación, los dos pasos a nivel del centro y la Casa de les Aigües. Sin embargo, la plataforma ha advertido que estarán atentos a cualquier problema o retraso que pueda haber en unos trabajos que llevan muchas décadas esperando.