Tener el colesterol alto de joven aumenta el riesgo cardiovascular de mayor
Un estudio en ratones demuestra que el riesgo de desarrollar ateroesclerosis comienza en edades tempranas
BarcelonaLa ateroesclerosis es una de las principales causas de enfermedades del corazón y de la circulación. Consiste en la formación de placas en las paredes de las arterias que disminuyen el diámetro de los vasos, lo que dificulta el paso de la sangre e incrementa el riesgo de sufrir roturas, infartos e ictus. Se trata de una acumulación anormal de colesterol, pero también de materiales como calcio, globos blancos y otras sustancias que circulan por la sangre que, sobre todo, afecta a personas de edad avanzada. Ahora bien, el riesgo de desarrollar ateroesclerosis puede empezar mucho antes. Un estudio de la Universidad de Cambridge ha determinado que los niveles altos de colesterol a una edad joven "pueden ser aún más perjudiciales" que los niveles altos de colesterol que aparecen más tarde, y se asocian a un mayor riesgo de sufrir esta acumulación de material en las arterias. La investigación se ha realizado con ratones y la ha publicado la revista Nature.
La mayoría de los programas de detección, prevención e intervención de la ateroesclerosis se dirigen a personas con niveles altos de colesterol, generalmente después de los 50 años. Sin embargo, las conclusiones de este estudio sugieren un cambio en el abordaje de esta enfermedad, ya que ponen de manifiesto la necesidad de mantener bajos los niveles de colesterol en edades más jóvenes. "La ateroesclerosis se puede prevenir reduciendo los niveles de colesterol, pero es evidente que debemos empezar a pensar mucho antes de lo que pensábamos", razona Ziad Mallat, profesor de medicina cardiovascular de la British Heart Foundation (BHF) y primer autor del estudio.
Para estudiar los mecanismos subyacentes a la ateroesclerosis, los científicos a menudo utilizan ratones. Los alimentan con una dieta alta en grasas durante varias semanas cuando son adultos para ver cómo esto conduce a la acumulación de las placas características de la enfermedad. Sin embargo, esta vez los autores querían ver si dar a los ratones la misma cantidad de alimentos ricos en grasas y repartidos a lo largo de su vida cambiaba su riesgo de ateroesclerosis.
"Un yoyo de colesterol"
Los autores también observaron que los niveles fluctuantes de colesterol causan más daños. Según Mallat, esta conclusión puede explicar por qué algunas personas que toman estatinas (medicamentos para bajar los niveles de colesterol), pero no lo hacen de forma regular, tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco. "Si detiene y comienza el tratamiento con estatinas, el cuerpo está expuesto a un yoyo de colesterol que no le gusta, y parece que esto interfiere con la capacidad del cuerpo para evitar la acumulación de placas", explica.
El equipo investigador asocia este efecto "tan perjudicial" al efecto que tiene el colesterol sobre unas células inmunitarias que residen en las arterias. Se llaman macrófagos y su función es detener la acumulación de placas. Sin embargo, las células de los ratones que tenían niveles altos de colesterol y, sobre todo, niveles fluctuantes de colesterol, habían cambiado físicamente y sus genes estaban alterados. Esto significa que las células ya no protegían al cuerpo, sino que eran perjudiciales y aceleraban la ateroesclerosis.
Por eso, los autores defienden que las personas que toman fármacos para reducir los niveles de colesterol no deberían dejar de tomarlos, aunque sus niveles de colesterol bajen, ya que detener el tratamiento podría aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad.
Otros estudios
Para comprobar los resultados, los autores los han comparado con el Cardiovascular risk in young finns study, uno de los mayores estudios de seguimiento sobre el riesgo cardiovascular desde la infancia hasta la edad adulta. Son personas reclutadas en los 80 que monitorizaron a lo largo de las siguientes décadas. De hecho, a más de 2.000 se les hizo una ecografía de las arterias cuando tenían 30 años y otra cuando tenían 50. Analizando estos datos, los autores han observado que los participantes que habían estado expuestos a niveles altos de colesterol cuando eran niños tenían tendencia a tener una mayor acumulación de placas, lo que "confirma los hallazgos en ratones".