15.476 muertos de más en Catalunya en 2020

El covid provoca un exceso de mortalidad en España, donde se endurecen las medidas ante el aumento de contagios

Ot Serra
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15.476 morts de més  a Catalunya el 2020

MadridNo es ninguna revelación que este 2020 se han producido más defunciones de las que se habrían producido si el coronavirus no hubiera aparecido, pero el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III trata de hallar el exceso de muertos. Se trata de una estimación hecha a partir de medias históricas basadas en la mortalidad de los últimos diez años. En Catalunya la cifra se sitúa en 15.476 víctimas mortales de más, que está aproximadamente en la línea del número de defunciones por covid-19 que ha registrado la Generalitat hasta hoy desde que empezó la pandemia: 17.725.

En el informe publicado este martes se especifican cinco periodos en los que en Catalunya se ha detectado un exceso de mortalidad: el más largo es entre el 13 de marzo y el 8 de mayo, con 11.928 muertes más de las estimadas. En porcentaje, un 120,4% más. Entre el 6 de octubre y el 19 de diciembre -un periodo más extenso que el anterior- el exceso es de 2.904 personas (un 22,2% más). Este dato es una constatación de que la primera oleada nos cogió por sorpresa y provocó que mucha más gente perdiera la vida, a pesar de que el ritmo de contagios pudiera ser pareciendo al que se ha producido durante las últimas semanas.

La tendencia es parecida en la Comunidad de Madrid, si bien el primer impacto fue todavía más fuerte: entre el 5 de marzo y el 9 de mayo hubo un exceso de muertos de 14.212 personas. En porcentaje, un 192% más. En el conjunto del Estado la cifra estimada de sobremortalidad es de 70.730 defunciones, en tres periodos: entre el 10 de marzo y el 9 de mayo hubo 44.588 muertos en exceso, entre el 20 de julio y el 29 de agosto 4.733 y entre el 1 de septiembre y el 23 de diciembre 21.409. La cifra de sobremortalidad la han utilizado en algunas ocasiones los partidos de la oposición cuando han criticado que el gobierno español no daba el número real de muertos por coronavirus y, de hecho, los medios más alineados con la derecha acostumbran a dar por bueno el dato del MoMo y no el del ministerio, que es de 52.878.

El covid-19 sigue llevándose más vidas de las que se perderían si no hubiera aparecido el virus, y en este inicio del 2021 se está consolidando una tendencia al alza de contagios y hospitalizaciones. La incidencia acumulada en el conjunto del Estado ya se ensarta a 492,88 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, al límite de llegar a los 500. La última vez que se superó esta cifra fue el 2 de noviembre, en plena segunda oleada. Después se consiguió cambiar la tendencia, pero ahora las vacaciones de Navidad han contribuido a este nuevo incremento. “Lo preveíamos”, admitió este miércoles el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en rueda de prensa después de la reunión del consejo interterritorial de salud con los consejeros de las comunidades autónomas.

Con todo, Isla evitó hacer autocrítica y aseguró que las medidas de cara a las fiestas se tomaron en función de la situación de aquel momento. En un ejercicio de equilibrios, el ministro subrayó que hay ciudadanos que no cumplieron las medidas, pero a la vez señaló que era previsible el aumento porque hubo reuniones familiares y se incrementó la movilidad.

Aumentan las restricciones

Sea como fuere, muchas comunidades han endurecido las medidas o están en proceso de hacerlo. A la espera de si habrá novedades este jueves, en Catalunya ya se aplicaron diez días de confinamiento municipal y comercios cerrados el fin de semana. Otras comunidades tomaron decisiones este miércoles, como Galicia, que adelanta el toque de queda a las 22 h, cierra la hostelería a las 18 h y limita las reuniones de no convivientes a cuatro personas. Tal como se puede ver en el gráfico, Extremadura es ahora la comunidad con una incidencia acumulada más alta -1.131 casos- y el consejero de Sanidad extremeño, José María Vergeles, anunció el confinamiento municipal y el cierre del comercio no esencial y la hostelería en las localidades de más de 5.000 habitantes hasta, como mínimo, el próximo miércoles. Sigue el toque de queda a las 22 h y las reuniones de un máximo de cuatro personas.

Por su parte, Murcia va un paso más allá y, como ya instauraron las Baleares para Mallorca e Ibiza, prohíbe las reuniones entre personas de núcleos de convivencia diferentes. “Hemos decidido prohibir todo contacto social sin mascarilla”, subrayó el presidente murciano, Fernando López Miras, consciente que la mayoría de gente se la quita en los encuentros con amigos.

A su vez, la presidenta de la Rioja, Concha Andreu, anunció el cierre del área metropolitana de Logroño y la prohibición de realizar movimientos no esenciales a partir de las 17 h. Madrid, la segunda comunidad con más incidencia acumulada, de momento no endurece restricciones. El confinamiento domiciliario estricto se evita, a pesar de que algunas de las medidas lo imponen quasi de facto, a la espera que la vacunación permita pasar a otro estadio.

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