Ómicron, ¿más o menos agresiva que la delta?: todavía no hay conclusiones
Pfizer asegura que su pastilla contra el covid es efectiva en casi el 90% de pacientes de alto riesgo
BarcelonaEl miedo se esparce más rápidamente que la pólvora; más que cualquier otra mercancía. Y el miedo de la ómicron, identificada en Sudáfrica hace casi tres semanas, ha provocado un estado de alerta generalizado desde que el Reino Unido suspendió a finales de noviembre los vuelos con la república. A la vez, ha generado todo tipo de noticias contradictorias, en espera de estudios más concluyentes en cuanto a la letalidad y la capacidad de contagio de la nueva variante. En las últimas veinticuatro horas, las contradicciones continúan acentuándose.
Así, un primer estudio basado en datos reales de 78.000 casos registrados en Sudáfrica entre el 15 de noviembre y el 7 de diciembre parecería indicar que la ómicron es un 23% menos grave que la cepa delta y también que dos dosis de las vacunas ofrecen buena protección contra la hospitalización. La investigación también habría demostrado que, en comparación con los efectos del virus originado en Wuhan, la ómicron ha provocado un 29% menos de ingresos hospitalarios. Muchas menos personas también han necesitado tratamiento en unidades de cuidados intensivos: solo el 5% de los casos, en comparación con el 22% de los pacientes delta.
Los especialistas de Discovery Health, la aseguradora de salud privada más grande de Sudáfrica, han asegurado este martes en conferencia de prensa que la afectación parecía ser menos grave. Ryan Noach, el director ejecutivo de la compañía, ha dicho: "Si nos fijamos en la proporción de pacientes ingresados en la UCI por enfermedad grave, en las tres primeras oleadas la proporción superaba colectivamente el 30%, y llegaba hasta el 35%, mientras que ahora se puede ver muy claramente que en este periodo ómicron solo lo ha necesitado el 13%. Lo que está claro es que las personas vacunadas experimentan infecciones más leves en general. Son principalmente los no vacunados los que necesitan ingreso y oxígeno en el hospital", ha dicho. Otro dato esperanzador es que el número de muertos todavía es significativamente menor que en oleadas anteriores, a pesar del rápido crecimiento de los contagios.
Al mismo tiempo que se conocen estos datos esperanzadores, otros sugerían que las buenas noticias no lo son tanto, porque los altos niveles de exposición previa en tres oleadas anteriores podrían explicar los actualmente relativamente bajos de hospitalización y enfermedad grave en el presente brote de la variante ómicron.
¿Un patrón fiable para otros países?
La hipótesis la ha apuntado el vacunólogo Shabir Mahdi de la Universidad de Witwatersrand, que ha advertido también este martes de que la experiencia de Sudáfrica podría no ser un patrón fiable para otros países. En una entrevista con el Global Health Crisis Coordination Center, Mahdi cita una encuesta hecha en la provincia de Gauteng, epicentro del brote de ómicron, que indica que el 72% de la población ya había experimentado una infección previa por coronavirus.
La incertidumbre continúa, en medio de una histeria general, especialmente en el Reino Unido, donde esta tarde se aprobarán una serie de medidas para intentar reducir la transmisión, que podría ser mayoritariamente por ómicron antes de Navidad. Este martes se han registrado 59.610 casos, el número más alto desde principios de enero, a pesar de que ayer el ministro de Sanidad afirmó en el Parlamento que el departamento de estadística considera que pueden haber 200.000 diarios.
Por otro lado, Pfizer ha anunciado también este martes que los ensayos clínicos han confirmado que su tratamiento contra el covid, una píldora llamada Paxlovid, reduce las hospitalizaciones y las muertes entre personas de alto riesgo en el 89%, siempre que el medicamento se tome en los primeros días después de la aparición de los síntomas. Los resultados se basan en un ensayo clínico hecho con más de 2.200 personas, y apoyan a las conclusiones anunciadas el mes pasado a partir de los estudios preliminares. La farmacéutica, que también está detrás de una de las vacunas de MRN, ha afirmado que el tratamiento parece efectivo contra la variante ómicron.
A pesar de que desde el inicio de la pandemia la investigación se centró principalmente en las vacunas, los tratamientos antivirales son cada vez más importantes en el tránsito de enfermedad pandémica a endémica.
