Rechazo a permitir que algunas residencias reciban abuelos con coronavirus de otros centros
Familiares de una residencia del Baix Llobregat se oponen a la decisión de la Generalitat
Barcelona“¡Ni por ahora, ni nunca! No a la transformación de las residencias en centros de acogida covid-19”. Esto es lo que ponía en la pancarta con la que los familiares de los abuelos ingresados en la residencia Falguera, de Sant Feliu de Llobregat, se manifestaron días atrás para oponerse al hecho de que el centro se convierta en una “residencia de referencia” en la comarca y reciba abuelos con coronavirus de otros centros, poniendo sobre la mesa una medida que la Generalitat ha impulsado y de la cual hasta ahora se ha hablado muy poco.
Después de la primera oleada de coronavirus que tanto afectó a los abuelos de las residencias, el Gobierno ha creado los llamados centros de referencia, que no son más que residencias de gente mayor convencionales que ya tienen sus propios usuarios, pero que disponen de camas libres y de personal e infraestructura suficientes como para atender a más, según explican fuentes del departamento de Salut. La Generalitat traslada a estos centros abuelos con coronavirus provenientes otras residencias que, o bien cuentan con muchos casos de covid-19, o bien son pequeñas y no disponen de suficiente espacio para aislar a los residentes y evitar el contagio. Casi cuarenta residencias ya han sido convertidas en centros de referencia. El problema es que los familiares de estos centros no son consultados: se encuentran que la decisión ha sido tomada de un día para otro.
Esto es lo que les pasó a los familiares de la residencia Falguera. Según explica Mari Carmen Garay, que actúa como portavoz de los familiares que se oponen a esta medida, y que tiene su padre ingresado en el centro, la dirección de la residencia les informó a través de un correo electrónico el pasado 10 de noviembre que la residencia Falguera se convertiría en "un centro referente" en el Baix Llobregat y haría "ingresos temporales de casos covid para hacer frente a brotes derivados de la pandemia en otras residencias". Antes, en verano, el departamento de Salut ya hizo obras en la residencia para instalar 54 puntos de suministro de oxígeno. Garay declara que la residencia también les informó sobre las obras, pero nunca precisó que el objetivo de la instalación de estos puntos de oxígeno fuera que la residencia se convirtiera en un centro de referencia. De hecho, afirma que pensaron que se trataba de una mejora destinada a los usuarios del centro, y no para abuelos contagiados que serían trasladados desde otras residencias.
Confinados y sin visitas
El problema, además, es que la medida llega cuando los familiares ya están hartos y los residentes han pasado un calvario. "No veo mi padre desde el 24 de septiembre, y mis hijos no lo ven desde marzo. Está confinado desde hace dos meses y ahora sólo le dejan salir de la habitación e ir al comedor los días pares. Y encima ahora nos dicen que seremos un centro de referencia –se queja Garay–. Por favor, un poco de dignidad, son personas".
La residencia Falguera es un centro público de la Generalitat, tiene 81 plazas –actualmente sólo 60 están ocupadas, después de que hayan muerto casi 20 residentes por coronavirus –, y la gestiona la Fundación Vallparadís de la Mutua de Terrassa. De hecho, las fuentes de la Mutua de Terrassa se lavan las manos y aseguran al ARA de que la decisión de convertir la residencia en un centro de referencia no depende de ellos, sino del departamento de Salut. Por su parte, Salut corrobora que la decisión es de la Generalitat pero también precisa que, si una residencia se convierte en centro de referencia, el Gobierno pagará por el coste de las plazas de la residencia que se destinen a esta finalidad, tanto si son ocupadas cómo si no; es decir, tanto si un abuelo se traslada o no desde otra residencia. En consecuencia, supondría un beneficio económico para la Fundación Vallparadís.
Casos excepcionales
Fuentes del departamento de Salut también reconocen que los familiares de la residencia Falguera no son los únicos que rechazan esta medida, también hay casos en otras residencias aunque son "muy excepcionales". “Esta oposición se genera por malentendidos por los cuales la familia piensa que el hecho de recibir pacientes positivos puede generar contagios entre residentes. Esto no se da porque son las residencias que mejores condiciones de infraestructura tienen, y se puede hacer mejor la sectorialización”, informan estas mismas fuentes. Y añaden: “Las familias también piensan que, por el hecho de recibir pacientes positivos, su residencia se catalogará como roja y no podrán visitar a sus familiares, y no es así. Una residencia de referencia, por el hecho de disponer de buenas infraestructuras, pasaría a ser una residencia naranja y, por lo tanto, sigue teniendo permitidas las visitas”.
Esta versión se contradice con la de la portavoz de los familiares de la residencia Falguera, que precisamente lamenta que hace semanas que no pueden visitar sus seres queridos porque se han detectado casos de coronavirus en el centro. Algunos incluso entre el personal. De momento, la Generalitat ha paralizado la conversión de la residencia en un centro de referencia del Baix Llobregat. Aún así, los familiares temen que sea sólo una decisión temporal.