PANDÈMIA

Navidades y covid-19: una combinación endemoniada

Si los datos ascienden durante las fiestas, la tercera oleada puede ser peor que la primera

Maria Garcia / Pau Esparch
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Es preveu que la mobilitat i les relacions socials augmentin durant les festes de Nadal.

Girona / BarcelonaNavidad, Nochevieja y Reyes. Son las fechas más señaladas del año y durante las cuales se suele tener más relaciones sociales y con personas de varios ámbitos. Además, están separadas en el calendario por unos seis días de diferencia, el tiempo justo para poder contagiar a más personas antes de que se detecte el nuevo positivo. “Si por Navidad aumentan los contagios, puede ser que por Nochevieja los amplifiquemos y que pase lo mismo en Reyes”, alerta la investigadora del grupo Biocom de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) Clara Prats, que califica el calendario de “endemoniado” por el peligro de que crezcan exponencialmente los positivos.

De media, las personas desarrollan los primeros síntomas al cabo de cinco o seis días después de infectarse, y es cuando van al médico y se detecta el nuevo caso. Pero durante este margen de tiempo es cuando la gente suele ser también más contagiosa. “Y puede ser que una persona se contagie por Navidad y lo pase a otras personas en Nochevieja, o de Nochevieja a Reyes”, explica Prats, que también recuerda que en estas fechas las personas suelen relacionarse con gente de diferentes ámbitos: el 25 y 26 con la familia, y el 31 con los amigos. “Y puedes ir esparciendo el virus por burbujas diferentes”, precisa.

Así mismo, ahora se cuenta con la experiencia del puente de la Purísima: con el aumento de la movilidad y las interacciones sociales, se han disparado los contagios. Y ahora, a diferencia del inicio de la segunda oleada, en octubre, cuando se endurecieron restricciones, se parte de unas cifras peores. “No hemos cumplido ninguno de los objetivos que nos marcamos para llegar a Navidad con una mínima tranquilidad: tenemos casi dos mil casos diarios, tenemos más de 300 personas en las UCI y una tendencia a la alza. Son tres datos muy malos para empezar las fiestas”, advierte la investigadora, que teme que en enero se reproduzca el mismo ritmo de subida que se registró en octubre. Y el principal foco de preocupación son las UCI: si a principios de otoño se registraban 150 ingresados críticos, ahora se ha doblado, 336 el pasado jueves. “Y si superas la barrera de las 600 camas significa que tendrás que dejar de atender otras patologías y que, como en marzo, tendrás hospitales solo con covid”, señala la investigadora, que, por todo este conjunto de factores, teme que la tercera oleada “sea peor que la primera”.

En cuanto a las restricciones aplicadas durante las fiestas, la integrante del grupo Biocom admite que “todas las excepciones no ayudan en el control de la situación epidemiológica y lo deja todo en manos de los ciudadanos”. “Incluso cumpliendo las instrucciones puedes reunirte hoy con 10, mañana con 10 más, y eso sí que supondría un descontrol”, apunta antes de reconocer que “quizás harían falta más limitaciones de movilidad”.

Medidas en todo el territorio

Según los datos de Salut, Catalunya registra una incidencia acumulada de 287 casos por cada 100.000 habitantes y una velocidad de reproducción de 1,24, cosa que quiere decir que 100 nuevos positivos contagian a 124 más. “Y esto significa que estamos en crecimiento”, recuerda Prats.

Otra cifra preocupante es el porcentaje de pruebas que salen positivas, que no ha parado de incrementarse en el último mes: del 3,64% al 5,14% a fecha de 20 de diciembre. Según la OMS, cuando superas el 5% quiere decir que tienes más positivos de los que tienes detectados. Ante estas cifras, “que son malas”, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, lanzó un aviso el día 24: “Tendremos que empezar a pensar en medidas para todo el territorio”, afirmó cuando explicó que no se podía ir extendiendo por diferentes comarcas las restricciones que el Govern decretó en el Ripollès y la Cerdanya por el alta incidencia del virus: “Si ahora hiciéramos una comarca, después dos, tres… Catalunya quedaría remendada”.

Estos cambios podrían llegar el próximo lunes, 28 de diciembre, cuando se revisarán las medidas que se han previsto para estas Navidades. Argimon pronosticó que la semana que viene la incidencia del coronavirus “será muy similar”, a pesar de que recalcó que se tiene que pensar más allá, en después de Reyes. “No sabría contestar a cómo estaremos el 8 de enero. Me lo puedo imaginar, pero no es el momento de aventurarse”, afirmó. Tanto él como la consellera de Salut, Alba Vergés, insistieron al pedir a la población que no relaje las medidas para evitar el contagio. “No podemos bajar la guardia. Lo que hagamos ahora determinará la crudeza de enero”, alertó Vergés.

En este llamamiento a reducir la interacción, también el conseller de Interior, Miquel Sàmper, reclamó que las comidas de Navidad sean “con el mínimo de gente posible”. Sàmper argumentó que si se permiten encuentros de 10 personas “no quiere decir” que se tenga que llegar a este máximo y apuntó que este año no da para sobremesas.

El subdirector de Protección Civil, Sergio Delgado, pidió “ventilar bien” los espacios interiores, tener las ventanas abiertas durante las visitas, así como evitar coincidir en espacios pequeños, como por ejemplo la cocina, donde se tiene que llevar mascarilla; además de mantener un metro de distancia en la mesa entre las personas que no conviven juntas.

Un conjunto de advertencias y recomendaciones que llegan tanto de expertos como del Govern y que buscan evitar que las celebraciones de Navidad, Nochevieja y Reyes se acaben convirtiendo en el inicio de una tercera oleada que supere las aterradoras cifras que se registraron entre marzo y mayo.

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