La ómicron amenaza de nuevo la unidad europea

El centro de control de enfermedades avisa de que los hospitales se saturarán si no se toman medidas drásticas

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Genet haciendo cola para vacunarse en Londres

BruselasLa ómicron se esparce por Europa sin freno, hasta el punto de que este miércoles el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha mandado un mensaje de alerta: el virus avanza demasiado rápidamente como para que las vacunas puedan controlarlo. Hay que tomar medidas de contención social rápidamente para evitar el colapso hospitalario. Un aviso que llega casi al mismo tiempo que los líderes europeos empezaban a sentarse a la mesa del Consejo Europeo con sus socios del este, en un encuentro previo a la última cumbre europea del año, que arrancará este jueves con la ómicron como el primer gran punto de una agenda en la que la UE también tiene que mandar un mensaje contundente a Rusia ante el desafío en Ucrania y discutir de nuevo sobre los precios de la luz y el gas.

La nueva variante, detectada por primera vez en Suráfrica, vuelve a poner en juego la unidad europea a la hora de tomar medidas tan importantes como la restricción de movimientos. El certificado covid sirvió para recuperar la preciada libre movilidad para los europeos dentro del espacio Schengen, después de que el estallido de la pandemia provocara un caos fronterizo sin precedentes. Y la ómicron lo ha vuelto a fragmentar. Primero fueron Irlanda y Portugal los países que hace unas semanas empezaron a exigir de nuevo tests PCR a los viajeros a pesar de estar en posesión del certificado y esta semana se han añadido Italia y Grecia, una decisión que en Bruselas muchos han recibido con sorpresa. Fuentes diplomáticas esperan que el primer ministro italiano, Mario Draghi, se explique durante la cumbre, pero no se espera que pongan remedio al previsible nuevo lío fronterizo.

Es la primera grieta ante la nueva oleada, que vuelve a poner de relieve la naturaleza y la complejidad de la Unión, que es, al fin y al cabo, una asociación de estados soberanos que ceden solo parte de sus competencias a unas instituciones transnacionales que a menudo querrían más. "No podemos interferir en cómo cada gobierno decide proteger a sus ciudadanos", confiesa una alta fuente comunitaria. La división de opiniones es evidente. Algunos, como España, no ven bien que otros, como Italia y Grecia, pongan la directa, mientras que más al norte, donde gobiernos como el neerlandés tienden a ser mucho más celosos de sus competencias, creen que ya se ha ido tan allá como se podía en la coordinación europea contra la pandemia y que tiene que quedar "espacio" para que, si así lo consideran, los gobiernos puedan aplicar más restricciones.

La caducidad del certificado

Al mismo tiempo, sin embargo, Bruselas busca recuperar la armonía con una propuesta de validez del certificado actual, para que las dos dosis caduquen al cabo de nueve meses y sea necesaria una tercera para reactivarlo. Se prevé que la decisión se apruebe en los próximos días, a pesar de que hasta ahora no ha habido consenso ni para aprobar requisitos comunes para los viajeros que quieren entrar en la UE. Mientras tanto, sin embargo, nada permite descartar que otros gobiernos se sumen a Grecia, Italia, Portugal o Irlanda. El ECDC calcula que la ómicron será la variante mayoritaria en los próximos dos meses porque ya hay transmisión comunitaria, y por eso hace un llamamiento "urgente" a tomar acciones "contundentes", porque prevé que los hospitales sufrirán una sobrecarga de casos y pide que se planifique "inmediatamente" un aumento de la capacidad hospitalaria.

Esto no significa que la vacuna no funcione. El organismo recuerda que las vacunas se han demostrado efectivas para evitar muertes y los casos más severos de la enfermedad y, por lo tanto, acelerar la vacunación sigue siendo clave, y este será otro de los mensajes que enviarán los líderes este jueves. Según el ECDC, se han salvado medio millón de vidas gracias a las vacunas.

Hasta ahora, se han detectado 2.127 casos de esta variante en Europa. Y, si bien es cierto que casi todos son leves o asintomáticos, la velocidad es el principal reto. Incluso si la gravedad de la enfermedad que causa la ómicron es igual o inferior a la delta, dice el ECDC, el aumento de la transmisibilidad contrarrestará rápidamente los efectos positivos del hecho de que sea una variante más leve. Por todo ello, las autoridades sanitarias europeas llaman a recuperar las medidas de restricción de la vida social para salvar las fiestas de Navidad. "Sigue siendo prioritario el uso de la mascarilla, el teletrabajo, evitar las aglomeraciones y quedarse en casa. Los países que eliminen estas medidas pueden esperar un fuerte aumento de casos", asegura la directora de la ECDC.

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